Envío a mi amiga María Teresa Laguna.
Por eso de pretender que las neuronas estén fresquitas y funcionen como Dios les mandó que funcionaran, tengo la costumbre de echarme toas las mañanas una horilla y pico resolviendo problemas de Matemáticas (ya sé que muchos dirán, ¡pero que tío más raro!, y yo les digo que raro no, que no lo soy, simplemente pertenezco a una clase de gente que es que no servimos pá otra cosa).
Ese rato lo acompaño siempre con música de fondo (clásica, flamenco y, alguna vez, folk-lore sudamericano). Pues ná, que un día estaba con un problema de Geometría (mis preferidos) y como acompañamiento musical tenía una cassette de cante flamenco de los setenta que hacía años que no escuchaba. De pronto sale una melodía que inconscientemente me puse a tatarear porque me era familiar, aunque yo le ponía letras distintas a las que escuchaba. Suelto lápiz y regla que tenía porque andaba trazando unas cuantas bisectrices y me digo:
-Pero si esto son los cantos que yo escuchaba de nene cuando en mi pueblo se hacía el rosario de la aurora.
Se cantaban varias letras (por ejemplo, "El demonio a la oreja, te va diciendo...") y luego venía un estribillo ("Viva María, viva el rosario, viva Santo Domingo..."). Mi memoria no me permitía completar las estrofas y pido ayuda a mi paisana y amiga María Teresa Laguna. Me refresca la memoria y me ofrece varias coplas más:
El demonio a la oreja
te va diciendo,
no vayas al rosario
sigue durmiendo.
Los que van al rosario,
no tienen frío,
los que están en la cama,
tan arrecíos.
Las cuentas del rosario
son escaleras
para subir al cielo
las almas buenas.
y, ¿cómo no?, el estribillo:
Viva María,
viva el rosario,
viva santo Domingo
que lo ha fundado.
Estrofas de seguidillas muy sencillas, humildes, casi franciscanas. Claro que, mis paisanos menos apegaos a la iglesia. las parodiaban a su manera y cantaban aquello de
A la iglesia no voy
porque estoy cojo,
a la taberna llego
poquito a poco.
Pero bueno, ¿qué escuchaba yo en la aludida cassette? Pues nada más y nada menos que a doña Francisca Méndez Garrido (Jerez de la Frontera, 1934-2004), conocida como La Paquera de Jerez. Junto al guitarrista Parrilla de Jerez y a un coro que le hace el estribillo, en sus Aires de la aurora, aquí pueden ustedes escucharla:
Gracias don Andrés. Qué maravilla la Paquera. Y habrá quien viva sin conocerla...
ResponderEliminarMaravillosa paquera. Gracias, maestro
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