Para mi amigo Paco Hidalgo, extremeño, madrileño y sevillano
Hace unos días les decía que yo descubrí a La Repompa de Málaga a través de la radio, donde con frecuencia se oían los tanguillos que vienen a continuación
¿Qué les parece a ustedes? Para mí, una delicia de cante festero con un aire inconfundible de tango-rumba cubano. No sólo en la música, sino también en la parte final de la letra (después de dejar "tiraos" al pobre novio y a la pobre suegra) y sobre todo en el estribillo
¿Qué les parece a ustedes? Para mí, una delicia de cante festero con un aire inconfundible de tango-rumba cubano. No sólo en la música, sino también en la parte final de la letra (después de dejar "tiraos" al pobre novio y a la pobre suegra) y sobre todo en el estribillo
Ea, gayumbo, pónme la mano, Cariá, que yo me muero de un dolor
que repite unas cuantas veces. Mi amigo Paco Hidalgo, que me acompañó en algunas de mis correrías flamencas en la capital del reino, me aclara algo sobre tal estribillo. El poeta asturiano Alfonso Camín Meana (1890-1982) vivió su bohemia en Cuba entre 1905 y 1914, y de aquella época es su poema Macorina, que sirvió como texto para la canción de igual nombre que popularizó la insustituible Chavela Vargas en la que el estribillo era
Pónme la mano aquí, Macorina, pónme la mano aquí
Pero, añade Paco, este estribillo era muy antiguo y pertenecía a una rumba-son en la que un herido de guerra pide a Macorina que "le ponga la mano ahí, donde le duele". Esta versión, casi seguro, es la que de Cuba vino a España y se puso en boca de los flamencos, trocando a Macorina (dicen que existió y que era hija de chino y negra) por Cariá, llegando hasta esa niña cantaora que fue La Repompa de Málaga.
Y es que el mundo de las letras flamencas da para escribir libros y libros, da, incluso, para que algunos hayan llegado a ser doctores universitarios. Nosotros, aficionaos de a pié, nos limitamos a disfrutarlas y compartirlas.