domingo, 26 de octubre de 2014

Morente en Montilla, 2010 (I)

Me pasa Toni Blanco una foto firmada por Rafael Guerra. Fue hecha en Montilla el día 27 de febrero de 2010, posiblemente en el último recital que diera Enrique Morente en nuestros tierras cordobesas. En ella vemos a Pepe Castellano "El Séneca" (en el centro de la foto) disfrutando de la compañía del maestro al que tanto admiraba y quería.

Sí, muchos meses antes me había telefoneado Enrique para decirme que Paco Campanario ("El Maño" como cariñosamente se le conoce en el mundillo flamenco), entonces presidente de la Peña El Lucero de Montilla, quería que diera un recital homenaje al poeta Miguel Hernández con motivo del día de Andalucía. Y me decía Enrique que le gustaría que yo lo presentara.  Pero pasaban los días sin nuevas noticias y yo llegué a olvidarme del asunto, hasta que un vientitantos de febrero me vuelve a llamar Enrique para decirme que sí que iba a ir a Montilla a cantar. Que habría taquilla cuyos beneficios se donaban a la organización Amnistía Internacional. Y me insistía en que yo lo presentara.

-Enrique, ¿cómo improviso yo ahora? Que me falta tiempo.

Pues nada, allí estaba yo, con mi inusual corbata, a la puerta del teatro Garnelo, donde se iba a celebrar el recital. Por más que me identificaba como la persona que tenía que presentar el acto, no me dejaban entrar porque no llevaba el justificante de haber pasado por taquilla.

-Pues muy bien, díganle a quien corresponda que yo me vuelvo a mi casa, que hoy no hay presentador.

Mis palabras las escuchó alguien de la organización que me pidió toda clase de disculpas y ordenó a los celosos vigilantes porteros que sí, que yo podía pasar. Gracias, buena gente, por haber estado al quite.

Me voy a los camerinos para abrazar a mi amigo Enrique. Me enseña un papel autógrafo con la lista de cantes a desarrollar, lista que luego en la realidad se cumplió sólo a un 50%, porque cantó cosas que no tenía previstas y no lo hizo con otras que tenía apuntadas. ¡Cosas de flamencos! Y de pronto me avisan que tenía que salir al escenario. Pedí que me pusieran una mesita y que, en lugar de esas antiestéticas botellitas de agua mineral envasadas en plástico, me ofrecieran un medio de vino montillano. Salí sin saber de qué iba a hablar en realidad. Pero nada, empecé a acordarme de don Rafael Gómez "El Lucero", titular de la peña que nos acogía, de don Luis López Vela su primer presidente, del coplero montillano Julio Jiménez Trenas, de viejos aficionados como el fotógrafo y guitarrista Jaime Luque o de Miguel Mora. Y pasé a hablar del poeta Miguel Hernández, de cómo nuestro Morente se interesó en su poesías. Y conté historias de Morente el granadino, muchas historias. Fíjense que tuvieron que darme un aviso porque mi tiempo se había agotado. Así fue y salió al escenario Enrique con su troupe de tocaores, cantaores, bailaores y palmeros. Dejo para otro día, cuando tenga a mano algunos audios de aquella noche, el hablarles del recital propiamente dicho.

Después de acabado todo, en el local de la Peña, me dice Enrique:

-Joé, Andrés, menos más que no habías preparao ná porque si no nos tienes todavía oyéndote.

2 comentarios:

  1. Paisano, es que tú te has convertío en un descebrao humano. Vamos que te has hecho un "cerebro de inteligencia artificial". Te pulsan la tecla que dice "Enrique Morente" y eres capaz de hablar tó el tiempo que te dén y más. Ya sé que tienes más teclas para tus enrrolles, pero la de Enrique es especial para ti. No me lo tomes a mal, que sabes que por aquí no vivimos sin una miajita de guasa. Un abrazo
    Ariza de F. N.

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    1. ¡Pobres de nosotros si algún día dejamos la guasa de lao! Un abrazo

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