Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Todas las primaveras...

Preparando un articulillo sobre el guitarrista Manolo de Huelva, que publicaré cualquier día de éstos, me encontré con unas sevillanas para baile grabadas en 1935. No las voy a reproducir ahora porque las reservo para el referido artículo. Pero sí diré que al oírlas me acordé de aquellos versos de don Manuel Machado:

Todas las primaveras
tiene Sevilla
una nueva tonada
de seguidillas.
Nuevos claveles
y niñas que por mayo
se hacen mujeres.

La seguidilla, una de las más conseguidas estrofas de la poesía popular en castellano. Estrofa, usada en un baile del mismo nombre, presente en casi todo el territorio nacional, si bien de manera especial, en La Mancha, en Murcia, en Las Canarias y, ¿cómo no? en Andalucía. En nuestra tierra, la tal seguidilla sirvió, además como soporte para cantes como la liviana, la serrana, la trillera, la nana... En el baile tenemos diversas formas de seguidillas: las corraleras, las sevillanas, las rocieras, las bíblicas, las alosneras, aunque a la larga todas ellas se fundieron en un único nombre: sevillanas. Aquí, una vez más, la personalidad de nuestra capital autonómica se impuso al resto del suelo andaluz por más que el baile aludido de sevillanas se practique como propio en las ocho provincias sureñas e incluso en casi media España.

Vivo en Córdoba y estamos en el mes de mayo. Ya han pasado las Cruces, ahora estamos en los Patios y de aquí a unos días estaremos de Feria. En los pueblos de mi querida campiña están al caer las Romerías de San Isidro. Acontecimientos todos ellos en los que el cante y el baile de las sevillanas son imprescindibles.

Decía bien Machado con lo de "todas las primaveras". La creación de nuevas sevillanas no se ha detenido nunca ni parece que vaya a hacerlo en el futuro. Pero uno va pá viejo y no puede liberarse de la memoria del pasado. Por eso, ustedes-vosotros me vais a permitir que os ofrezca unas cuantas grabaciones de añejo sabor:

(Sevillanas del siglo XVIII que recuperó García Lorca y aquí nos ejecuta la cantante trianera Mikaela, injustamente condenada al olvido)

.
(Año 1909 y la voz inconfundible de La Niña de los Peines)

(La Niña de la Alfalfa, saetera muy recordada, cantaba así por sevillanas en el año 1931).

Tres muestras de sevillanas muy sevillanas. Pero no podemos ignorar, en cuanto a creatividad se refiere, a la provincia limítrofe de Huelva. Oigamos:

(El gran fandanguero Paco Isidro nos hace las sevillanas bíblicas)

(Los Hermanos Toronjo, 1965, sevillanas rocieras)

(Grabación de 1961 donde Paco y Pepe Toronjo ejecutan la genuina seguidilla alosnera)

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