martes, 3 de mayo de 2016

Verdiales de Almería (De cómo una cartagenera se hizo fandango...)

Qué duda cabe de que existen flamencos que bromean con sus cantes y te cuelan inventos a la primera de cambio.

Pepe Marchena, embustero empedernido que paradójicamente nos ofrecía cantes-verdad, era su paradigma, pero no el único. Lo curioso no es que el ingenuo aficionado de base alguna vez se haya dejado engañar. También lo hicieron los "expertos" y, siguiendo con Marchena, hay que ver lo bien que engañó a don Hipólito Rossy con sus fandanguillos de Osuna (pulsen aquí y lean ustedes), así como también con los de Almodóvar (por favor, vuelvan a pulsar). 

Otro gran bromista fue Canalejas de Jerez. Despojó de sus característicos "ayes" a La Caña y la convirtió en una Soleá sin más, presentándola como "Soleares de Jerez" (aquí tienen el enlace). El auxilio de nuestro buen amigo Ramón Soler Díaz nos convenció de que Canalejas había hecho un juego y nada más. Como lo hizo cuando participó en un disco colectivo en el que aparecían diversas advocaciones usuales en Andalucía para referirse a la Virgen María y él se acordó de la Virgen de la Cabeza de Andújar (Jaén) para aportarnos unos curiosos cantes de Jaén, como él los denominó. Una tanda de fandangos, acompañados con toque de verdial. El del medio es claramente el fandango que la gente de Granada llaman de Paco el del Gas. De los otros, diré, citándome a mí mismo, que tienen
aire de cartagenera pero hecha a contramano de la historia. Me explico: suele decirse que granadinas, malagueñas y cartageneras surgen de fandangos locales cuando pierden el compás verdialero para convertirse en cantes ad libitum. El bueno de Canalejas toma una melodía de cartagenera y la retrotrae a fandango.
Yo aseguraría que lo que hace Canalejas fue idea suya, alarde de dominio de los cantes propio de gente sabia como él. Nada de "cantes previos a la formación de otros más engrandecidos, como fueron las cartageneras y otros atarantados" como me comentó un buen amigo y experto en estos temas. Nada de que fueran cantes con tradición por las tierras de Jaén como me apuntó otro gran conocedor de los cantes mineros. Insisto en que Canalejas hizo un juego, cosa que sólo pueden permitirse cantaores sabios como él y, sobre todo, libres de cualquier dogmatismo y ortodoxia puristas.

Y vamos con un tercer cantaor también juguetón. Les hablo del almeriense Manolo de la Ribera, aquel que se quejaba, cantando por milongas, de que "se estaba acabando el flamenco" a la vez que los puristas de su época predicaban que fandanguillos, milongas y guajiras eran los que acababan con el cante (pueden oír esa milonga pulsando aquí). El mismo que nos vendió como arrieras (o sea, cantos propios de arrieros) unos preciosos fandangos verdiales (óiganlos de nuevo). Hoy les comento que un buen día Manolo hizo lo mismo que antes decíamos de Canalejas: coger un cante ad libitum y retrotraerlo a fandango. El les llamó "Verdiales de Almería" a este par de fandangos que recuerdan fielmente, sólo que aliguerada, la famosa cartagenera de "los pícaros tartaneros":

Pero, además del juego musical, Manolo también lo hace con las letras. Reparen en la primera:
El veinticuatro de enero
de mil ochocientos ochenta,
en el pueblo de Serón
murió el Cabogatero,
barrenero y cantaor.
¡Toda una lección de historia, vaya que sí! Nuestro cantaor había publicado en junio de 1976 en el diario La Voz de Almería un artículo con datos del nacimiento, vida y muerte del legendario tarantero Juan Martín, conocido El Cabogatero. Estos datos fueron admitidos y usados sin más por algunos de nuestros sabihondos flamencólogos como pudieron ser la murciana Génesis García Gómez o el catedrático sevillano José Luis Navarro, pero he aquí que otro escritor, el almeriense Antonio Sevillano Miralles, en su trabajo, Almería por Tarantas (1986) cuestiona seriamente la veracidad de cuanto había contado el de la Ribera. Resulta que algunas de las cosas que contaba de El Cabogatero, en otros sitios el mismo Manolo se las había adjudicado a otro cantaor, concretamente a Pepe el Marmolista. Resulta que las explotaciones mineras en Serón (pueblo que aparece en la foto de arriba) fueron posteriores a 1880 y que, consultando los libros de enterramientos en aquella zona y época no aparece ningún apellidado Martín. Como tampoco se encuentra rastro alguno de su nacimiento en Cabo de Gata en 1810 como había afirmado el bueno de Manolo. O sea, pura fantasía, como si estuviera contando alguna historia a la manera del entrañable Pericón de Cádiz.

Por mi parte, no tengo objeción que hacerle ni a Marchena, ni a Canalejas de Jerez, ni al de la Ribera. Sí a los expertos que se creyeron al pie de la letra sus burlas. Bueno, y ya que ha salido El Cabogatero, escuchemos la versión que hace de su taranta el mismo Manolo de la Ribera. No sé si será fiel o no, pero bonita lo es sin duda:

6 comentarios:

  1. Gracias Andres por enderezar a entuertos y por tus sabias y profundas palabras como aficionado a este mundo estoy cada dia mas de acuerdo con usted si señor menos mal que al menos quedan sabios con conocimientos profundos porque desgraciadamente hay mucha mentira y ojana en esto del flamenco y usted lo sabe señores que dicen llamarse flamencologo y le hacen un flaco favor al flamenco en general chapo y enhorabuena por este articulo un abrazo un humilde admirador de tus conocimientos saludos cordiales maestro

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  2. Gracias a ti, amigo Segundo, por tener la paciencia de leerme. Te deseo lo mejor en tu carrera de cantaor. Un abrazo

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  3. Antes cuando quería organizar mi "colección" con suma rigurosidad me pasaba horas escuchando, repitiendo y comparando, auxiliado de de los Soler y otros, es divertido, pero ya no me preocupa. ¡Vaya lío se me armaba cuando la referencia era Marchena o un ultra-ortodoxo!. Se disfruta más del flamenco disfrutándolo que discutiéndolo y sus fascinantes historias.

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    1. Haces bien. Yo primero escucho y concluyo si me gusta o no. Luego viene el etiquetarlo por entendernos.

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  4. Enhorabuena Maestro. Grandes reflexiones desde el conocimiento.
    Hoy todos quieren ser flamencólogos, con lo bonito que es ser un buen "aficionao".
    Nunca se acaba de aprender, por muy larga que sea la vía... Pero como algunos lo conocen "to"...
    Ole tu!!!

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    1. Quítenme lo de "maestro" que yo ejerzo de lo que soy: un simple aficionado. Gracias por comentar.

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