Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

miércoles, 18 de abril de 2018

El clavel rojo vs la blanca azucena

La morenez en la tradición andaluza ha ido ligada a las clases humildes: gitanos, moriscos o mestizos descendientes de los esclavos negros que pulularon por aquí en siglos pasados. También a los campesinos tostados por el sol en sus largas horas de siega, de trilla. Por contra, la tez clara y el pelo rubio eran exclusivas del señorío. Ya lo cantaba el gran Manuel Vallejo en esta copla seguramente traída de Cuba, ese apéndice andaluz en América:

Huelen las negritas a queso,
las mulatitas a aceituna,
y las señoritas blancas
huelen a fruta madura. 

Olores y colores para distinguir. Pues, miren ustedes que, pensando en esto, me encuentro con esta grabación de fandangos de uno de mis cantaores más estimados:




Sí, Pansequito, de su álbum Soñaba el poeta, grabado en 1981 junto a Paco Cepero. Reparemos en la segunda copla.

Claveles rojos,
carnes de mujer morena
huelen a claveles rojos.
Las blancas huelen a azucena
y por eso yo a ti te escojo
porque tú eres pa mí la más buena.


Está claro que el cantaor prefiere el clavel rojo de su gitana frente a la blanca azucena de las otras mujeres. Pasados más de 20 años, volvió a usar la misma letra pero ahora por tarantos en el disco Como los gitanos éramos, de 2002, acompañado a la guitarra por Tomatito. Escuchen y disfruten: