Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

martes, 17 de enero de 2017

Las entrevistas de Paco Almazán (II). Manolo Caracol

Si en su número de fecha 23 de mayo de 1970, la revista Triunfo publicaba la entrevista realizada al cantaor Antonio Mairena por su colaborador Paco Almazán, el siguiente ocho de agosto añadía una segunda interviú, de igual firma, ahora con otro flamenco de postín: Manolo Caracol. Era casi de obligado cumplimiento después de las polémicas afirmaciones que el de Mairena había vertido sobre su compañero Caracol, de las que les hablé en otro artículo de mis memorias(1). Empieza el señor Manuel Ortega arremetiendo fuerte con el tema de las casas cantaoras sacado a colación por Mairena. Lean sus palabras:

M.C.- La casa de los Ortega es la única que se conoce. En las demás ha habido un "cantaor" o dos, pero no una rama. Yo no conozco ninguna otra casa, porque la casa de Alcalá no es ninguna casa. Los Torre han dado más y los Pavones también. Los Pavones han dado a Pastora, Tomás y Arturo; tres hermanos y ahí se acabó. Los Ortega hemos dado muchos "cantaores". Mi bisabuelo, que era Curro Dulce, que era el abuelo de mi padre, y por parte de mi madre "El Planeta", que era el inventor del polo y que fue el primer "cantaor" del mundo. O el que creó el polo, porque yo creo que los cantes no se hacen. Se hacen los roperos, las cómodas, los muebles; los cantes se crean. "El Planeta" fue más antiguo que "El Fillo", y de ahí dimanan ya los Ortega. "El Fillo" era Ortega, y fue el primer "cantaor" que tuvimos largo. "Cantaor" grande, "cantaor" grandioso era "El Fillo", y era de Triana. Hasta mí ha habido varios "cantaores". Ahora en este siglo XX el que más fama, pues, creo que he sido yo, por eso le digo que mi biografía la saben hasta los niños. Yo de lo que quiero hablarle es de los problemas actuales.

Recuerda sus comienzos cuando, tras ser uno de los ganadores del Concurso de Cante Jondo de Granada en 1922 (él dice simplemente: ... cuando gané el premio...), viajó a Madrid y triunfó en la terraza del teatro Centro (después llamado Calderón)(2), reivindicando a continuación la importancia que para el flamenco ha tenido la plaza de Madrid. Pero, al hilo de esa su primera actuación en un teatro, Almazán lo provoca. Lean cómo y lean la respuesta.

F.A.- ¡Pero todo el mundo le acusa de eso precisamente. De haber llevado el cante a los teatros y haberlo cantado con orquesta, degradando así la pureza del flamenco! ¡No crea que eso le parece bueno a todo el mundo!

M.C.- ¿Que no es bueno? ¿Entonces, qué es bueno? Si ahora mismito el inventor de la penicilina, el doctor Fleming, no la esparce por el mundo entero, pues no se habrían curado los enfermos. Si el cante flamenco no lo llevo a que la gente lo guste y  lo comprenda; o por lo menos que lo guste... 
(...)
¡Se puede cantar a orquesta y se puede cantar con una gaita! ¡Con todo se puede cantar! Con una gaita, con un violín, con una flauta... El señor que tenga arte, tenga personalidad y sea un creador en cante gitano... ¡Ahí están mis zambras y mis cantes, que todos llevan raíces de flamenco puro, que no están fijados en una cosa pasajera!..., ¡pero si eso del cante puro ha surgido ahora, de hace diez años acá, donde los flamencólogos se han decidido a hablar de flamenco y de la pureza del flamenco! ¡Eso es un cuento! ¡Eso de la pureza del flamenco es un cuento! ¡El cantar flamenco y el hablar de que si el flamenco puro..., y lo mastica..., y lo paladea..., y lo saborea!... ¡Para él! ¡Eso no es cantar flamenco! Eso es un señor que está diciendo un sermón. El cante flamenco y el cante puro ni el que lo canta mismo lo sabe. Es un "cantaor" que ha nacido para cantar encima de él. Los demás son copiones. Esa es la razón por la que ahora no se crea y antes se creaba.

¡Qué a gusto debió de quedarse Caracol después de estas proclamas! Sigue y sigue, y, cuando Almazán le pregunta por los artistas que más le gustaron o influyeron cuando aún era un chaval, nos regala esto:


M.C.- Eran distintas formas. Llegarme..., Manuel Torre; gustarme, Chacón. Tomás Pavón me gustaba mucho, me llegaba mucho. Y una gran artista, "La Niña de los Peines", la mejor "cantaora" que ha dado madre. Era una "cantaora" que tenía todo, tenía altos y bajos. Y el "cantaor" que no tiene bajos, no vale para nada. Hay muchos "cantaores" de esta época que cantan de cabeza cantes que no han existido nunca y que no han conocido, y los llaman cantes de Alcalá, cantes del "patatero" y de Juan Perico. ¡Eso no vale nada! Eso ha sido como si dijéramos un aperitivo del cante flamenco. Se llama cantar, cantar y crear, que se llama torear y mandar, improvisando. ¡Eso es cantar!
(...)
Hoy hay menos "cantaores". Hoy, que yo sepa, de los que hay nuevos ahora me gusta "El Camarón", y de los antiguos, de los que quedan, me gusta Marchena, un creador en su estilo. Valderrama es un artista extraordinario. No es que me llegue a mí, pero es un gran artista y me gusta oírlo aunque no me llega. Estas muchachas de Utrera (Fernanda y Bernarda) son "cantaoras". Y de ellas han copiado muchos de los que están ahora en el truco. Los que están en el truco metiéndose con los artistas copian de ellas. Donde se ha cantado mejor del mundo es en Triana, Jerez y Cádiz. En Alcalá lo que hay son bizcotelas. Es lo que hay en Alcalá, bizcotelas y polvo de albero para las plazas de toros. Y entre los guitarristas, Sabicas y este muchacho Paco de Lucía, que toca muy bien la guitarra, aunque no llega al maestro. y Mario Escudero, éste que ha llegado de América. Y dentro de los gitanos tenemos a Melchor, a Ricardo, a este otro muchacho... Habichuela,  Amaya... Manolo de Huelva está retirado, pero ese es un fenómeno, aunque ya tiene ochenta años. Y en el baile, después de Carmen Amaya, de esta época yo no conozco a nadie entre las "bailaoras"; ni esta época ni delante de Carmen Amaya; no conozco a nadie.

La entrevista es larga. Casi al final, el periodista le pregunta si el flamenco pierde con las letras nuevas que usan algunos cantaores jóvenes.

M.C.- Hombre, si las letras ven dentro del sentimiento del cante y del que está cantando, y son buenas... No se puede cantar por martinetes y decir que un pajarillo canta en un nido. Ahora, todo lo que sea de pena, de amor, de fragua, todo eso vale.

Ante lo cual, surge la pregunta final.

F.A.- ¿ La palabra avión la metería en un cante?

M.C.- Eso según se cante. Se puede meter por bulerías en un cante corto: "¡Ay!, me fui en un avión, me fui a La Habana"..., y ya está el avión metido. Pueden hacerse letras preciosas y ganar incluso a las antiguas; con más profundidad y con más poesía.

Recuerdo que en su día, esta entrevista, lo mismo que la anterior a Mairena, fueron muy comentadas en los ambientes de la afición madrileña de la capital, dieron lugar a largas polémicas y encendidas discusiones. Incluso fuera de Madrid. En las "cartas al director", la propia revista Triunfo publicó misivas provenientes de provincias diversas. Conservo copia de bastantes de ellas y puede que cualquier día me dé por rescatarlas de las telarañas.


(1) Repásenlo, por favor, pulsando aquí.

(2) Obra en nuestro poder una nota de prensa que ratifica lo dicho por Caracol. Es de ABC de Madrid, lleva fecha del 9 de agosto de 1922 y el niño Caracol es nombrado ya como "rey del cante jondo".

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