Los años sesenta y setenta del pasado siglo fueron los de apogeo para los llamados Festivales Flamencos. Los de Mairena del Alcor, Morón, Utrera o Lebrija, fueron pioneros y sin duda los más importantes de ellos. Con nombres muy gastronómicos. Por ejemplo, el de Morón se conocía como "El Gazpacho" . Pues he aquí que en la noche del 24 de agosto de 1969 se celebró su VII edición, esta vez en homenaje al cantaor Antonio Mairena. De esa noche es esta foto,
una auténtica joya donde podemos ver a Antonio Mairena, Manuel Mairena, Enrique Morente, Camarón de la Isla, José Menese y Chocolate.
Algunos festivales fueron criticados por no estar dirigidos al público popular y, por el contrario, acabar convertidos en eventos sociales para lucimiento de las burguesías locales. Uno de ellos debió de ser este de Morón, según nos narraba unas semanas después Francisco Almazán en la revista Triunfo:
El gazpacho, ofrecido por el Excelentísimo Ayuntamiento en homenaje al maestro Antonio Mairena, costaba alrededor de los sesenta duros. por lo que en esta ocasión aquello de que el trabajador andaluz "con un gazpachito...". Bueno, pues esta vez ni eso. El pueblo, el creador del cante, se quedó en la Alameda contemplando desde los setos a los dones, doñas, señoritos y señoritas, todos de punta en blanco. Entre focos verdes, rojos y amarillos, ir y venir de los camareros y una conversación de mil diablos, era insufrible contemplar cómo nuestros depositarios del cante -de procedencia herreros, zapateros, canasteros- se esforzaban por hacerse escuchar, por lograr la comunicación, por gritar su verdad entre aquel público encopetado del Círculo Mercantil.
Así debió de ser. Otro escritor, en este caso el gaditano-sevillano Manuel Barrios acudió para hacer la crónica para el diario ABC y cuando la publicó principiaba con estas palabras:
Así no hay manera de ser objetivo, compañero; con estos amigos de Morón colmándonos de atenciones, por delante la mano abierta del afecto sincero y la sonrisa de la cordialidad. Así no hay manera , pero invoquemos la ayuda de San Marcos, patrón de los notarios, para dar fe de lo que pasa en este VII Gazpacho que cierra el ciclo de los buenos festivales flamencos en la provincia
Sigue comentando las actuaciones de Fernandillo de Morón y de Luis Caballero. El siguiente es el cantaor de Granada y Barrios se despacha con este párrafo:
¿Sabes. compañero, lo que ha dicho José Blas Vega? Que Morente cuenta con las condiciones necesarias para lograr las más difíciles empresas: magnífica voz, con potencia y equilibrio para dominar agudos y graves. Debe de ser verdad, pero en Morón le canta otro gallo a Morente. ¿Qué haces muchacho? Mira que has empezado con malagueñas y las estás ligando con una especie de granaína. ¿Unas seguiriyas ahora? Pues sí: "A canelita y clavo". Cuidado, Enrique, que están aquí los Mairena, y Chocolate, y Menese... No alargues tanto el tercio que se te escapa. ¿No lo dije...?
¡Cómo me hubiera gustado estar presente para oír lo que realmente Morente hiciera por malagueñas! ¿Ignoraba Manuel Barrios que la frontera entre malagueñas y granadinas es a veces prácticamente inapreciable? En cuanto a las seguiriyas, ¿por qué había de temerle nuestro cantaor a la presencia de los Mairena o Chocolate y, mucho menos, a la de Menese? Un año después, en el homenaje a Juan Talega celebrado en Madrid, delante de cantaores como los tres Mairena, Fernanda, Rafael Romero, Juan Varea, Lebrijano, Camarón y también Menese, Enrique hizo unas seguiriyas que fueron de lo más aplaudido de la noche. Sin duda Barrios se equivocó, sufrió esa noche un ataque de "sevillanitis aguda". Han pasado muchos años y el tiempo le ha dado la razón a las palabras de Blas Vega que Barrios cita.
Otro resistente, este Morente. ¡Lo que tuvo que aguantar y nunca tiró la toalla!
ResponderEliminarLe costó su tiempo, pero al final conquistó Andalucía. No obstante, es de justicia indicar que hubo gente andaluza de peso en el mundo flamenco que creyó en Morente desde el primer momento. Un nombre clarísimo: el poeta jerezano Manuel Ríos Ruiz.
EliminarMe encanta tu mirada crítica sobre la historia flamenca amigo Andrés, lo cual provoca relectura y puesta en orden. Las crónicas de los años 60-70 y 80, en muchas ocasiones estuvieron muy marcadas por un Mairenismo... que no se correspondía en absoluto con la verdad. Tienes todavía muchas cosas que contar y yo muchísimas ganas de leerte y aprender de us experiencias. Un abrazo y muchas gracias por lo que nos enseñas.
ResponderEliminarAntonio, no te pases. Aquí, el que aprende a diario de Bohórquez, de Faustino o de ti mismo soy yo. Gracias de todas formas por tus palabras y un abrazo
EliminarHonestamente, soy de los que a finales de los sesenta y principios de los setenta vislumbré que en Norente había algo distinto, grandioso y que al final rompería todas las trabas de estos seudosabios que solo miraban al mairenismo
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