Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

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sábado, 16 de enero de 2016

Un evangelio gitano

Hace pocos días hablábamos del álbúm Ven y sígueme del trío El Lebrijano-Manolo Sanlúcar-Rocío Jurado y señalábamos que el cantaor de Lebrija ya había incluido en su discografía textos evangélicos. Fue cuando en 1972 grabó para la Philips un vinilo de título La Palabra de Dios a un gitano. Aquí los textos, adaptados a la métrica flamenca por su hermano Pedro Peña, fueron tomados casi literalmente de los oficialmente reconocidos por la Iglesia. Pedro puso también su guitarra, junto a la de Manolo Sanlúcar. Hubo un coro flamenco en el que intervino su madre, María La Perrata, hubo orquestación arreglada y dirigida por José Torregrosa, compositor del que ya habíamos hablado en nuestro artículo sobre la Misa Flamenca de 1966. Intervino, no sé si como asesor o como productor. el periodista Alfonso Eduardo Pérez Orozco. De hecho, en el ejemplar que adquirí y conservo de este disco, pedí al poco de comprarlo que me estamparan sus firmas tanto El Lebrijano como Pedro Peña y Alfonso Eduardo.

Nueve son los registros de este vinilo:

Sermón de la montaña (Romance)
Peligro de la riqueza (Tonás)
Entrad por la puerta estrecha (Peteneras)
En el reino de los cielos (Bulerías)
A los humildes (Cabales)
No atesorad en la tierra (Nanas)
En la oración (Tangos)
El perdón (Martinete y seguirillas)
Las bienaventuranzas (Bulerías)

A modo de muestra, aquí les dejo los dos finales:


miércoles, 6 de enero de 2016

Ven y sígueme (De cuando El Lebrijano se hizo llamar Mateo)

Que al buen amigo Juan Peña, El Lebrijano, le atraían los textos evangélicos ya lo dejó patente en 1972 con su L. P. La palabra de Dios a un gitano, del que esperamos hablar algún día. Años más tarde, en 1982 concretamente, se embarcó en un proyecto más ambicioso realizado a medias con el guitarrista Manolo Sanlúcar, autor de parte de los textos cantados y de todos los arreglos musicales. Y por si las personalidades de Juan y Manuel no fueran suficientes para llevar la obra a feliz puerto, que lo eran, se apoyan en la indiscutible señora de la copla (que nunca olvidó sus comienzos como cantaora), la chipionera Rocío Jurado

Fruto de esta conjunción a tres fue un álbum con dos lepés titulado VEN Y SÍGUEME con subtítulo Un gitano llamado Mateo. Se trata de una versión, de una interpretación de ciertos fragmentos de los Evangelios pero trasladados a nuestro tiempo y a la geografía andaluza en la que Manuel, Rocío y Juan no están solos. También toca la guitarra Enrique de Melchor, también cantan El Moro, Miguel El Rubio, Fernando Gálvez, Adela La Chaqueta y Loli de Melchor, hay un coro flamenco y un coro clásico (dirigido por José Miguel Évora), intervienen dos recitadores: Enrique Pantoja y el omnipresente Jesús Quintero.  


Hasta 23 registros en los que predominan las músicas flamencas aunque también tengamos tonadas andaluzas más cercanas al mundo de lo que llaman copla. Una obra en conjunto más que notable que parece dormir allí donde el olvido habita. ¡Una pena que las nuevas generaciones la desconozcan! Por nuestra parte, nos limitaremos a ofrecerles tres muestras:

1) ¡Ay, mare, quien pudiera!, donde Rocío Jurado luce espléndidamente cantándonos unos aires huelvanos


2) Prendimiento. Tema a caballo entre las tonás y las saetas en la voz del Lebrijano

3) En el mercado. Una original recreación de lo que sería un mercaíllo de cualquier barrio ciudadano o de cualquier pueblo andaluz. El Moro, Fernando Gálvez y otros (entre los que sobresale Adela La Chaqueta) pregonando su mercancía

lunes, 3 de noviembre de 2014

María Vargas, Reina Gitana del Cante



En Jerez de la Frontera, año 1968, fue coronada como REINA GITANA DEL CANTE una bellísima veinteañera, natural de Sanlúcar de Barrameda, de nombre María Vargas Fernández. A modo de corona, pusieron sobre su cabeza la peineta que en su día usara la célebre bailaora jerezana Juana "La Macarrona" (1860-1947).





Yo ya habia conocido a esta cantaora en el madrileño tablao de Las Brujas, cuando éste estaba en su mejor época con gente como Manuel Sordera, Fernando Terremoto, El Chato de la Isla o El Perlo de Triana. Voz clara, muy fresca, cargada de sentimiento flamenco. Después, 1970, volví a encontrarla ilustrando conferencias al poeta y experto en flamenco Manuel Ríos Ruiz 

Aunque anteriormente había grabado algunos cantes, en ese mismo 1970 se publicó, con sello CBS, un vinilo de larga duración y título María Vargas, Reina del Cante Gitano. Le acompaña a la guitarra su paisano Manolo Sanlúcar y en él María nos hace

Bamberas, Fandangos, Taranto, Malagueña,
Alegrías, Bulerías, tres temas por Bulerías,
Soleá por Bulerías, Soleares, Seguiriyas.



Los fandangos pueden oírlos enlazando con nuestro particular Museo. Ahora vamos con la popular canción Antonio Vargas Heredia, de Oliva, Merenciano y Mostazo, preciosa sin duda pero en la que los autores trocaron un poco la geografía y nos colocaron la Sierra Morena entre Puente Genil, Lucena, Loja y Benamejí..



Del mismo disco tomamos este cante por soleares donde María derrocha sentimiento::


Después de 1970 le perdí un poco la pista a María Vargas. Curiosamente hace unos meses la encontré en Facebook y naturalmente le pedí amistad.  Aquí sigue nuestra cantaora en plena madudez con la misma belleza, la misma sonrisa, el mismo brillo en los ojos. La misma vitalidad. Y sigue en activo. En Madrid, donde reside, dará un recital, acompañada por el guitarrista Paco Jimeno, el próximo 22 de noviembre. Tendrá lugar en la sala García Lorca de la fundación Casa Patas. Pena de no vivir en la capital para acercarme a oírla. Háganlo en mi nombre mis amigos madrileños.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Serranas con Verdial

No deja de llamar la atención el hecho de que en muchas ocasiones los artistas del género flamenco rematen su cante con algún tipo de fandango. Eso fue muy frecuente en el primer cuarto del siglo XX cuando se ejecutaban cantes mineros y levantinos en general. Escacena y La Niña de los Peines lo hacían habitualmente. Esa costumbre se perdió, aunque la retomaron los cantes por malagueñas: Varea, Rafael Romero, Enrique Morente... Hicieron buena siembra porque en la actualidad parece que se ha convertido en algo de obligado cumplimiento enlazar la malagueña con una tanda de lo que han dado en llamar "cantes abandolaos". Curiosamente, tanto en lo que decíamos de principios del siglo XX como en lo que decimos de hoy mismo, uno de los fandangos más frecuentes era y es el de Lucena en sus diversas variantes.

Lo que ignoran los aficionados jóvenes es que también hubo una época en que se remataba con un fandango de tipo verdial, granadino en general, nada más y nada menos que el cante por serranas. Les traigo dos muestras:


Ya lo han oído, La Niña de Antequera con el guitarrista sevillano Pepe Martínez. Ignoro la fecha de esta grabación, pero sí les digo que en 1971 se registró esta otra con la guitarra de Manolo Sanlúcar y el cante de La Niña de la Puebla.

lunes, 27 de mayo de 2013

¡Así se canta gitano!














Una frase frecuente entre los jaleadores de los discos flamencos es la de
¡Así se canta gitano!
Nunca la he entendido del todo. ¿Hay una manera particular de cantar flamenco para los de raza gitana? En mi humilde opinión diré que no, que no existe una serie de cualidades comunes a los gitanos cuando cantan. ¿Lo hacía igual El Cojo de Málaga que El Niño Gloria?, ¿Manolo Caracol que Antonio Mairena?, ¿Sernita que El Borrico de Jerez? ¿Canta igual Gabriel Moreno que Juan El Lebrijano?, ¿Pansequito que Rancapino?, ¿El Cigala que Antonio Reyes? Lo que sí hay es gitanos que cantan maravillosamente bien, igual que los hay entre los payos. Unos y otros, los que cantan bien, son patrimonio no ya de Andalucía ni de España sino de la Humanidad y eso no porque lo dijera la Unesco, que esa señora (y sobre todo los políticos que se lo pidieron) vale más cuando calla. Son patrimonio universal porque universal es el Arte. ¿Quién le va a poner barreras a esto si, como dice la copla, "el campito no tiene llave"?

Sin embargo el dilema "cante gitano-cante andaluz" no termina de ser desterrado. Se hizo muy fuerte en los años del mairenismo y aún pervive, aunque los gitanistas de ahora vayan por otros derroteros: Mairena y sus discípulos residuales no les interesan sino que hablan (como si ello fuera una virtud) de voces rotas, de sonidos negros como el betún, de arañar los cantes..., se escoran, geográficamente hablando, hacia artistas de Jerez y su entorno. No quería dar nombres pero hay uno que parece sagrado para los neogitanistas. Me refiero, aunque él mismo sea escéptico en eso de que los gitanos cantan mejor, a Manuel Agujetas. Vamos a oírlo en una de sus primeras grabaciones. Junto a la guitarra de Manolo Sanlúcar y en el año 1970, cantaba así por seguiriyas.


Recuerdo que la aparición en el universo flamenco de este cantaor fue un auténtico revulsivo en los grupos de aficionados madrileños. A mí ni me gustó entonces, ni me gusta ahora, por más que respete a sus admiradores y, por supuesto, al propio artista. Lo traigo a colación, como he dicho más arriba, porque parece ser el norte y guía de muchos gitanistas actuales. Por mi parte y después de oírlo, no tengo otro remedio que "purificarme" en cante-cante. Corría 1948 y acompañado por Melchor de Marchena, así cantaba el más puro de los gitanos:

sábado, 15 de octubre de 2011

Sanlúcar por malagueñas

Para Porverita

(Aclaro a quien acceda por primera vez a este artículo que ha cambiado el título Sabicas por malagueñas por el de Sanlúcar por malagueñas, habiéndose cambiado también un vídeo del pamplonica por otro del gaditano. La explicación la encontrarán leyendo los comentarios que lo acompañan. Cometí un error y estoy tratando de remediarlo).

Hipólito Rossy en su Teoría del Cante Jondo viene a decir que hay tres tipos malagueñas: la corrida o verdial, la de cante y la instrumental. De esta última escribe en la página 233:

La instrumental ha corrido el mundo entero en viaje triunfal y sigue triunfando dondequiera que se oye. No hay guitarrista de cualquier país que no toque algo de malagueña instrumental, y existen multitud de ediciones y discos gramofónicos que la reproducen, estando también en el repertorio de todas las compañías de ballets.

La verdad es que uno, tan de pueblo, no sabe a qué malagueña se refiere Rossy, salvo que hable de esa maravillosa composición que hizo el canario-cubano Ernesto Lecuona y, en fin, de cosas similares a ésta. Pero, digo yo, ¿qué tiene esto que ver con el Cante Jondo al que dedica su libro?

Claro que las malagueñas flamencas e instrumentales sí que existen: son las que han compuesto nuestros guitarristas de concierto. Escuchen ésta de Manolo Sanlúcar donde se aunan la malagueña para cante y la verdial.