lunes, 25 de febrero de 2013

Dos pal Matrona, ninguna pá mí

En mi anterior entrada coloqué una foto de 1970 en la que aparecía don José Núñez Meléndez, Pepe el de la Matrona, sentado en el patio del viejo chalet de La Hermandad. Ahí va otra del mismo día.


Pepe, Félix Grande y yo habíamos hecho esa mañana las funciones de jurado para un concurso de letras flamencas del que hablaré en otra ocasión. Llegó la hora de comer y observamos que la despensa y la nevera, como casi siempre, andaban escasas. Más ese día en que, además de los habituales seis o siete habitantes de la casa, se nos habían agregado bastantes amigos más. Sacamos cuanto pudimos para tapear y como remate iban unos chuletones. Los teníamos de ternera y los teníamos de cerdo. Los contamos y, entre unos y otros,  había justamente uno para cada uno de los presentes. Le digo a mi compadre Salvador:
-Voy a preguntarle a Pepe qué clase de carne prefiere.
Lo hago y entonces el cantaor me contesta:
-¿Chuletas de ternera y chuletas de cerdo? Pues yo una de cá clase.
¿Cómo no?, le dimos gusto al Matrona del que ya sabíamos, por nuestras correrías con él por las tabernas de Madrid, que se comía y se bebía todo lo que se le pusiera delante. El que se quedó ese día compuesto y sin chuleta que llevarse a la boca fui yo.

2 comentarios:

  1. Un compañero me dijo el otro día que quien tiene un campo se jarta de trabajar para los amigos, y que por eso no lo tenía él. Tanta negatividad se la ha llevado por delante esta divertida anécdota. Qué cosa más bonita es llevar a tus amigos a casa e incluso quedarte sin comer por darles gusto. Me alegro de tener noticias suyas. Un saludo

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