Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

martes, 13 de septiembre de 2016

Poetas para el Flamenco. JUAN REJANO

Envío a Leonardo Velasco, Álvaro de la Fuente y Miguel Ángel Jiménez, paisanos del poeta Juan Rejano.

A finales de junio de 1976, la profesora Aurora de Albornoz publicaba un artículo en la revista Triunfo en el que hablaba del poeta Juan Rejano (Puente Genil -Córdoba-, 20-10-1903; México, 04-07-1976). Cuatro semanas después, en la misma revista, Víctor Márquez Reviriego nos volvía a hablar de él, esta vez para comunicar su muerte cuando el poeta se preparaba para volver de su largo exilio. Desconocido en España para la gran mayoría, con muchos libros publicados pero todos en México, confieso que era la primera vez que yo oía hablar de este hombre.

Poco tiempo pasó cuando dos jóvencillos universitarios de la rama de Lengua, Esteban Díaz y Miguel Ángel Toledano, se habían hecho con los libros del poeta pontanés y habían elaborado una extensa antología del mismo. Vinieron a mí para que la publicara en Ediciones Demófilo, cosa que acepté después de una lectura del original con la que disfruté mucho. El recordado psiquiatra y escritor Castilla del Pino me puso al habla con las hijas de Rejano, que vivían en Málaga, allá nos fuimos mi compadre Salvador de Toro y yo, firmamos contrato de edición y en marzo de 1977 ya estaba en librerías el volumen Juan Rejano, poesías.  

El libro fue muy bien acogido por la prensa y yo conservo recortes en los que se cita publicados en Diario Córdoba, El Correo de Andalucía, ABC, El País, Informaciones, Diario de Menorca, La Estafeta Literaria y varios más. Se presentó en Córdoba (Salón de Actos de la Caja Provincial de Ahorros), en Sevilla (Club Gorca) y se presentó en Madrid. Esto último ocurrió en Madrid, el día 22 de abril de 1977, en el Colegio Mayor San Juan Evangelista, dentro de los actos de su II SEMANA DE ANDALUCÍA. Se planteó como un Homenaje Nacional y su convocatoria fue firmada por importantísimas figuras de la cultura española, de las cuales señalamos unas cuantas: Jorge Guillén, Rafael Alberti, José Luis Cano, Juan Bernier, Carlos Castilla del Pino, Rosa Chacel, Fernando Quiñones, Blas de Otero, Francisco Yndurain, Rafael Lapesa... Tras la lectura de abundantes telegramas de adhesión al homenaje, el acto fue abierto por el entonces colegial Miguel Ángel Toledano. La presentación del libro, propiamente dicha, corrió a cargo de  doña Aurora de Albornoz. Recitaron poemas los actores Juan Diego y Rosa Vicente. Bueno, se me olvidaba, también intervino, como presidente de Ediciones Demófilo, el cordobés Andrés Raya. La verdad es que en aquella tarde me encontré muy a gusto en un Colegio Mayor que diez años antes tanto había representado para mí. Acabé mi intervención con vivas a Rejano, al Colegio Mayor y, ¿cómo no?, rematé con un sentido y eufórico ¡Viva Andalucía Libre!.

Y se preguntarán ustedes a qué vienen estas historias en un cuadernillo de memorias flamencas. Pues trataré de justificarme. Juan Rejano nació en Puente Genil, tierra de mucho cante, y yo aseguraría que lo conoció desde pequeño. En su exilio mexicano, se acordaba de su tierra y lo hacía con estrofas idénticas  a las que los flamencos usan para cantar por soleá, por malagueñas, por fandangos, por livianas o serranas. Rejano, como en su momento hicieran Augusto Ferrán, Juan Ramón Jiménez o Manuel Machado, quiso escribir coplas y bien que lo consiguió. Coplas que aparecen por toda su obra, aunque de manera más abundante en su libro de 1944 titulado El Genil y los olivos. Otras canciones. Veamos algunos ejemplos:

En Loja eres la mañana,
el mediodía en la Puente, 
la tarde en Écija llana.

¡Aldea del Palomar!
Un ribera de huertas
y cuatro casas de cal.

Aquel olivo tenía
cien años en cada rama
y en la raíz una espina.

Los que van por el camino
se paran a ver mi llanto
a la sombra del olivo

En el agua, una alameda;
en la alameda, un jardín;
en el jardín una niña,
como la que yo perdí.
¡Ay, que nunca más la vi!

¿Por qué te llaman Estepa,
si eres como una paloma
en vuelo, junto a la sierra?

Yo también voy cantando,
rumbo al olvido
para que el hombre tenga
paz en su nido.
Hasta las penas
vestidas de esperanza
van por mis venas.

A veces glosaba las letras populares como lo prueba este fandango lucentino:

Entre Córdoba y Lucena
hay una laguna clara
Canta la copla 
por el olivar.
Llevaban
a la laguna
mis ojos su pena amarga
y las lágrimas salían
deslumbradas.
Al verme llegar, se abría 
el agua
y brotaban de su fondo.
los olivares de plata.
¡Laguna 
de tierra llana,
donde lloraba mis penas
cuando de ti me acordaba!

otras se acordaba de los pregoneros, como aquel de las piñas (*)

En la esquina
el vendedor.
Una voz con cascabeles
y un burrito de algodón.
-Niños y niñas,
¡llorad por piñas!
El pregón 
sube por la calle arriba.
Las puertas se llenan
de llantos y risas.
-¡Madre,
yo quiero una piña!
Cuando se aleja la voz,
algarabía
de gritos.
Sonríe el sol.

Sí, Juan Rejano, debe figurar en la relación de poetas cantados por los flamencos. Desde aquí animo, sobre todo a los jóvenes valores de Córdoba y su campiña, a que lean sus libros y canten sus textos. Claro que, como me contaba el pasado 23 de julio el amigo Leonardo Velasco, ya ha habido cantaores que han usado textos de Rejano. Vamos a escucharlos:

1) Alfredo Arrebola, en 1998 y con la guitarra de Andrés Cansino, cogió una estrofa del libro El Genil y los olivos y la adaptó para cantarla como serrana:

2) Vicente Soto, en el año 2006 acompañado por el guitarrista José María Molero, grabó por colombianas un texto tomado del libro El oscuro límite.


En fin, esto es cuanto puede deciros un simple aficionado al flamenco sobre el poeta Juan Rejano. En octubre, días 14 y 15, se celebra el XXXVIII Congreso Internacional de Arte Flamenco, precisamente en Puente Genil. Está prevista una ponencia de título Poesía y Literatura en el Flamenco: Juan Rejano, a cargo del flamencólogo y profesor jienense José Luis Buendía. Acudan ustedes, atiendan y aprendan. 


(*) Viejo debe ser ese pregón pues Rejano se exiló en 1939 y no volvió a pisar España. Yo lo oí en mi niñez (años cuarenta) en Fernán Núñez y el cantaor Juli Córdoba, natural de Cabra lo conocía y lo dejó grabado según pueden comprobar usando este enlace.

martes, 6 de septiembre de 2016

Las Bamberas de Arcos

Decíamos hace unos dias que en argot flamenco el término Bamberas no apareció hasta que en 1949 La Niña de los Peines usara este nombre para referirse a una grabación suya donde interpretaba una suerte de fandangos inspirados en los cantos de columpio (o bamba) que ella y su marido (quien ya los había registrado en pizarra en 1935) habían oído en el sevillano municipio de Aznalcázar.

Pero, por supuesto, la presencia de los cantos de columpio se extendía, con melodías y estrofas diversas, por toda la geografía andaluza y no podían faltar en una localidad, riquísima en su folk-lore, como es la bellísima Arcos de la Frontera. Tierra, además, de buenos cantaores y con un animador cultural de la talla del poeta Antonio Murciano, reunía todas las condiciones para intentar aflamencar la versión vernácula de los cantos que acompañaban a las mecidas de las mozas. Así fue y ni siquiera tuvieron que que pasar de "bamba" a "bambera", como ocurrió con el canto de Aznalcázar, porque en esta ciudad las coplas folk-lóricas de los mecedores ya se nombraban como Bamberas de Arcos. El cantaor local Manolo Cantarrana nos dejó esta grabación:

Imagino que las letras serán de Murciano, lo mismo que lo son los de esta otra versión debida a Antonio Pérez Jiménez (El Perro de Paterna) acompañado a la guitarra por Enrique de Melchor:

Por cierto, ¿qué opinan ustedes de ese toque guitarrístico?

sábado, 3 de septiembre de 2016

EL PERSONITA, cantaor de Linares


De Diego Moreno (El Personita de nombre artístico) sabemos muy poco. Ni su segundo apellido ni los años de nacimiento y muerte, si bien Rafael Chaves y Norman Kliman (1) dan como aproximados los de 1895 y 1969. Sí sabemos que nació en Linares, que fue profesional del cante y que en los mejores años de la Ópera Flamenca, como nos recordó el amigo Alberto Rodríguez Peñafuerte en su blog Flamenco de papel, alternó con importantes figuras de la época.

Justo en 1929 participa en la película El misterio de la Puerta del Sol, dirigida por Francisco Elías, primer largometraje sonoro rodado en España, del cual hemos hemos tomado el fotograma reproducido más arriba. Junto al guitarrista Juan Baños (El Niño del Mausoleo) nos ofrece una malagueña y un fandanguillo. Con la letra Ni el viento me respondía, la misma malagueña que hace en la película fue grabada por Diego Moreno en disco de pizarra junto a don Ramón Montoya. Creación personal, ha pasado a la historia con su nombre y como tal ya la ofrecimos en nuestro cuadernillo interpretada por Luis de Córdoba.

Chaves y Kliman nos hablan de una segunda Malagueña del Personita, transmitida según ellos por Luquitas de Marchena. Nosotros conocemos dos versiones que insertamos a continuación:

Juan Valderrama con Ramón de Algeciras y Paco de Lucía:

Gabriel Moreno con Félix de Utrera:


Pero no sólo malagueñas, sino que los citados autores adjudican a Diego otro cante y hablan de la Taranta del Personita. Dejo que la escuchen, de nuevo en dos versiones, y me despido por hoy:

Juan Hierro con Miguel Borrull:
El Niño León con El Niño Pérez:



(1) Rafael Chaves Arcos  y Norman Paul Kliman, Los Cantes Mineros a través de los registros de pizarra y cilindros, El Flamenco Vive, S.L., Madrid, 2012

viernes, 2 de septiembre de 2016

Algunos errores en torno al Cante por Bamberas

Al final de mi artículo ¿Bamberas o Fandangos de Aznalcázar?, publicado ayer mismo, indicaba que había frecuentes errores en torno a ese estilo de cante que se iban propagando por ahí e incluso en páginas electrónicas recomendadas por el Portal Educativo del Flamenco auspiciado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. En efecto, si accedemos al mismo y nos vamos a su sección de Enlaces, nos encontramos con que uno de ellos nos lleva a la página de título Flamenco Viejo. En ella encontramos biografías, artículos de opinión, grabaciones y descripción de diversos estilos de cante (o palos, como dicen otros). Nos detenemos en los estilos y buscamos las bamberas. las cuales las encontramos en la dirección
Lleva fecha del 16 de marzo de 2010 y el texto literal dice así::

La bambera surge dentro del universo flamenco del aflamencamiento de las coplas y cantos de columpio presentes en el folclore andaluz y que son cantados al ritmo de bamboleo de un columpio, conocidos como mecedores o bambas. La tradición del canto del columpio tiene su origen, en opinión de algunos autores, en el rito femenino de adoración a la luna, en el que los hombres empujan el columpio a fin de acercar a la mujer a la luna, Las tonadas sobre las que se construye el género parte seguramente del repertorio de trilleras, nanas, caleseras, temporeras y otros géneros camperos que se realizan en Andalucía. La verdadera artífice de la bambera flamenca no es otra que la enciclopédica cantaora Pastora Pavón, “La Niña de los Peines”, que puso en música este género en la primera mitad del siglo XX, ajustándose al compás de una soleá aligerada. La bambera flamenca se suele interpretar sobre la tonada que en su día impuso la Niña de los Peines y que se encuentra en íntima relación con una soleá de Triana. La copla de la bambera suele ser de cuatro versos octosilábicos o bien el primero y el tercero heptasilábicos y el segundo y el cuarto pentasílabos. La versión flamenca repite generalmente los dos primeros versos al final de la copla, o bien construye una quintilla repitiendo el segundo verso.

Vemos que el autor ignora las grabaciones anteriores a Pastora e incurre en el error de decir que la ajusta al compás de una soleá aligerada. Por nuestra parte ignoramos con qué misteriosa soleá de Triana  se encuentra en íntima relación. En cuanto a la copla, ¿es que no ha oído a la propia Niña de los Peines cuando canta Eres una y eres dos..., con cinco versos octosílabos distintos? Nos habla de que también la copla puede ser de cuatro versos de 7-5-7-5 sílabas, o sea, la clásica estrofa de seguidilla castellana. ¿Alguien conoce alguna bambera flamenca que la use? Con seguidillas como la
No me subo  al columpio
por si me caigo.
Colúmpiate con gusto
que yo te agarro
se mecían las mozas de Iznalloz (Granada), pero eran versiones puramente folk-lóricas, nunca flamencas. Que yo sepa, las dos únicas versiones aflamencadas de los cantos de columpio son las de Aznalcázar y las de Arcos, y ambas usan versos de ocho sílabas.

La única razón que tendría hoy por hoy el autor de la entrada para justificar esos errores sería la fecha en que escribió su texto. Pero ni ésa: en su página hay dos comentarios, uno  de Ángel García Cintas (noviembre de 2015) y otro mío (febrero de 2016) donde se le señalan los errores. Comentarios que el autor no se ha dignado contestar ni ha utilizado para rectificar su texto. En cuanto a los responsables del Portal Educativo del Flamenco, les diremos que revisen sus enlaces porque no es esta la única página con errores. En otras, que también recomiendan, los hay mucho mayores y graves. ¿Es así como la Junta de Andalucía, que no tuvo reparo alguno en adueñarse de todo lo relativo al flamenco, piensa educar a los lectores que se acerquen a su portal?

Bueno, como sé que a mis amigos, además de leer, les gusta (y mucho) escuchar cantes, ahí les dejo un par de grabaciones de cantaores muy de gusto:

Gabriel Moreno con Félix de Utrera:
El Cabrero con Eduardo el de la Malena:

jueves, 1 de septiembre de 2016

¿Bamberas o Fandangos de Aznalcázar?

En algunos pueblos de Sevilla y Cádiz llamaban bambas a los columpios que se montaban en determinadas festividades para mecer a las mozas que estaban en edad de ser pretendidas, mecidas que solían estar acompañadas de cantos. Uno de esos pueblos, situado en el Aljarafe sevillano, era Aznalcázar, y en él los cantos de bamba se hacían con aire de fandanguillo.

Parece ser que esta localidad era visitada con frecuencia por el matrimonio flamenco formado por El Pinto y La Niña de los Peines. Conocedores de la variante local de los cantes de columpio, Pepe Pinto debió de inspirarse en ellos para componer aquellas Pinteras que grabara en 1935 con la guitarra de Niño Ricardo y letras de Hermenegildo Montes. Ya aparecieron en nuestro blog pero no importa que volvamos a escucharlas:

También publicamos que Pepe Marchena era conocedor de esta melodía tal como mostró en 1940 en la banda sonora de las película Martín Gala. Y conocedora era Gracia de Triana quien la grabó en 1941, junto a Manolo de Badajoz, con el nombre de fandangos camperos. Por supuesto que también era conocedora La Niña de los Peines, quien por cierto jaleaba a su marido en el registro de 1935, decidiéndose a publicarla ella misma en 1949 con el acompañamiento de Melchor de Marchena (1). Pero, he ahí que La Niña debió de acordarse de los cantos que hacían al mecer las bambas en Aznalcázar y bautizó  a estos aires de fandangos con el nombre de Bamberas, bautismo que tuvo tanto éxito que desde ese día los tratadistas hablan de un nuevo estilo flamenco debido a la sin par cantaora sevillana.  

Esta y no otra es la historia: la bambera procede del aflamencamiento del fandango de Aznalcázar y, como tal fandango, las estrofas de sus letras deben responder al modelo de la quintilla octosilábica o bien al de la cuarteta, también octosilábica, con repetición de alguno de sus versos. Soy consciente de que estoy siendo repetitivo con este tema, pero es que los errores vertidos en relación con este cante se siguen propagando de un aficionado a otro e incluso están recogidos en páginas virtuales recomendadas (parece hasta "recochineo") por el Portal Flamenco de la Junta de Andalucía.


(1) A Pastora y a Marchena pueden oírlos usando este enlace. Para oír a Gracia de Triana, pulsen este otro.