viernes, 20 de septiembre de 2013

1963, Ópera prima de José Menese

Nacido el 3 de diciembre de 1942 en La Puebla de Cazalla (Sevilla), José Menese, aterrizó en Madrid, aún con 19 años, el 12 de septiembre de 1962. Lo hizo como acompañante en la moto del inolvidable humorista Chumy Chúmez, quien lo recogió de su pueblo por encargo del pintor y paisano del cantaor Francisco Moreno Galván. Desde su llegada se convirtió en el niño protegido y mimado por un amplio grupo de intelectuales y artistas, generalmente gentes de la izquierda y muchos de ellos afines al clandestino Partido Comunista de España. Le consiguieron trabajo como cantaor, lo que no era fácil en una época en la que los tablaos madrileños estaban repletos de buenos cantaores. Llegó a trabajar nada más y nada menos que en el tablao Zambra, junto a Rafael Romero, Varea, Pericón, Rosita Durán y Perico el del Lunar Hijo.

Enseguida llegó su primer disco. Un E. P. de 45 r.p.m., grabado por RCA y publicado en 1963, con la muy reconocida guitarra de Melchor de Marchena y créditos para las letras a favor de Popular-P. Moreno. Cuatro cantes:

Mirabrás, Seguiriyas, Soleares, Bulerías

Una voz fresca e inmemorial, no titubeante sino redonda desde el primer el primer momento. Unas letras muy del pueblo junto a otras que no estaban en los catálogos habituales pero que sonaban más populares aún. Ese P. Moreno de los créditos era el propio Francisco Moreno Galván que de pintor pasó a letrista para legarnos auténticas joyas, como ésta:


¡Vaya cante por Mirabrás!, cansaos que ya estábamos de oír aquello de que "el rey me culpe", aquí se nos habla de cosas más concretas. Pero sigamos:
El techito de mi casa,
buena voluntad tenía,
voluntad que no le echaba
pared que lo sostenía.
Preciosa letra para cantar por soleá y con ella nos despedimos hasta otro día.

2 comentarios:

  1. La letra del Mirabrás:
    Que bien jumea
    de Diego Vazquez
    la chimenea,
    que quién quema lo suyo
    a nadie empeña.
    Se refiere a uno de los Terratenientes más grandes de La Puebla y de Andalucía (Diego Benjumea Vázquez) dueño del Cortijo El Fontanar, que para que se fueran los colonos, les metió fuego a las chozas dónde vivían.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Paco. Ya conocía la historia. En el Madrid de aquellos años contaban que lo de "bien jumea" era una alusión clara a "Benjumea". Ahí estaba la grandeza de Paco Moreno: no tenía que encerrarse en una torre de marfil para componer sus letras. Le bastaba con observar la realidad de su propio pueblo.

      Eliminar