miércoles, 5 de octubre de 2011

El fandanguillo de Osuna según Hipólito Rossy






En la página 245 del libro Teoría del Cante Jondo (1966) el musicólogo Hipólito Rossy (Sevilla, 1897; Barcelona, 1975), nos dice lo siguiente:



El Niño de Marchena ha salvado del olvido al fandanguillo de Osuna. Su melodía no es gran cosa, por más que el citado artista la colme de adornos, pero sus letras tienen una ingenuidad y una ternura que lo hacen merecedor de ser recordado.

Malherido.
Una mañana encontré
 a un pájaro malherido,
 y después que lo curé,
 en un árbol le hice un nido
 y en el nido lo dejé.

Otra letra, recordada por el Niño de Marchena, es del mismo tenor.

Porque no podía volar,
vi a un pajarillo temblando
 porque no podía volar,
y me decía piando:
"Llévame a la mare mía
 porque me estará buscando".

 Este fandanguillo debe ser de principios de este siglo. Por haber pasado largas temporadas en Osuna durante mi niñez, tengo de él un vago recuerdo, hacia 1906, como de una novedad de aquellos días, en los que oía sus coplas en boca de todos los habitantes del pueblo aficionados al cante, que lo eran en muchedumbre.

Su autor sería, de seguro, cualquier gañán de cortijo que encerrara en su rudeza un alma de artista -poeta y músico- y unos sentimientos delicados que le aproximan al Santo de Asís.

Dejamos a Rossy de momento y empezamos por oír estos fandangos que Marchena rotula como Cante de la campiña de Osuna.


Pero, antes de que se nos vaya la memoria sonora, oigamos esto otro.


Como verán ustedes se trata de los mismos cantes. ¿Del siglo XVI o de principios del XX?, ¿de La Roda o de Osuna? Ya se sabe que el Maestro de Maestros solía fantasear, y mucho, al etiquetar sus propias creaciones. Aquí la prueba es palpable. Me quedo, entonces, con la duda de si don Hipólito era un ingenuo. O, ¿tal vez?, un poco fantasioso también: las letras que adjudica a un gañán casi franciscano son de un tal H. Montes, que colaboró frecuentemente con Marchena y debieron de ser escritas en los años 30 del siglo XX.

Pensarán ustedes que me estoy volviendo un tanto iconoclasta. ¡Bueno! La verdad es que, al iniciar este blog, me proponía contar retazos de mis vivencias. Pues bien, lo que hoy les he contado, lo pensé desde la primera vez que leí el texto del señor Rossy. Es la tecnología actual la que nos permite comunicar esas vivencias de forma tan clara y fehaciente.

19 comentarios:

  1. Amigo Andrés (permíteme que te llame así aunque no nos conozcamos), al leer esto me he ido al libro de Rossy. Dos páginas antes, habla del Fandangillo de Almodóvar. ¿Estamos en las mismas?

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  2. Cuando yo se lo escuché, en disco, a Pepe Marchena, pensé en el pueblo cordobés de Almodóvar del Río, donde, desde luego, no existía ninguna variedad propia de fandango. Hoy estoy convencido de que Marchena, en esto, le coló otro gol al señor Rossy.

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  3. Conclusión que saco: esos fandangos tan bonitos que hacía Morente con la letra "Decandencia, tó el mundo me da de lao..." resultan que eran de Osuna o de La Roda o de vaya usted a saber de dónde. No conocía estos de Marchena. Gracias, maestro Andrés Raya, por aclararnos tantas cosas.

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  4. Ni de Osuna. ni de La Roda. Sencillamente de Pepe Marchena. Una de las letras de Morente (Siendo un niño...) la hace Marchena en el disco de La Roda. La otra (Decadencia...) la tiene grabada Marchena como Fandango de Huelva. Gracias a vosotros, los que me leéis.

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  5. De un gañan, de Montes, de Marchena... Como sea: preciosos y tiernos fandangos

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  6. De acuerdo, Ramona, en tu final (preciosos y tiernos fandangos), pero las letras eran de Montes y fueron escritas en los años 30. Es decir, Rossy "fantaseó" con lo del gañán. Hay otras muchas de este mismo corte:
    "La tortolica en la mano"
    "Pá acabarlo de criar"
    "A esa liebre no tirarle"
    Hay para hacer toda una antología del Cante y el amor a los animales. ¿Te animas? Claro que también hay letras para horrorizarse, pero de eso hablamos otro día.

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  7. Tercer intento de enviar el comentario sin errores:

    Hola, investigador de los estudios comparados del cante flamenco.
    Concluyo que no hay que fiarse, para nada, de la fantasía desbordante que aqueja a la flamencología, y también, que las grabaciones sonoras que nos han legado los artistas flamencos del pasado son un precioso documento, siempre que se sepa leer entrelíneas y en paralelo, como hace usted.
    Gracias.

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  8. Opino que el primer fandango de la primera grabación, y el segundo dela segunda son claramente del Niño de Gloria, alargados como casi siempre hacía Marchena para lucirse. ¿O no?

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  9. Anónimo, lleva usted toda la razón. El primer fandango de Osuna y el segundo de la Roda están en la órbita del cante del Gloria. También vienen a ser el mismo cante el segundo de Osuna (Malherido) y el primero de la Roda (Casi un niño) de los que Morente hizo "Decadencia". Por ello está más que claro mi tesis de que no existieron los tales fandanguillos de Osuna de los que hablaba el flamencólogo Rossy. Pero, volviendo al Gloria, me parece recordar que tanto el de Jerez como el de Marchena bebieron en una fuente común (¿tal vez Pareja?) y que, desde luego, uno y otro pretendieron lucirse en su personal ejecución. ¿O no?

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  10. Andrés, conoce usted los fandangos de la sierra de Estepa? Otra creación del Niño de Marchena. En la segunda copla (Con mi amargura), vuelve a hacer el cante que luego cogió Morente. Se ve que este Hipólito Rossy viajó poco por los pueblos sevillanos.

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  11. No los recordaba, pero al leer su comentario, los he localizado en mi discografía: le acompaña Ramón Montoya y están en un CD publicado con motivo del centenario de Marchena. El tema está tan claro que no da más de sí. O tal vez sí que da (ahora se me ocurre una "maldad"): si Rossy hubiese pasado alguna vez por los Montes de Toledo, ¿también nos habría dicho que por allí había una especie de viejos tientos? Pepe Marchena sí que los cantó.

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  12. Después de una Teoría del Flamenco tan grande como la del maestro Rossy, no sé como se le puede "tirar" sólo por un Fandanguillo, cuando Andalucía entera está llena de Fandangos y Fandanguillos de todos los estilos... lo que habría que resolver es si los Fandangos Personales se basaron en otros más antiguos y cuántas letras "registradas" por poetas no fueron sino arreglitos de dos o tres palabras de poemas más antiguos.

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    1. Los fandangos personales se forjaron, por poner un margen un poquito ancho, entre 1920 y 1925. Efectivamente se basaban en otros más antiguos: los cantes de Huelva y, sobre todo, los fandangos verdiales tan abundantes en Almería, Granada, Málaga y la campiña de Córdoba. Rafael Pareja tuvo mucho que ver en esa eclosión fandangueril y, en mi opinión, también el Cojo de Málaga. En cuanto a "tirar" al señor Rossy, no soy tan atrevido como tirar a nadie. Se equivocó en esto y así lo reseñé en mi artículo. De su obra musicológica no opino por desconocimiento del tema, pero ahora que la musicología está de moda (Hermanos Hurtado, Faustino Núñez, Castro Buendía, etcétera) creo que sería conveniente una revisión del libro de Rossy.

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  13. ÁLVARO DE LA FUENTE ESPEJO5 de diciembre de 2012, 7:03

    Muy interesante. Bueno, vamos a ver. "Teoría del Cante Jondo" de Hipólito Rossy en aquel momento-decada de los 60-fue un obra de vital importancia: por un lado representó el primer acercamiento, de carácter musicológico, profundo e integral(trató los modos musicales y rítmicos del cante, algo inaudito en aquel entonces) al arte flamenco ; y por otro lado, cuestionó, con firmes argumentos, la teoría gitanista de Mairena, algo por lo que fue, bochornosamente, silenciado. Ahora bien, la "flamencomusicología" desde entonces ha evolucionado muchísimo, y hoy hay una serie de investigadores(los que menciona Andrés) con una serie de teorias muchísimo mejor fundamentadas desde el punto de vista científico, que derriban algunos de los postulados de Rossy- sobre todo los relacionados con la paternidad de algunos cantes- desarrollados sin niguna base científica como el caso que nos ocupa. En definitiva, Rossy marcó un camino(muy complicado, y de una manera valiente, en aquel momento de dominancia absoluta del "Mairenismo"), pero su obra ya está, en su gran parte, claramente desfasada con las investigadores actuales. A los cuales, por cierto, sí que se les puede "reprochar" cariñosamente que no recuerden con mas asiduidad el indiscutible mérito de Rossy en aquel complejo y difícil momento para una flamencología rigurosa y con método.

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  14. Los musicólogos que se dedican al flamenco han tenido en el libro de Rossi un primer intento de explicar las estructuras musicales que configuran el flamenco. Al no tener los medios actuales lo tuvo que hacer en plan doméstico, a través de su experiencia personal. Acertó en muchos extremos y erró en otros, interpretó la métrica de un modo que hasta el momento nadie había hecho, así como en las tonalidades mezcló modos melódicos con los propiamente armónicos, sin revelar el origen y evolución de la tonalidad andaluza. No creo que se desautorice a alguien por el mero hecho de señalar un error. Pasa en las mejores familias. Un abrazo Andrés y saludos a los lectores de tu magnífico blog.

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    1. Contestando a Faustino, doy las gracias tanto a él como a Álvaro de la Fuente por sus aportaciones de expertos. Y al comentarista Anónimo le reitero que no había por mi parte intención alguna de derribar la figura ni la obra de don Hipólito Rossy.

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  15. coincido con don Faustino. Más allá de la necesaria y constante revisión de toda obra, no sólo al de Rossy, éste fue el primer flamencólogo serio, con método, más allá que fue víctima de la guasa de marchena en etiquetar sus cantes

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  16. He leído, no me acuerdo dónde, que la costumbre de Marchena de dar nombres tan estrambóticos a algunos de sus cantes, era una tomadura de pelo a las discográficas que pedían pelos y señas sobre el cante que se grababa. En las invenciones fue también un maestro jajaja.Y un genio cantando por fandangos

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