Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

jueves, 25 de agosto de 2022

Flamencos en el olvido: JESÚS PEROSANZ


Salvo gente de mucha edad y afición, te dirán que no saben nada (incluso que ni les suena el nombre) si fueras y le preguntaras por un el cantaor de nombre artístico Jesús Perosanz, nombre que coincidía con el real pues dicho cantaor, nacido en Madrid en 1907, se llamó Jesús Perosanz Sierra. Con sólo 21 años ya era famoso en el ambiente flamenco madrileño. Tanto que su nombre fue elegido para participar en el estreno de la comedia lírica La Copla Andaluza, original de Antonio Quintero y Pascual Guillén, hecho que tuvo lugar en el Teatro Pavón el día 22 de diciembre de 1928.




A partir de ahí, participó en muchos de los espectáculos de Ópera Flamenca vigentes en aquella época recorriendo con ellos todas las Españas y viajando incluso a las Américas. Cuando la incivil guerra del 36-39, se marchó a Buenos Aires donde permaneció  hasta mediados los años cincuenta. De nuevo en España, vuelve a actuar recuperando La Copla Andaluza junto a Jarrito o incorporándose a compañías como las de Rafael Farina y la Paquera de Jerez. Se retira en sus últimos años y fallece en Madrid el 17 de marzo de 1985.



De voz muy cantaora, limpia, redonda, con el sonido de "campana de oro", como dijo Paco Meana en una entrevista que le hizo para el Correo Extremeño el 31 de octubre de 1929, Perosanz confesaba que los cantaores de flamenco no cantamos como los "otros" cantantes; cantamos y sufrimos; por eso quizá el "cante jondo" llega tan adentro del que lo oye y está predispuesto a sentirlo. ¡Qué bien define al cantaor y a la vez al aficionado como persona "predispuesta a sentir el cante"!


Perosanz grabó bastantes discos de pizarra junto a Manolo de Badajoz en torno a los años 1929-1930. Vuelto a España y ya en formato de vinilo volvió a grabar con Luis Maravilla y con Paquito Simón. Hago una selección para ustedes y les dejo. Saludos desde el horno cordobés.

1) Granadina-Malagueña y Verdial de Lucena (Mi mayor venganza sería, En criticarme más), con Manolo de Badajoz


2) Taranta (Y lo llevo muy a gala), con Manolo de Badajoz


3) Milonga (En un manicomio un día), con Manolo de Badajoz


4) Seguirillas de Manuel Torre y Manuel Molina (Tan grandes eran mis penas, Y no me dés más pena), con Manolo de Badajoz


5) Soleá (Los pajarillos despiertan), con Luis Maravilla


6) Malagueña del Canario (Antiguamente eran dulces), con Paquito Simón


7) Verdiales (Marinero sube al barco), con Paquito Simón


8) Taranta y Fandango (Pá la Feria de Linares, Cartagena está de feria), con Paquito Simón

domingo, 12 de diciembre de 2021

Carta a MORENTE, once años después...

Querido Enrique: Once años han pasado desde que decidiste subir a cantarles soleares, malagueñas, tarantas, alegrías, etc., al Buen Dios y a su corte celestial. Aquí no solamente no se te olvida sino que tu nombre sigue estando en la boca de los buenos aficionados. Tu obra ha fructicado y el personal ha entendido tu mensaje de respeto a la tradición , al clasicismo, a la vez que a la búsqueda de nuevos ecos que enriquezcan el caudal del río Flamenco. Pero, además, se habla mucho de tu calidad humana. Fuiste maestro del cante y maestro de hombría de bien.


Hablando de otra cosa, entre mis muchos papeles ha salido esta foto que acabo de insertar. Fue en aquel verano en que yo pasé por Granada con dos amigas gallegas y tú nos llevaste a una cueva del Sacromonte donde  querías oír a un guitarrista joven, sobrino de Victorino de Pinos Puente (tú, como siempre, apoyando a la juventid). A la mañana siguiente fuimos a la Alhambra y al Generalife y en él aparecemos junto a María Rosa, una de mis amigas.

Abrazos muy fuertes. 


lunes, 22 de noviembre de 2021

Lo despertaron los gallos cantando el quiquiriquí

Lo que les voy a contar lo leí no recuerdo ni dónde ni cuándo, pero creánme que es verídico. Mi narración, por ello, no puede ser literal sino que me he tenido que permitir el novelarla un poco. 


Nos situamos en el mes de junio del año 1922 en la ciudad de Granada. Se celebraba el Concurso de Cante Jondo promovido por Miguel Cerón y Manuel de Falla, apoyados por un puñado grande de grandes intelectuales españoles.


En las  cercanías de la taberna de "El Polinario" había un hotel  que fue donde residieron los invitados de honor por la organización del evento, entre ellos el guitarrista Andrés Segovia y el cantaor Manuel Torre

Pasada la primera noche de hotel, Andrés Segovia echaba chispas.
-Qué le ocurre,don Andrés?
-¿Qué me va a pasar?, que no he podido pegar ojo en toda la noche porque de algún lugar del hotel venía un ruido como si estuvieran dando golpes. Para colmo, cuando después de horas logré dormir un poco, salen unos gallos cantando y me vuelven a despertar.
El dueño del hotel le dice que ellos no tenían ningún gallinero y que eso era imposible. Pero he aquí que aparece Manuel Torre (que había dormido en la habitación contigua a la de Segovia) y sus palabras aclaran todo cuando, después de saludar, le dice al posadero:
-Hombre, no olvidarse de echarle de comer a mis gallos de pelea que los he traído de Jerez y los he guardado en el armario de mi habitación. Los pobres han pasado una noche muy inquietos...

miércoles, 17 de noviembre de 2021

El "tú" vs "el rey"

Ayer participé en una charla a dos en la Cátedra de Flamencología de la Universidad de Córdoba. Mi compañero era el cantaor y estudioso David Pino, actual director de la cátedra. Lo pasé muy bien porque yo disfruto cuando desgrano mis vivencias y mis conocimientos sobre Flamenco. Al llegar a casa me acordé que tenía abandonado y mudito mi blog de memorias, así que me propuse volver a él. Pues, nada, aquí andamos de nuevo. 

Lo que les voy a contar debió de ocurrir en algún año del entorno del 1970. En uno de los teatros cercanos a la Puerta del Sol de Madrid había una compañía en la que intervenía  el cantaor Juan Peña, El Lebrijano. Le comenté a Enrique Morente que me apetecía verlo y quedamos al día siguiente para asistir juntos. Pues bien, en un momento de aquella representación Juan cantaba el clásico "Mirabrás", pero iniciándolo así:
A mí que me importa que tú me culpes
si el pueblo es grande...
Aquello nos extrañó y al acabar la función nos fuimos a los camerinos a saludar a Lebrijano. Me faltó tiempo para preguntarle el por qué de ese "tú" sustituyendo al "el rey" habitual de la copla. Y me explica:
-¿Qué querías, que me trincaran y me llevaran preso? Fíjate tú que hoy en el palco de honor estaba el Príncipe de España, el Juan de Carlos de Borbón y su Sofía.
Enrique y yo nos reímos con la explicación de Juanito y un rato después nos íbamos los tres a tomar unas copas por aquellas inolvidables y encantadoras del centro histórico de Madrid.

jueves, 22 de abril de 2021

Flamenco en pequeñas dosis (V): Una taranta de JUAN EL DE LA VARA


Conocido prioritariamente por sus creaciones fandangueriles, Juan el de la Vara (Juan Amaya Cruz, Barcelona, 1938) ha sido un cantaor más general: tangos, bulerías, soleares, bulerías por soleá... Incluso, con esa voz suya, tan gitana y tan flamenca, el catalán nos dejó este cante por tarantas, en el que lo acompaña Melchor de Marchena. Personalmente, me gusta y espero que a ustedes también. 


viernes, 5 de marzo de 2021

El Flamenco de antaño...

Cada día más agotada, mi memoria va dando poco de sí. Por eso recientemente suelo pedir ayuda a las Hemerotecas Virtuales en las que es fácil encontrar noticias del Flamenco desde sus albores, mediado el siglo XIX, hasta nuestros días.

Por supuesto que no es una idea original. Con más dificultad porque se enfrentaban a las hemerotecas reales, en la labor de buscar noticias flamencas en prensa ya brillaron, entre otros, mis viejos amigos Eugenio Cobo, José Luis Ortiz Nuevo o el finado José Gelardo. Después, esta labor la han realizado magistralmente David Pérez Merinero (Papeles Flamencos) y Alberto Rodríguez Peñafuerte (Flamenco de Papel). Y más gente, entre los que destaco los nombres de Antonio Barberán y de Faustino Núñez.

Dicho todo lo anterior, ¿qué esperanzas tengo yo de encontrar trigo en una era tan trillada?  Sé que ninguna, pero la labor me divierte y, aunque no fundamentales, encuentro noticias curiosas bastantes de ellas dormidas en el olvido. Insisto en la diversión porque realmente disfruto ya que, al buscar noticias de flamenco, tengo que leerme amarillentas y borrosas páginas en las que hay verdaderas joyas. A modo de ejemplo, les muestro este recortillo del Diario de Córdoba (no confundir con el actual periódico Córdoba de creación falangista). Los cordobeses sabemos que la calle del Cardenal González ha tenido secularmente entre sus habitantes a bastantes trabajadoras del amor. Lo que llama la atención es la literatura que le pone el autor de la nota al llamarle nido de palomas de bajo vuelo a una de sus casas.


La realidad es que he llegado a acumular muchos cientos de recortes de prensa con la presencia del Flamenco y se me ocurre sobre la marcha preguntarme si tendré algunas, pocas o ninguna noticia cuyo día y mes de publicación coincidan con el de hoy mismo, es decir, noticias dadas en cualquier 5 de marzo. Pues vean...

En 1882 los espectadores del madrileño Circo Price solicitaban cantes como las peteneras, malagueñas o jaberas. Por cierto, este cante de la jabera aparece frecuentemente en la prensa antigua, es decir, que eso de que estaba perdido por los malagueños montes de Torrox no deja de ser una de esas calenturas que cogen ciertos flamencólicos.   


Un cantaor (El Parla) desconocido, al menos para mí, actuaba en Madrid en 1885 como complemento de una función de teatro.


En 1886 y en la ciudad de Almería, uno de sus cafés  anunciaba bailes y cantes flamencos:


Pasamos a 1920 y en Cádiz actúa la cantaora local Carmencita Fernández.


Ese mismo día la prensa nos habla de una Lolita Méndez que triunfaba en Madrid, la cual  se había iniciado como cantaora de Flamenco.


En el año 1927, encontramos en Barcelona a la pontanesa Adela Sánchez, conocida como La Malgueñita.

 
En 1929 Pastora Imperio seguía triundando con sus bailes, mientras que el teatro Pavón acogía a un buen puñado de gente flamenca.


La prensa cacereña nos cuenta en 1931 que en Madrid ha sido homenajeado el Niño de Marchena.


Damos otro salto para pasar a 1956, donde en el Centro Aragonés de Barcelona dio una confenecia sobre Cante Jondo el escritor Néstor Luján.


Y aquí lo dejamos. Habrán comprobado ustedes que había material, pero queden tranquilos que en días siguientes no les voy a traer efemérides como las de este 5 de marzo de 2021.

miércoles, 3 de marzo de 2021

De abogado a cantaor...






Rafael de la Viesca Méndez nació en Cádiz en 1861, donde murió en 1908. Persona inquieta, fue abogado, escritor y político. El Día de los Inocentes de 1894 publicó una nota en la que anunciaba el abandono de sus tres menesteres para dedicarser al Cante Hondo. Días más tarde la recogió el Diario de Córdoba.




miércoles, 30 de diciembre de 2020

Tachonazo al 2020

Parecía que este maldito 2020 no acababa nunca, pero en menos de 48 horas se marchará de nuestras vidas. Quedarán atrás historias e historietas que no serán apetecibles de contar ni para los abueletes y demás ancianos que, como yo, esperamos con ansiedad la agujita esa de la vacuna contra el monstruo minúsculo.

En Flamenco el año, además de cortito en actividad, ha sido muy gris. Pocos eventos de los que dejan huella y ausencia de nuevas figuras. Pansequito, Carmen Linares, José Mercé o Mayte Martín tienen muy difícil el relevo. Es cierto que hay una generación joven cuya afición es grande, generación en la que en término medio se canta y se conoce el cante muy bien, pese a lo cual no se ven líderes, gente que tire del carro como en su día hicieron Fosforito y Mairena, Camarón y Morente.

Por una y otra razón, he puesto este tachonazo como imagen de mi artículo. Para rematarlo, no se me ocurre mejor manera que invitar a ustedes a que me acompañen escuchando esta antología de cantes, breve pero espero que intensa.

¡FELIZ AÑO 2021!

01) Porrina de Badajoz con Carlos Montoya, 1958: Media Granadina y Granadina (Oro y marfil, El puente del Genil)

02) Pepe Pinto con Melchor de Marchena, 1947: Malagueña de Chacón (Que te quise y que te quiero)

03) Pepe Marchena con Manuel Bonet, 1926: Malagueña (Más bien te agradecería)

04) Bernardo el de Lobitos con Ramón Montoya, 1923: Taranta (A la mujer del minero)

05) Juan Varea con Perico el del Lunar, 1959: Cartageneras (Si vas a san Antolín, De Cartagena salí)

06) La Sallago con Manuel Morao, 1962: Alegrías (Como novio presumío)

07) Fernanda de Utrera con Diego el del Gastor, 1973: Bulerías (Un favor te via pedir)

08) Chocolate con Niño Ricardo, 1967: Soleares (Quisiera ser como el viento)

09) Sernita de Jerez con Manuel Morao, 1959: Seguirillas (Doblaron las campanas)

10)  Pepe el Culata con Vicente el Granaíno, 1973: Seguidillas gitanas (Mi ropa en venta)

lunes, 28 de diciembre de 2020

De cómo nació la "rondeña" de Ronda (Capítulo inocente de la Historia Flamenca)

Cuenta la leyenda que a mitad del siglo XVIII era famoso en Ronda un cantaor llamado BARTOLILLO RAMÓN. Menudo, enjuto, Bartolo era puro nervio. Correteaba varias veces al día la ciudad en busca de alguna celebración (bautizos, bodas y dicen que hasta velatorios). Llegado a ella, Bartolo sacaba un guitarrillo del que nunca se desprendía y comenzaba a cantar coplillas improvisadas y adaptadas al motivo de la reunión, acabada la cual, nuestro hombre pasaba un platillo para que el personal le regalara algunas monedas.

Cantaba viejas melodías como los llamados polos y las llamadas cañas. Pero sobre todo hacía un especie de fandango nuevo, fandango del Sur, y lo hacía tan personal, tan personal, que acabaron llamándole el fandango de Bartolillo de Ronda.

Un día Bartolo se fue al campo y le dió por entrar en la Gruta del gato. Lo que ocurrió dentro de ella se desconoce porque Bartolo jamás salió de allí. Tal vez enterrado en vida, sus paisanos lo daban por muerto y de él no quedó más recuerdo que su famoso fandango porque cantaores más jóvenes lo habrían aprendido en su momento. Se olvidaron de su nombre y ya se nombraba simplemente como fandango de Ronda, nombre que se abrevió a rondeña sin más.

Tanto lo cantaban los rondeños que cuanto viajero que pasara por la ciudad se lo llevaba y al cabo de unos meses aparecía como rondeña de Cascaporritos de la Reina, o sea, rondeña del lugar al que llegara.

Toda esta leyenda da pie y fundamento a la teoría según la cual cualquier canto que se haga en las Españas con el nombre de rondeña, inevitablemente es un trasplante del fandango de Bartolillo Ramón el de Ronda.

(Escrito dedicado de manera especial a don Antonio Villarejo Perujo).

domingo, 27 de diciembre de 2020

Cante Místico Flamenco

David Pérez Merinero, gran aficionado y conocedor del cante, amigo al que debemos tantas noticias y eventos sobre Flamenco en su blog Papeles Flamencos, nos anunciaba, poco tiempo ha, la aparición en librerías de un librito de título Cante Místico Flamenco. Se trata de una colección de cantes con la singularidad de que se toman uno o dos versos de una copla clásica y en los restantes se hace algún tipo de crítica o burla del clero. A modo de ejemplo, lean estas dos letras:

Al pie del almendro estuve 
y no le cogí la flor;
se me anticipó un curiana
y ni las hojas dejó.

No me acuerdo si te quise,
lo que m´acuerdo es que al cura
un sobrinito le diste.


Fueron publicados por suelto en la revista El Motín (1881-1926), semanario satírico, republicano y anticlerical creado y mantenido por el escritor sevillano José Nakens (1841-1926). En 1892 se recogieron en libro del cual ha salido la edición facsimilar actual. 

Ustedes, mis lectores, suelen ser aficionados al Flamenco. Si no conocen este libro, les recomiendo que lo compren y se lo autoregalen en la próxima fiesta de los Reyes Magos. No se arrepentirán.