Ayer hubo un debate en televisión entre los cuatro representantes de los partidos políticos que pretenden de aquí a unos días hacerse con el gobierno de
esta España en dudas, esta España cierta
que cantara la recordada Cecilia. Y en ese debate me llamó la atención que el portavoz del partido más a la izquierda, partido que para muchas mentes conservadoras es un peligro para la madre patria, basó lo grueso de su discurso en la lectura de varios artículos de la Constitución Española vigente, es decir, la de 1978. Y lo hacía frente a contrincantes a los que se les llena la boca presumiendo de constitucionalistas en cuestión de símbolos, banderas, unidad territorial, etc., obviando la importante carga social que yace, incumplida y olvidada, en nuestra carta magna.
Esto me trae a la memoria un curioso cante por campanilleros (ese canto religioso de aurora que aflamencó Manuel Torre y popularizó La Niña de la Puebla). Me refiero al grabado en los años de Segunda República Española por José Ruiz Arroyo, Corruco de Algeciras (1910-1938). Conocido de los aficionados al Flamenco es que este cantaor era un fervoroso defensor de la República y que sus ideas eran socializantes. Él, como muchos otros, soñaba y luchaba por una igualdad que conservadores y gentes de iglesia estaban lejos de compartir, y tuvo la buena ocurrencia, cuando grabo (1932, con guitarra de Manolo de Badajoz) este cante ligado al rezo del rosario, de intercalar esta estrofa donde es el propio Jesucristo quien predica la santa igualdad. Léanla y luego escuchen el cante.
La grandeza que encierra ese libro
que ha dejao Cristo a la Humaniá,
con sus letras tan claras y tan bellas
predicando en ellas la santa igualdad.
Dice en un renglón
"le darás de comer al hambriento
y vestío al desnúo, si quieres perdón".
Córdoba, 23 de abril de 2019.