El 25 de agosto de 1923 se celebró el Concurso de Cante Jondo, una de las actividades incluidas en la recién estrenada verbena del barrio cordobés de Las Margaritas. Ya dimos cuenta de lo que contó al día siguiente el periódico "Diario Córdoba". Hoy traemos las noticias que daba "La Voz de Córdoba", en una crónica firmada por "El hombre de los quevedos".
El recorte se lee con dificultad, así que lo transcribimos íntegramente a continuación:
La verbena de las Margaritas
El concurso de cante "jondo" ha sido un acontecimiento.
Con motivo de celebrarse la verbena de las Margaritas, anoche, entre otros festejos, tuvo lugar el del cante “jondo”, que ha dejado en mantillas al célebre de Granada.
El cante “jondo” tuvo lugar en una “hondoná” convertida en salón de actos.
A las doce de la noche dió comienzo el festejo ante una concurrencia que pasaría de cuatro mil almas.
La presencia del tocador “El Rubio” y del “calé” Juan el Sevillano en el tablado, fue saludada con una formidable ovación.
El sevillano se cantó, si cantar se puede llamar a los lamentos, unas cuantas soleares clásicas, malagueñas y “La montería”.
El ser tan famoso cantante un niño, hizo que el público guardara compostura.
Luego salió al “patíbulo” un gachó apodado “El Machaco”, que vestía de gris perla y semi oro. “El Machaco”, como primer numerito, se cantó el vals de “El conde Luxemburgo” con la letra siguiente:
“Aceituna aliñá…
La enorme concurrencia, llena de entusiasmo, pidió que El Machaco cantara la hora, y se retirara al compás del siguiente cantar:
“Oliendo a brea
oliendo a brea…”
Seguidamente el Niño de Marchena ocupó la cátedra, cantando “lo suyo” con gusto y pulmones.
En esto un “capitalista del cante”, por más señas engrasador del 1024, saltó al ruedo, y sin que nadie lo esperara, nos soltó una copla entera que hizo que se fueran más de dos mil personas, que retornaron cuando vieron que al aspirante del flamenco lo llamaban para prestar su servicio.
Finalmente el “mago” del cante, El Niño de Granada, en unión del “as” de la bandurria Antonio el del lunar, que no se le veía por cierto, por la barba de capuchino que llevaba, ante un silencio de necrópolis cantó de todo con el gusto y la maestría conocida.
El público premió con grandes ovaciones al Niño del Darro, y el jurado, formado por los señores López de la Manzanera, Usano de Tena, Navas Camacho, de los Reyes (don Juan), y los inteligentes del fandanguillo don Manuel Villar Rodrigo, el guardia municipal número 89 y el sacristán de la barriada de Alcolea, adjudicó los premios de la siguiente forma:
1.º De cincuenta pesetas, al Niño de Granada.
2.º De cuarenta pesetas, al Hombre de Marchena.
Dos de diez pesetas al Machaco y al Gitanillo.
Además los guitarristas se llevaron lo suyo de parte de la comisión y varias copas de vino.
El número del cante “jondo” ha constituido un gran éxito.
Hoy, último día de verbena, se celebrará la rifa del mantón traca y demás.
También, a las siete de la tarde, Pepe el de las Margaritas, subirá por el torreón del Chimeneón, y ya en lo alto, se arrojará en un paracaídas.
Y se acabó el carbón.
El hombre de los quevedos.
Unas cuantas anotaciones para que el lector esté más informado:
1) El aludido guitarrista "El Rubio" debe ser el mismo que aparece en un recorte de prensa del 5 de mayo de 1920 que Alberto Rodríguez Peñafuerte recogió en su blog el 15 de julio de 2010. En ese recorte podemos leer que los invitados a un perol celebrado cerca de la Puerta de Almodóvar en Córdoba
2) El otro guitarrista, "Antonio el del Lunar", es Antonio Serrano Carmona (Córdoba, 1891-1965), padre del gran tocaor y concertista Juanito Serrano. Lo hemos encontrado en otros eventos junto al cantaor Miguel Milena "Niño de Graná". Por ejemplo en un bautizo celebrado a primeros de marzo de 1923.
5) No faltó el número "chungo" protagonizado en este caso por "el engrasador del 1024". Recordemos que la crónica del Concurso de San Basilio nos dice que algunos de los concursantes tuvieron que salir custodiados por la guardia civil para evitar ser linchados por el público.
6) En el jurado, además de autoridades y miembros honoríficos, estaban tres "inteligentes del fandanguillo", siendo uno de ellos don Manuel Villar Rodrigo, jefe local de los ferrocarriles. Los otros, dos personajes populares, un guardia municipal y un sacristán. En aquella época era frecuente que los sacristanes cantaran sus "goris, goris" en los entierros. Me imagino al de Alcolea soltando sus "latinajos" con aires de fandanguillo.
se solazaron oyendo cantar por lo "jondo" a ese canario flauta conocido por el Niño de Marchena, al que acompañaba el Rubio...
La crónica que hemos puesto más arriba no lo dice explícitamente pero parece claro que el Rubio fue el que acompañó al Niño de Marchena.2) El otro guitarrista, "Antonio el del Lunar", es Antonio Serrano Carmona (Córdoba, 1891-1965), padre del gran tocaor y concertista Juanito Serrano. Lo hemos encontrado en otros eventos junto al cantaor Miguel Milena "Niño de Graná". Por ejemplo en un bautizo celebrado a primeros de marzo de 1923.
Al final del recorte podemos leer:
El popular y célebre "cantaor" Miguel Milena (Niño de Granada), acompañado por el notable guitarrista Antonio Serrano, cantó de un modo inimitable sentidas "soleares" y "siguiriyas".
3) El tercer galardonado, nombrado como "El Machaco", había participado, y parece que de forma distinguida, en el Concurso de San Basilio, celebrado unos días antes y donde también estuvo el Niño de Marchena, su casi seguro ganador. Debe tratarse de Rafael Sierra "Machaco", segundo premio en el concurso que en el mismo barrio se había celebrado en 1922 y en el cual Milena fue jurado.
4) Juan "El Gitanillo", cuarto premio, debe ser el mismo que, aludido como
un gitanillo nombrado como Juanillo el de Sevilla,
participó también en San Basilio.
5) No faltó el número "chungo" protagonizado en este caso por "el engrasador del 1024". Recordemos que la crónica del Concurso de San Basilio nos dice que algunos de los concursantes tuvieron que salir custodiados por la guardia civil para evitar ser linchados por el público.
6) En el jurado, además de autoridades y miembros honoríficos, estaban tres "inteligentes del fandanguillo", siendo uno de ellos don Manuel Villar Rodrigo, jefe local de los ferrocarriles. Los otros, dos personajes populares, un guardia municipal y un sacristán. En aquella época era frecuente que los sacristanes cantaran sus "goris, goris" en los entierros. Me imagino al de Alcolea soltando sus "latinajos" con aires de fandanguillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario