Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

domingo, 1 de junio de 2014

Agosto de 1923: Flamenco en un patio cordobés

Les traigo la portada del diario cordobés "La Voz" del día 11 de agosto de 1923.


Una foto de un tal Santos, en cuyo pie leemos el siguiente texto:

En un patio cordobés y en estas noches místicas y sureñas, suele "hacerse" un poquito de juerga, por unos cuantos amigos de buen humor entre música de guitarra, algún quejumbroso "cantaor" y unas copas de buen vinillo cordobés. Hay que alegrar la vida discretamente, aunque solo sea para olvidar un poco las preocupaciones habituales, la fecha de pagar al casero, el plazo para la cédula personal y otras por el estilo.

¿Quién baila? ¿Quién sería el cantaor? ¿Miguel Milena "Niño de Graná"? ¿Tal vez el montillano Félix Gallardo "Niño de la Rosa"? ¿Y ese guitarrista tan elegante? ¿Antonio Serrano "El del Lunar", Alfonsillo Alfaro "El Cordobés" o quizás "El Rubio"? No lo sabemos ni creo que vaya a ser fácil el averiguarlo, pero de lo que no cabe duda es de que la reunión es muy requeteflamenca. Además, testimonia que el Flamenco se disfrutaba no solamente en espectáculos, que abundaban por aquella época,  o en las verbenas de las diversas barriadas, en las que era habitual incluir un "Concurso de Cante Jondo", sino también en la reunión de aficionados tal como, pasado casi un siglo, se sigue haciendo en la actualidad.

Presentada la foto, ¿qué música ponemos? Se me ocurre una grabación del mismo año 1923 en la voz de un cordobés, si no de la capital, sí de un pueblo muy cantaor. Les dejo con unas tarantas de El Niño del Genil. Le acompaña a la guitarra su hijo "El Malagueñito".

2 comentarios:

  1. ""...aunque solo sea para olvidar un poco las preocupaciones habituales, la fecha de pagar al casero, el plazo para la cédula personal y otras por el estilo...""

    Ya ves, amigo Andrés que, por entonces, también preocupaba a algunos flamencos problemas más prosaicos que el puro arte...

    Saludos flamencos

    ResponderEliminar
  2. Así es, Pedro. Siempre vino bien un ratico de asueto para olvidar los problemas de cada día.

    ResponderEliminar