Desde que era nene me hice admirador de Pepe Pinto. Lo oía en la radio de mis padres y escuchaba sus cantes en las bocas de los aficionados de mi pueblo. Varias veces lo disfruté en persona cuando llegaba con las troupes tan frecuentes en aquellos años. La última vez, siendo yo mayorcete, la recuerdo con emoción porque esa noche pude hablar con él en la barra del bar durante el descanso. Era aquel espectáculo que, a mediados de los años sesenta, pasearon por toda España Juanito Valderrama, el Pinto y Fosforito.
Años más tarde, viviendo yo en Madrid, me enteré por la prensa de su fallecimiento. El recorte de la izquierda es del diario ABC de Sevilla, con fecha del 7 de octubre de 1969. Por tanto, murió el día 6 y por eso hoy se cumplen 50 años de su marcha al Cielo de los Flamencos.
De nombre José Torres Garzón, nació en Sevilla el 22 de julio de 1903. Muy joven se inició en el cante flamenco y se dio a conocer en 1917 casi a la vez que sus coetáneos El Carbonerillo y Pepe Marchena. Más adelante se enamora perdidamente de Pastora Pavón, La Niña de los Peines, con algunos añitos más que él, y acaban casándose en 1933. La amó y la reverenció, convirtiéndose en su más mimoso cuidador cuando Pastora perdió facultades, primero físicas, después mentales. El destino quiso adelantar su muerte ya que Pastora falleció en el mismo año pero en el día 26 de noviembre, o sea, 51 días más tarde.
Voz redonda, flamenca, transmisora cálida de sentimientos, estamos ante un cantaor largo aunque, a nuestro modesto entendimiento, destacara en seguiriyas, soleares, malagueñas y fandangos. En este cuadernillo de mis memorias flamencas, Pepe Pinto es uno de los cantaores que más veces ha aparecido y del que he ofrecido más grabaciones(*). No me extiendo, por eso, en este día y me limito a ponerles unas seguiriyas que grabó con Ramón de Algeciras y Manolo Carmona cuando iba en la tourné citada que hizo con Valderrama y Fosforito. Trágica y patética la primera letra
Libradme, Dios mío,
Dios mío, libradme,
como me libre,
así me libre,
de una mala muerte
y de un mal incurable.
Se ve que el Buen Dios estaba distraído y, el 6 de octubre de 1969, Pepe tuvo una muerte mala provocada por el mal sin cura de su Pastora.
(*) En estos enlaces se habla y se escuchan cantes de Pepe Pinto:
2011-06-06: ¿Cuándo entró el Flamenco en la Universidad?
2011-11-29: Aciago otoño para los flamencos aquel de 1969
2013-08-30: El feminista Pepe Pinto
2014-01-29: Pepe Pinto cantando unas tarantas
2014-03-17: A vueltas con las Bamberas
2014-07-14: Cantando por Fandangos (III), Un cierre que no es por crisis
2015-01-04: El Mirabrás en la historia de la discografía flamenca (IV)
2015-02-04: El testamento discográfico de Pepe Pinto
2015-10-01: EL PINTO por SOLEARES (Algunas muestras)
2015-10-08: EL PINTO por SEGUIRILLAS (Algunas muestras)
2016-04-20: Serranas y Peteneras
2016-09-01: ¿Bamberas o Fandangos de Aznalcázar?
2017-01-22: ¿Es el "fandango floreño" un fandango local?
2019-08-07: Faustino y sus joteras alegrías
2011-06-06: ¿Cuándo entró el Flamenco en la Universidad?
2011-11-29: Aciago otoño para los flamencos aquel de 1969
2013-08-30: El feminista Pepe Pinto
2014-01-29: Pepe Pinto cantando unas tarantas
2014-03-17: A vueltas con las Bamberas
2014-07-14: Cantando por Fandangos (III), Un cierre que no es por crisis
2015-01-04: El Mirabrás en la historia de la discografía flamenca (IV)
2015-02-04: El testamento discográfico de Pepe Pinto
2015-10-01: EL PINTO por SOLEARES (Algunas muestras)
2015-10-08: EL PINTO por SEGUIRILLAS (Algunas muestras)
2016-04-20: Serranas y Peteneras
2016-09-01: ¿Bamberas o Fandangos de Aznalcázar?
2017-01-22: ¿Es el "fandango floreño" un fandango local?
2019-08-07: Faustino y sus joteras alegrías
enhorabuena y gracias por estos sonidos
ResponderEliminarSiendo niño, y al comienzo de la adolescencia, escuchaba yo también los cantes que ponía mi padre, al que le encantaban los fandangos, y aquellas mezclas de cantes y recitados que hacia el Pinto. Para mí en aquella época los mejores eran Fosforito y Luis de Córdoba, y tenía de El Pinto una opinión no favorable, como cantaor menor, de un estilo comercial lagrimero. Ya veinteañero, un amigo gitano de Ecija, que no era de los férreos puretas, me puso una siguiriya suya: "Te apartaste de mi vera", y sobre todo la segunda ¡Qué dolor más grande, qué pena, qué pena!......” Tuve que resetear mi opinión, y volver a escucharlo desde entonces sin prejuicios prestados. Siguen sin gustarme algunas cosas, pero hay otras como las siguiriyas , la soleá y la malagueña, que son para quitarse el sombrero. E incluso alguna como el “fandango/bambera” que escuché gracias a usted hace algunos años, que no tiene nada que envidiar a la versión de su mujer.
ResponderEliminarGracias, Andrés.