jueves, 8 de diciembre de 2016

Resuenen con alegría... (I)

... los cánticos de mi tierra.

Pascua de Navidad en los pueblos, se juntaban las familias enteras y se cantaban villancicos. En mi caso, la reunión era en el día de Nochebuena y algunos años se celebraba en mi propia vivienda porque mi padre, el más joven entre sus hermanos, era el que,  a su vez, tenía los nenes más chicos. Alli acudían tíos y primos una vez concluida la cena en cada una de sus casas. Otros años nos íbamos todos a donde mi tío Francisco de Paula porque él y la tía Pepa, casados pero sin hijos, disfrutaban viéndose rodeados de chiquillería. Zambombas, panderetas, carrasquiñas y cucharas aporreando aquellas botellas estriadas del aguardiente de Rute eran nuestros únicos instrumentos. Coplas y melodías tradicionales, con muy pocas novedades de un año al siguiente. Ya se sabe aquello de la Nochebuena se viene, la Nochebuena se va... Y, entre copla y copla, pestiños, roscos de aguardiente, alfajores y otras delicias hechas en las propias casa.  Todo en torno al Nacimiento  que cada año íbamos agrandando con nuevas figuritas.   

Ahora es distinto y las reuniones han dejado de ser familiares para convertirse en actos sociales y públicos que se vienen celebrando desde primeros de diciembre, sin esperar a la Nochebuena. Famosas se han hecho las "zambombas de Jerez". cada año más publicitadas.

Pero yo traigo el tema navideño por otro motivo. Es sabido que el personal flamenco, gente andaluza con el pie en tierra a fin de cuentas, tenía que cantar en Navidad al igual que lo hacía el resto de mortales. Lo que ocurrió es que ellos cantaban a su manera y así nació el "villancico flamenco", basado fundamentalmente en la bulería de Jerez, aunque, moderna y erróneamente, se han catalogado como villancicos (hasta el recordado Enrique Morente cayó en esa trampa) "los campanilleros de Manuel Torre", olvidando que estos cantos iban ligados a los rosarios de la aurora y no tenían nada que ver con las pascuas navideñas.

Es curioso que muchos nos quieran vender como villancicos los citados campanilleros, haciendo incluso las mismas letras que popularizaron tanto Manuel Torre como La Niña de la Puebla. Claro que los temas de aurora eran religiosos pero, hombres de Dios, todo canto religioso no es ni mucho menos navideño. Alguno ha llegao al ridículo de cantar como villancico la famoda letra aquella de
Pajarillos que estáis en el campo
gozando el amor y la libertad,
recordadle al hombre que quiero...
recogido en el siglo XIX por la escritora Fernán Caballero y que tiene la apariencia de todo un madrigal, simplemente porque a doña Dolores Jiménez, la de La Puebla, se le ocurrió incluirlo en una de sus grabaciones de Campanilleros.

La música no hace al villancico sino que éste lo es cuando el tema cantado va ligado de una manera u otra el nacimiento y primeros años de vida del Niño Jesús. Por eso pasan cosas como la que les voy a contar: Estaba oyendo en mi casa exactamente la misma grabación que les voy a insertar líneas más abajo y me dice uno de mis hijos:
-Papá, ¿que haces oyendo sevillanas que ni es la feria de abril, ni las cruces de mayo, ni la romería del Rocío? Anda y ponte unos villancicos que estamos cerca de la Navidad.
No se percató de que lo que yo estaba oyendo era un "villancico por sevillanas". Sí, señor, del año 1959, con la guitarra de Perico el del Lunar y las voces de Bernardo el de los Lobitos y Carmen Moreno. Aquí lo tienen:

2 comentarios:

  1. Andrés, el villancico por sevillanas anunciado brilla por su ausencia. La técnica te ha hecho una jugarreta.

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    1. Gracias, amigo Paco. Los clásicos "duendes de la imprenta" se han venío al Internet. Creo que ya está arreglao.

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