Envío a Francisco Zambrano Vázquez, biógrafo de Pérez de Guzmán.
y lo hacemos retrocediendo unos meses. Con fecha de 21 de marzo de 1925, La Voz nos informa de que la Comisión Permanente del Ayuntamiento cordobés, entre dos solicitudes, opta por subarrendar la Plaza de Toros para las ferias de Mayo y Septiembre al vecino de Huelva don José Pérez de Guzmán y Orzáiz, antiguo aficionado a las cosas de los toros y muy amigo de Antonio Cañero y Sánchez Mejías. El acuerdo fue por unanimidad y en la solicitud de Pérez de Guzmán ya se consignaban los posibles festejos con nombres de toreros, rejoneadores y novilleros, así como las ganaderías con las que había establecido contacto para su eventual contratación. En las semanas siguientes la prensa seguía hablando del tema y se especulaba con nombres de artistas y de ganaderos.
Un mes y pico después, encontramos en La Voz (28 de abril de 1925) un artículo firmado por Julifer, experto conocedor de las cosas jondas, con el título
Un mes y pico después, encontramos en La Voz (28 de abril de 1925) un artículo firmado por Julifer, experto conocedor de las cosas jondas, con el título
¿Se sabe ya algo?
y con una coplilla de cabecera:
Viva el fandango de Huelva,
viva Pérez de Guzmán
y la Feria tan flamenca
que nos tienen "prepará".
A continuación, dialogando con sus lectores, se dicen cosas como éstas:
-Hombre, ustés que lo saben tó: ¿Qué hay de eso der concurso der cante?
-¿Es verdad que le han dado el encargo al señor Pérez de Guzmán de organizar el concurso de cante jondo?
El propio Julifer confirma que, junto a los festejos taurinos, habrá ese concurso de cante y que el empresario va de Huelva a Sevilla. y de Sevilla a Madrid y de Madrid a Huelva ultimando lo fundamental y atrayente de nuestra feria. Sigue más adelante: Suponemos que la fiesta andaluza, de la que hace mucho tiempo augurábamos que podría ser un número atrayente de nuestra feria, se organizará en forma que no constituya un fracaso; porque haciendo estas cosas mal, no solamente se pierde el tiempo, el dinero y los entusiasmos, sino que se destroza para siempre la iniciativa. El concurso de cante jondo puede constituir un número fundamental y de nombradía en las ferias sucesivas. Es preciso darle el ambiente adecuado al marco cordobés. Las soleares y las serranas, que son lo nuestro, no deben postergarse, ni tampoco los artistas de la tierra. Sería un gran éxito para el onubense señor Pérez de Guzmán, conseguir todo esto que en Sevilla ha costado muchos trabajos y desvelos a un entidad tan bien documentada y con tantos elementos a su favor como la del Fomento del Arte Popular Andaluz. Continua el señor Fernández Costa comentado cosas de los festejos taurinos, pero retoma el tema del cante: De lo del cante jondo, pronto se sabrá algo. Nos habla de una posible fiesta particular de cante y baile en un aristocrático palacio con los ases de lo flamenco que se encontrarán en Córdoba, por Feria, con motivo del concurso de cante jondo. (...) La sola enunciación del proyecto del Ayuntamiento de organizar como festejo de feria un concurso de cante fundamental y baile flamenco, ha despertado extraordinaria expectación. Para el buen éxito, es preciso no dejarla enfriar y sobre todo que el señor Pérez de Guzmán, que chanela de estas cosas, vaya a salirse a última hora por peteneras; que el público cordobés hila tan delgado en cuestiones de cante como en cuestiones de toros.
¡En fin!, sabiendo como sabemos cual fue el desenlace final de este tan anhelado como frustrado concurso, cabe imaginar el disgustazo que se llevaría el buen aficionado que era don Julio. En las siguientes semanas la prensa seguía dando notas sueltas sobre los preparativos de la feria, noticias que no merece la pena reseñar. Nosotros acabamos colocando juntas las dos coplillas: la del artículo hoy presentado de Julifer y la que, un mes después, a modo de respuesta, escribió su colega, según recogimos en la primera parte de este trabajo, testimonio, una y otra de lo que pudo haber sido y no fue.
-Hombre, ustés que lo saben tó: ¿Qué hay de eso der concurso der cante?
-¿Es verdad que le han dado el encargo al señor Pérez de Guzmán de organizar el concurso de cante jondo?
El propio Julifer confirma que, junto a los festejos taurinos, habrá ese concurso de cante y que el empresario va de Huelva a Sevilla. y de Sevilla a Madrid y de Madrid a Huelva ultimando lo fundamental y atrayente de nuestra feria. Sigue más adelante: Suponemos que la fiesta andaluza, de la que hace mucho tiempo augurábamos que podría ser un número atrayente de nuestra feria, se organizará en forma que no constituya un fracaso; porque haciendo estas cosas mal, no solamente se pierde el tiempo, el dinero y los entusiasmos, sino que se destroza para siempre la iniciativa. El concurso de cante jondo puede constituir un número fundamental y de nombradía en las ferias sucesivas. Es preciso darle el ambiente adecuado al marco cordobés. Las soleares y las serranas, que son lo nuestro, no deben postergarse, ni tampoco los artistas de la tierra. Sería un gran éxito para el onubense señor Pérez de Guzmán, conseguir todo esto que en Sevilla ha costado muchos trabajos y desvelos a un entidad tan bien documentada y con tantos elementos a su favor como la del Fomento del Arte Popular Andaluz. Continua el señor Fernández Costa comentado cosas de los festejos taurinos, pero retoma el tema del cante: De lo del cante jondo, pronto se sabrá algo. Nos habla de una posible fiesta particular de cante y baile en un aristocrático palacio con los ases de lo flamenco que se encontrarán en Córdoba, por Feria, con motivo del concurso de cante jondo. (...) La sola enunciación del proyecto del Ayuntamiento de organizar como festejo de feria un concurso de cante fundamental y baile flamenco, ha despertado extraordinaria expectación. Para el buen éxito, es preciso no dejarla enfriar y sobre todo que el señor Pérez de Guzmán, que chanela de estas cosas, vaya a salirse a última hora por peteneras; que el público cordobés hila tan delgado en cuestiones de cante como en cuestiones de toros.
¡En fin!, sabiendo como sabemos cual fue el desenlace final de este tan anhelado como frustrado concurso, cabe imaginar el disgustazo que se llevaría el buen aficionado que era don Julio. En las siguientes semanas la prensa seguía dando notas sueltas sobre los preparativos de la feria, noticias que no merece la pena reseñar. Nosotros acabamos colocando juntas las dos coplillas: la del artículo hoy presentado de Julifer y la que, un mes después, a modo de respuesta, escribió su colega, según recogimos en la primera parte de este trabajo, testimonio, una y otra de lo que pudo haber sido y no fue.
Sobre el fandango de Pérez de Guzmán me gustaría pedirle un comentario, o una impresión sobre el artículo cuyo enlace le pongo: http://www.revistalaflamenca.com/flamenco-antiguo-el-fandango-de-herrera-en-los-cantes-abandolaos/.
ResponderEliminarNo se si es impertinente, o inconveniente esta petición, pero como tiene usted recogidos y clasificados tantos fandangos, y lo considero una autoridad en la materia, pues me atrevo a pedirle su opinión. La verdad es que yo lo veo muy bien argumentado, pero claro, uno no llega ni a aprendiz de esto.
Antº Granado.
Amigo Antonio, no soy experto en fandangos sino únicamente degustador. De hecho, nunca busqué clasificaciones ni nada por el estilo cuando llegué a publicar 250 voces flamencas cantando fandangos.
EliminarEl artículo del recordado Rodríguez Cosano ya lo conocía. Yo no sé qué decirle, pero me inclino por la autoría de Pérez de Guzmán, autoría que reconocieron públicamente Marchena, Valderrama y muchos más. Y, en cuanto a fuentes, pienso que Rafael Pareja tuvo que ver. Por lo demás, lo de que se trate de un cante evolucionado dentro de los "abandolaos" (¿¿??), me suena a historia trillada. Si ese fandango lo graba alguien con toque de Huelva, no creo que tenga que cambiar por ello la melodía. Pasó con la rondeña asociada a Jacinto Almadén y pasó con la de Rafael Romero.
Saludos desde Córdoba
Gracias.
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