Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

domingo, 19 de febrero de 2017

El Fandango "chacarrá" de Tarifa

Sin duda el fandango chacarrá que se cantaba y que se conserva en el sur de la provincia de Córdoba, allá donde los municipios de Rute y de Iznájar(1), es un cante antiguo. Presumo que cuando menos tan antiguo como lo sean los fandangos almerienses de Cuevas de Almanzora, los jienenses de La Hiruela o de Castillo de Locubín, los granadinos de La Peza y Güejar-Sierra, los gaditanos de la zona de Tarifa, y,  por supuesto, tan antiguo como los que en la provincia de Málaga se nombran como verdiales de los Montes, de Almogía o de Comares.

Todos ellos son derivaciones del primitivo fandango arábigo-andaluz trasmitido por los moriscos que sobrevivieron en las serranías de lo que había sido el Reino de Granada una vez que éste pasó a control cristiano. Quiero decir con esto que nunca he visto claro eso de que surgieron en alguna comarca malagueña y de allí fue exportado a otras provincias (los que así lo afirman ponen hasta el vehículo: los arrieros que repartían por doquier la fruta y otros productos malagueños).

Hemos nombrado al fandango de Tarifa y, añadimos ahora, observamos que se le denomina con el mismo nombre de chacarrá usado en Córdoba. Campesino, festero y bailable como su homónimo cordobés (en realidad como todos los fandangos nombrados más arriba), su hábitat se extendía por los lugares de Guadalmesí, El Lentiscal, Tahivilla, Valdevaqueros, Los Porros, Betis, El Chaparral, Las Caruelas, Facinas y, por descontado, Tarifa pueblo. Llegaba incluso a términos municipales próximos como Vejer de la Frontera o Zahara de los Atunes.

Sin duda, entre Iznájar y Tarifa hay un buen trecho, tanto que se hace extraño que ambos sitios usen el mismo término para su fandango particular, término por otra parte muy poco usual: chacarrá. En las redes hemos encontrado un artículo titulado El "Chacarrá" de Iznájar, firmado por Antonio Quintana Jiménez, vecino ese pueblo cordobés. En dicho artículo se nos dice lo siguiente:

Curiosamente no hace muchas décadas el nombre de nuestro fandango, chacarrá, fue trasplantado al área de Tarifa (Cádiz). Según se cuenta, en los años 40, poco después de terminada la contienda española, unos militares de este terreno que visitaron la zona, que llegaron a casarse con tarifeñas y se afincaron allí, aplicaron el nombre iznajeño de "chacarrá"a los fandangos de la zona.

Es decir, según el señor Quintana el término habría sido acuñado en tierras cordobesas y de ellas exportado en los años cuarenta del siglo XX a las tarifeñas. Aurelio Gurrea Chalet, flamencólogo con residencia en Estepona (Málaga), dedicó hasta tres artículos(2) a la glosa y estudio del fandango tarifeño. En el primero de ellos parece que Gurrea confirma la tesis de Quintana Jiménez en el sentido de que el nombre de chacarrá fuera aplicado al fandango de Tarifa en los citados años cuarenta por parte de unos militares que anduvieron arreglando caminos y pistas para emplazamiento de cañones. Pero Gurrea no dice en ningún momento que esos militares fuesen naturales de Iznájar. Por el contrario, indica que chacarrá surgió como onomatopeya del sonido producido por los instrumentos que acompañaban a su cante (ya se sabe, además de la guitarra, se hacía percusión con las castañueñas, platillos, panderetas, almirez, botellas de aguardiente, cucharas..., los mismos instrumentos y utensilios que en otras comarcas fandangueras, salvo la malagueña donde sus pandas suelen añadir el violín).

De ser cierto lo que nos dice Aurelio Gurrea, ¿qué pasó?, ¿la palabra surgió en Tarifa y la copiaron los iznajeños y los ruteños?  Personalmente carecemos de argumentos y de medios para tomar posición, así que, dejémoslo así: ambos chacarrás, el cordobés y el gaditano, existen y siguen vivos. Eso es lo importante.

Como ilustración de este fandango tarifeño, les invito (y así me despido por hoy) a escuchar un par de grabaciones:

Grupo Almadraba, 1983


Agrupación Nuestra Señora de la Luz, 1994


(1) A ellos ya nos referimos en el artículo del pasado 16 de febrero. Pulsen aquí para consultarlo.

(2) El Chacarrá 1, 2 y 3, publicados en 1992 en los números 4, 5 y 6 de la revista Aljaranda editada por el Ayuntamiento de Tarifa.

2 comentarios:

  1. Estimado Andrés estuve las semanas pasadas en Europa y unos pocos días en Madrid. Tuve oportunidad de visitar la exposición sobre Flamenco en la Biblioteca Nacional y la verdad es que a pesar de que la muestra fue muy buena y dentro de lo posible bien presentada -en lo que se refiere al material- porque el área destinada era bastante pequeña y el recorrido un poco apretado. Me alegró ver el reconocimiento hecho a Morente a quien se le pone al nivel de importancia de Camarón y Paco de Lucía.
    Estoy seguro que la Biblioteca cuenta con material como para armar la gran exposición que el flamenco merece. Fotográfico, literario, de audio, de imagen y multimedia.
    Estuve también por Granada y con pena debo decir que los espectáculos flamencos que pude ver están mas orientados al turismo que a mantener viva esta expresión de arte jonda y dolorosa. Todo son rumbas y alegrías.
    Saludos cordiales desde Lima.

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