Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Flamencos y puntualidad alemana

Trasteando en esos oscuros recovecos de las hemerotecas virtuales me topé ayer con una crónica que me apetece compartir con ustedes. Se publicó en el diario madrileño El Imparcial el día 30 de julio de 1901 y fue enviada por su corresponsal en la ciudad de Cádiz.


Ahí la tienen, si bien para los que tengan problemas con la lectura de letras pequeñas, me voy a permitir resumirla a mi manera.

Resulta que había llegado a Cádiz una escuadra alemana a las órdenes del príncipe Enrique de Prusia. Dos acorazados y dos cruceros con un total de 3200 hombres, entre los cuales se manifiesta el deseo de asistir a una fiesta típica andaluza. Así, se organiza una juerga flamenca que habría de celebrarse  en el buque del almirante. Enterados los periodistas gaditanos y conocedores de la rigidez de la armada alemana, deciden que uNotano de ellos se mezcle como uno más entre los flamencos, gracias a lo cual se pudo conocer el desarrollo de este evento. 

Salen dos falúas de Cádiz, una con el príncipe Enrique que venía de hacer sus visitas oiciales en tierra, otra con cantaores, tocaores, bailaores y su comparsa. Llegan al acorazado principal y los flamencos se colocaron en la toldilla de popa, mientras los entrepuentes se llenaban de marineros y el príncipe Enrique contemplaba todo desde su cámara. Se cantó, se tocó y se bailó entre ¡oles! de los gaditanos mezclados con los ¡hoch!, ¡hoch! de los germanos, mientras corría la cerveza por el buque. Llegada la hora de la comida se sirvió un lunch a base de patatas cocidas, carne fría y manteca de Flandes, regados con cerveza negra, té y cognac. Terminado el refrigerio, un oficial alemán se sentó al piano y tocó un pasodoble español, ante lo cual un gitano, copa de cerveza en mano brindó por la fraternía de España y Alemania, pidiendo al intérprete traductor Haga osté el favó desirles estos cabayeros mi brindis.

Siguió la fiesta flamenca pero he aquí que, al dar las ocho en el reloj, un oficial se acerca a los artistas diciendo que todo había concluido porque era la hora del descanso. Nos dice el cronista que El Mellizo interrumpió la malagueña que estaba cantando, el tocador de guitarra dejó sus dedos en suspenso sobre el más artístico de sus rasgueos, dejaron de sonar las castañuelasy los ¡oles! y la tropa flamenca se despidió de sus amables huéspedes. Alguien entregó cien pesetas al jefe de la comparsa, la cual montó en la falúa y volvió a Cádiz.   

En una taberna de Cádiz los artistas intentaron repartir las escasas 100 pesetas, acabando en una bronca a la que poco faltó para que tuvieran que intervenir la autoridad. Termina el cronista: Verdaderamente no se habrá perdido el imperio alemán por la prodigalidad del regalo.    

 Nota: Apareciendo en este relato un personaje tan importante como Enrique El Mellizo, no me extrañaría que sea conocido de nuestros investigadores en Flamenco e incluso que lo hayan publicado. Si así fuera, pido públicas disculpas. Lo encontré ayer, me gustó y enseguida se lo he trasladado a ustedes.        

domingo, 8 de septiembre de 2019

MARÍA LA MARRURRA, la cantaora americana que yo conocí

En Jacksonville (Florida, Estados Unidos de América) nació en el año 1942 una niña de nombre Moreen Silver. En su época universitaria conoció a Chris Carnes, quien había aprendido y tocaba la guitarra flamenca. Se ennovian y Chris, a la vez que el corazón, le entregó su pasión por Flamenco, la cual prendió de tal forma en Moreen que se quedó con ella para el resto de su días. Juntos estudiaron, profundizando Chris en la guitarra y Moreen en el cante, tomando contacto con la compañía de Carmen Amaya. Ya casados, deciden viajar a España en 1968 y se establecen en Morón de la Frontera (Sevilla) y tratan con personajes como Joselero, Diego del Gastor, Juan Talega o Antonio Mairena. Llegan a tener, entonces, la oportunidad de pisar algún escenario. Concretamente en Utrera, Moreen, que ya había castellanizado su nombre y respondía por María, ejecutó las seguiriyas de Diego El Marrurro y la gitanería local dio en bautizarla como María La Marrurra, nombre con el que se la conoció desde aquel día hasta hoy.

Después de un tiempo en nuestra patria, Chris Carnes retorna a Estados Unidos, pero María no lo acompaña y se afinca en Madrid adquiriendo un piso en el céntrico barrio de Chamberí. Se acomoda enseguida en el mundillo flamenco de la capital y allí fue donde yo la conocí y traté. Me refiero al bienio 1970-1971, cuando María andurrea por la Peña El Charlot, la Cervecería Alemana de la Plaza de Santa Ana, por Casa Gayango, los Tablaos, o sea, los mismos lugares donde nos veíamos el periodista Paco Almazán, Juanito Martínez el de las caricaturas, Alvarito el hijo del Gobernador Civil de Toledo, Matrona, Morente, Juanele de Jerez, Miguel Vargas, Curro Lucena, etc., añadiendo a mis amigos y compañeros de La Hermandad. En especial, María hizo muy buena amistad con el gran cantaor Rafael Romero. A Madrid llegó con el cante ya aprendío y cuando cantaba no se andaba con chiquitas sino que directamente se iba a las tonás, a las seguiriyas, a las soleares, sin que al escucharla nadie pensara que estaba cantando una mujer norteamericana. ¡María sonaba flamenca! 

En el verano de 1970 participó en un Concurso de Cante, compitiendo con Diego Clavel, Manuel Gerena y Miguel Vargas, ante un jurado formado por Pepe el de la Matrona, Agustín Gómez y Andrés Raya(1). Al año siguiente grabó un L. P. para la firma MoviePlay, acompañada por Melchor de Marchena, siendo muy bien jaleada entre otros por el cantaor Rafael Romero. Su contenido era
Seguiriyas, Bulerías de Triana, Fandangos, Martinetes, Fandangos del Gloria, Farruca, Soleares, Bulerías por Soleá, Tangos
firmando don Antonio Mairena como autor único 4 de los de los 9 temas y otros 2 como partícipe(2).

En 1972, la entrevistó Paco Almazán para la revista Triunfo y en 1973 Velázquez Gaztelu la llevó a Rito y Geografía del Cante Flamenco, cuando yo vivía fuera de Madrid. Después pasaron muchas cosas, alguna muy desagradable para María, de las que prefiero no hablar por carecer de información directa. Vayamos, pues, a escuchar algunos cortes del disco


1) Bulerías por Soleá (Cuando tú me eches de menos)

2) Seguiriyas (Grandes eran mis penas)

3) Fandangos (Yo quisiera conseguir)

4) Soleares (Hasta la fe del bautismo)


(1) Véase información de ese concurso en este enlace
1970, Primera Porra de Archidona

(2) No deja de ser curioso que muchos cantaores, Antonio Mairena en este caso, firmen como autores músicas que se saben populares lo mismo que letras que figuran en viejos cancioneros. Claro, si ponen "Popular" nadie va cobrar por ello en SGAE y muchos dirán que más vale recoger algo ligado a su trabajo antes de que, como se dice, se lo lleve el diablo.

jueves, 5 de septiembre de 2019

36 años se cumplen del fallecimiento de ANTONIO MAIRENA



Antonio Cruz García (Antonio Mairena) nació en Mairena del Alcor (Sevilla) el día 7 de septiembre de 1909. Próximo a cumplir los 74 años, murió en Sevilla el 5 de septiembre de 1983. Personalmente me enteré de tan triste noticia cuando, al día siguiente, leí la primera página del diario El País. En páginas interiores el periódico informaba ampliamente, como lo hizo casi toda la prensa nacional, de la pérdida del último maestro del Cante Flamenco. Desde entonces, mucho se ha escrito y estudiado en torno a su figura. Treinta y séis años después, los aficionados seguimos debatiendo en torno a su obra, señal inequívoca de que para todos nosotros don Antonio sigue vivo. 

No voy a darles noticia alguna de Mairena ni voy a provocar ninguna conversación. Mi manera de honrar al maestro es darle la voz, o sea, escuchar sus cantes. A eso vamos:


01) Fandangos (Que huele a flor de romero), año 1943, con Esteban de Sanlúcar:

02) Bulerías (A la vela, la vela), año 1950, con Paco Aguilera:


03) Soleares (La tierra con ser la tierra), año 1950, con Paco Aguilera:

04) Seguirillas (El luto que llevo), año 1958, con Manuel Morao:

05) Cantiñas (No le quites los hilvanes), año 1958, con Paco Aguilera:


06) Cabales de Silverio (De la huerta de Murcia), año 1960, con Manuel Morao:

07) El Polo (Yo no te obligo gitana), año 1960, con Manuel Morao:


08) Tientos (Aunque vengas de rodillas), año 1963, con Melchor de Marchena:


09) Verdiales (Y me contestó al momento), año 1964, con Melchor de Marchena:


10) Granadinas (A mí me lo pareciste), año 1964, con Melchor de Marchena:


11) Malagueña del Mellizo (Vente conmigo al molino), año 1964, con Melchor de Marchena:


12) Tarantos (El día que yo me embarqué), año de 1964, con Melchor de Marchena:


13) Serranas (De la sierra de Ronda), año 1965, con Melchor de Marchena:


14) Garrotín (Eres doctora), año 1969, con Melchor de Marchena:


15) Cartagenera (Acaba penita acaba), año 1970, con Melchor de Marchena:



(Nota: En la anterior selección hemos procurado elegir grabaciones de Antonio Mairena menos conocidas del gran público, incluyendo estilos flamencos poco habituales en el maestro para resaltar así su cualidad de cantaor general. Córdoba, 5 de septiembre de 2019) 

martes, 3 de septiembre de 2019

43 años se cumplen del fallecimiento de PEPE PALANCA

José Lebrón López nació en Marchena (Sevilla) el 22 de diciembre de 1903 y murió el 3 de septiembre de 1976, es decir, hace hoy 43 años. Desde pequeño cantaba en reuniones y tabernas de su pueblo, siendo conocido como Pepe Palanca ya que su padre tenía el apodo de Palanca. Creador de un estilo de fandango personal, tan corto como jondo e hiriente, alcanzó una grandísima popularidad siendo presentado en los carteles como El Divino Palanca. Su impacto le hizo decir a García Lorca que
Palanca es el mejor fandanguero de todas las épocas
Sobre él han escrito flamencólogos tan importantes como González Climent, Camacho Galindo, Blas Vega, Álvarez Caballero o Luis Soler, coincidiendo todos ellos en señalar su paso a la historia simplemente por su jondura en el fandango.


Durante 30 años (1930 a 1960) fue figura insustituible en las compañías que recorrían toda España y en todas partes querían escucharle su fandango. Y los que no lo hacían en los teatros, recurrían a las múltiples placas que fue grabando, siendo las primeras fechadas en 1929. Le acompañaron en los estudios de grabación Miguel Borrull (Hijo), José Huertas, Manolo de Badajoz, Luis Yance, Niño Ricardo y alguno más.


En los últimos años de su vida le acechaba la sombra de un cáncer de vejiga y, desde 1960, fue paulatinamente abandonando los escenarios. Su economía se resiente y su paisano y gran amigo Pepe Marchena promueve un festival para recaudar fondos suficientes para sufragar los gastos de las diferentes operaciones a que fue sometido. Finalmente, es enviado al hospital San Lázaro de Sevilla, donde falleció a las quince horas del día, ya señalado arriba, 3 de septiembre de 1976.



Quiero, antes de pasar a escuchar algunos de sus cantes, resaltar que, además de cantaor, Pepe Palanca era letrista y componía sus propios fandangos con textos de amor, de desamor y, ¿cómo no?, de la madre. Muchas de sus letras se han hecho populares sin que la gente recuerde al autor. Tres ejemplos:


1) Con retoques, esta copla la cogió la coupletista Gracia Montes y como fandanguillo de Huelva la cantábamos hasta los que no sabemos cantar.



2) ¿Quién no ha oído esta letra de desamor que se sigue haciendo en cualquier reunión de cante?



3) Esta copla la grabó Antonio Mairena en 1943 y después la hizo popular Fernanda de Utrera. El autor era Palanca. 



Famoso por su fandanguillo, en nuestra selección hemos incluido otras cantes como soleares, seguiriyas y unos tangos cuando menos singulares. Aquí está su voz y yo me despido de ustedes:

1) Fandangos (Rezándole a la Macarena), año 1929, con Miguel Borrull:


2) Soleares (Los pasitos que yo doy), año 1930, con José Huertas: 


3) Seguidillas gitanas (A clavito y canela), año 1930, con José Huertas:


4) Tangos (Ha venío un aeroplano), año 1933, con Luis Yance: 


5) Fandangos (A mis niños no los abandones), año 1935, con Manolo de Badajoz:


6) Fandangos (Coge la pluma y ponte a escribir), año 1943, con Niño Ricardo: