Para ir de Córdoba a Jaén teníamos que coger la carretera de Madrid hasta El Carpio. Allí nacía otra vía que pasaba por Bujalance y Cañete de los Torres antes de adentrarse en la provincia vecina. Ya en ella, la primera población era la villa de Porcuna.
La peña flamenca local se llama "La Temporera" porque también allí había un canto de besana con dicho nombre. No "pajaronas" como en la cercana Bujalance, sino "temporeras" como en los pueblos de la campiña cordobesa. Tenemos una grabación realizada por un cantaor del cual carecemos de datos, salvo que se anuncia como Niño de Porcuna. Vamos a escucharlo:
Copiemos las letras:
Aperaor de bueyes,
besana larga,
espérame temprano
en tu ventana.
besana larga,
espérame temprano
en tu ventana.
Estando mi mare en misa
vino mi novio.
¡No durara la misa
hasta el otoño!
Anda, Pepe, vete ya
por la verea,
porque viene mi mare,
que no te vea.
vino mi novio.
¡No durara la misa
hasta el otoño!
por la verea,
porque viene mi mare,
que no te vea.
No se usa el verso octosílabo encontrado en los cantos de besana de Canarias, de la campiña de Córdoba, de Granada o de Málaga. La estrofa es de seguidillas como en las "pajaronas" de Bujalance.
Otra observación. No dudo de que en Porcuna, cuna por cierto de mi amigo el importante físico teórico Francisco González Gascón a quien saludo desde aquí, haya una tradición de cantos de besana. Pero no creo que los gañanes al uso usaran guitarra, ni se acordaran de la liviana, de la seguiriya y hasta de la cabal como apreciamos que hace el bueno del Niño de Porcuna.