Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

domingo, 8 de septiembre de 2019

MARÍA LA MARRURRA, la cantaora americana que yo conocí

En Jacksonville (Florida, Estados Unidos de América) nació en el año 1942 una niña de nombre Moreen Silver. En su época universitaria conoció a Chris Carnes, quien había aprendido y tocaba la guitarra flamenca. Se ennovian y Chris, a la vez que el corazón, le entregó su pasión por Flamenco, la cual prendió de tal forma en Moreen que se quedó con ella para el resto de su días. Juntos estudiaron, profundizando Chris en la guitarra y Moreen en el cante, tomando contacto con la compañía de Carmen Amaya. Ya casados, deciden viajar a España en 1968 y se establecen en Morón de la Frontera (Sevilla) y tratan con personajes como Joselero, Diego del Gastor, Juan Talega o Antonio Mairena. Llegan a tener, entonces, la oportunidad de pisar algún escenario. Concretamente en Utrera, Moreen, que ya había castellanizado su nombre y respondía por María, ejecutó las seguiriyas de Diego El Marrurro y la gitanería local dio en bautizarla como María La Marrurra, nombre con el que se la conoció desde aquel día hasta hoy.

Después de un tiempo en nuestra patria, Chris Carnes retorna a Estados Unidos, pero María no lo acompaña y se afinca en Madrid adquiriendo un piso en el céntrico barrio de Chamberí. Se acomoda enseguida en el mundillo flamenco de la capital y allí fue donde yo la conocí y traté. Me refiero al bienio 1970-1971, cuando María andurrea por la Peña El Charlot, la Cervecería Alemana de la Plaza de Santa Ana, por Casa Gayango, los Tablaos, o sea, los mismos lugares donde nos veíamos el periodista Paco Almazán, Juanito Martínez el de las caricaturas, Alvarito el hijo del Gobernador Civil de Toledo, Matrona, Morente, Juanele de Jerez, Miguel Vargas, Curro Lucena, etc., añadiendo a mis amigos y compañeros de La Hermandad. En especial, María hizo muy buena amistad con el gran cantaor Rafael Romero. A Madrid llegó con el cante ya aprendío y cuando cantaba no se andaba con chiquitas sino que directamente se iba a las tonás, a las seguiriyas, a las soleares, sin que al escucharla nadie pensara que estaba cantando una mujer norteamericana. ¡María sonaba flamenca! 

En el verano de 1970 participó en un Concurso de Cante, compitiendo con Diego Clavel, Manuel Gerena y Miguel Vargas, ante un jurado formado por Pepe el de la Matrona, Agustín Gómez y Andrés Raya(1). Al año siguiente grabó un L. P. para la firma MoviePlay, acompañada por Melchor de Marchena, siendo muy bien jaleada entre otros por el cantaor Rafael Romero. Su contenido era
Seguiriyas, Bulerías de Triana, Fandangos, Martinetes, Fandangos del Gloria, Farruca, Soleares, Bulerías por Soleá, Tangos
firmando don Antonio Mairena como autor único 4 de los de los 9 temas y otros 2 como partícipe(2).

En 1972, la entrevistó Paco Almazán para la revista Triunfo y en 1973 Velázquez Gaztelu la llevó a Rito y Geografía del Cante Flamenco, cuando yo vivía fuera de Madrid. Después pasaron muchas cosas, alguna muy desagradable para María, de las que prefiero no hablar por carecer de información directa. Vayamos, pues, a escuchar algunos cortes del disco


1) Bulerías por Soleá (Cuando tú me eches de menos)

2) Seguiriyas (Grandes eran mis penas)

3) Fandangos (Yo quisiera conseguir)

4) Soleares (Hasta la fe del bautismo)


(1) Véase información de ese concurso en este enlace
1970, Primera Porra de Archidona

(2) No deja de ser curioso que muchos cantaores, Antonio Mairena en este caso, firmen como autores músicas que se saben populares lo mismo que letras que figuran en viejos cancioneros. Claro, si ponen "Popular" nadie va cobrar por ello en SGAE y muchos dirán que más vale recoger algo ligado a su trabajo antes de que, como se dice, se lo lleve el diablo.

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