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domingo, 25 de septiembre de 2011

Bulerías de la Paquera

Hace tres días les decía que mi primer conocimiento de La Repompa de Málaga fue a través de la radio. Luego me acordé que era con un tanguillo que ella popularizó mucho, el que decía aquello de ponme la mano, cariá, que yo me muero de un dolor. A la gente de mi edad debe sonarle.

También a través de la radio descubrí a la cantaora Francisca Méndez Garrido, La Paquera de Jerez (1934-2004), hija de gitano y castellana, que tuvo que dejar la escuela siendo muy chiquita para ganarse la vida en la calle, haciendo lo que ella mekor sabía: cantar flamenco.


Artista de mucho temperamento, personalísima, conocía (todos lo sabemos) muchos estilos de cante y los grabó casi todos. Pero sin duda donde más brilló fue en sus bulerías, dejando a la posteridad varias decenas de registros. A mí había uno que me gustaba mucho y que voy a compartir con ustedes.


Acompañada por Manuel Morao, nos hace tres letras por bulerías:

Esta rubia panaera
que con la calor del horno
se está poniendo morena.

Boticario, boticario,
mándame pinicilina
pá curar este desengaño.

Yo tengo un reloj de plata
que se atrasa si no vienes
y si vienes se adelanta.

La segunda, es una prueba más de la presencia del surrealismo en el Flamenco. La tercera es perfecta. ¿La primera, la de la rubia panaera, de qué me suena? Sí, claro, acudo al "Cancioneiro Popular Galego", de Ramón Cabanillas, que traje a este blog con motivo de la soleá Al paño fino en la tienda de Manolito María. Leo en este libro:

Eu namoréime da noite
dunha branca panadeira,
pero con fume do forno
fóise trocando morena.

Lo que les decía del intercambio de letras entre los diversos cancioneros peninsulares. Pero, en este caso hay más: en los créditos del disco, al referirse a las bulerías que hemos escuchado puede leerse "Compuesta por J. Carlos de Luna".

¿En qué quedamos? Como soy tan ingenuo, me inclino a pensar que algún folklorista gallego pasó por Málaga y le copió la letra al ingeniero industrial, político, preflamencólogo y poeta don José Carlos. Ya en su tierra se limitó a traducirla y adaptarla, todo lo cual debió de suceder antes de 1950, año de publicación del "Cancioneiro". Claro que, entonces, ¿cómo curar los desengaños con penicilina, si su uso generalizado en España se inició en 1951?

¡Qué lío, Buen Dios! Y es lo que yo digo, con esto de la autoría de las letras, te llevas cada chasco...

4 comentarios:

  1. La Paquera.
    Hacía lo que sabía: cantar flamenco
    ¡Y como lo hacía!

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  2. Ramona, en esto creo que hay unanimidad entre todos los aficionados: a la Paquera nadie puede negarle ni el pan ni la sal flamenca. Pero yo iba por otro lado: ¿qué pasa con la autoría de las letras? Aunque lo sabía, no he querido dar el dato en mi artículo de que las primeras grabaciones de la Paquera fueron hacia 1956. ¿Cómo cuadrar, por tanto, a la "rubia panaera" con la "branca panadeira"?

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  3. Insisto:

    Lo de ponerse morena es de suponer que sea peyorativo: viene a decir que se está estropeando.

    Otra letra: ponme la mano aquí Caridad; muy parecida a la archifamosa canción de Chavela Vargas a partir de un poema del poeta asturiano Alfonso Camín en que el estribillo dice: ponme la mano aquí Macorina que es un estribillo muy antiguo cubano de una rumba-son en el que un herido de guerra le pide a Macorina que le ponga la mano ahí donde le duele. Para que veais lo pequeño que es el mundo y todo lo que no es tradición es plagio.
    Pacohidalgo

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  4. Harto complicado, ciertamente , conseguir cuadrar ese baile de fechas y autorías. Me encanta esta entrada, Andrés . Gracias , es genial....Mientras continúo intentando discernir este buen lío......voy a llegarme al boticario...¡ay, pinicilina presiso!
    La Balaustra

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