En nuestro cuadernillo de memorias ha aparecido, en los últimos artículos, hasta tres veces, el álbum discográfico colectivo titulado Flamenco Spectacular, gracias al cual hemos podido rescatar las voces de Manuela de Ronda, de El Barbero de Sevilla y de Manolo Cantón. En su contracubierta encontramos sus nombres junto a los de María Rosa y Pepe El Culata, todos ellos como cantaores. Las guitarras, ya se ha dicho en tales artículos, eran las de Perico el del Lunar y Andrés Heredia. Sus registros van acompañados de taconeos y jaleos propios del baile flamenco. En efecto, también en la contracubierta figuran los nombres del bailaor El Tupé, así como el de las bailaoras Carmela, Amparo, Mari Flor, María Medina, Rosario de Cádiz, Tere del Oro y Lolita de Córdoba. Entre singers, guitarists y dancers, tenemos todo un cuadro propio de un tablao flamenco.
¿Hemos dicho tablao? Pues, miren ustedes por dónde, cuando publiqué mis notas sobre Manuela de Ronda, el amigo David Pérez Merinero nos envía dos recortes de prensa (uno del 3 de junio de 1959, otro del 4 de marzo de 1960) en los que aparecía su nombre dentro del elenco del famoso tablao madrileño Zambra. Comparando estos anuncios con la contracubierta del disco del que hablamos, queda meridianamente claro que éste se grabó con personal de dicho tablao, si bien no intervinieron los del Cuadro de Antología sino los del nombrado como Gran Cuadro de Zambra. También queda patente que se comercializó para consumo de guiris no iniciados en nuestro arte flamenco.
En inglés y en castellano figura un curioso texto firmado por Hugo A. Ortiz, personaje del que no teníamos conocimiento. Se dice, por ejemplo, esto:
¿Hemos dicho tablao? Pues, miren ustedes por dónde, cuando publiqué mis notas sobre Manuela de Ronda, el amigo David Pérez Merinero nos envía dos recortes de prensa (uno del 3 de junio de 1959, otro del 4 de marzo de 1960) en los que aparecía su nombre dentro del elenco del famoso tablao madrileño Zambra. Comparando estos anuncios con la contracubierta del disco del que hablamos, queda meridianamente claro que éste se grabó con personal de dicho tablao, si bien no intervinieron los del Cuadro de Antología sino los del nombrado como Gran Cuadro de Zambra. También queda patente que se comercializó para consumo de guiris no iniciados en nuestro arte flamenco.
En inglés y en castellano figura un curioso texto firmado por Hugo A. Ortiz, personaje del que no teníamos conocimiento. Se dice, por ejemplo, esto:
El Repertorio, puro gitano, consiste de música, canto y baile, herencias de los antepasados, que el gitano ha aprendido desde la cuna, ya que tales artes y tales obras casi nunca fueron escritas , y mucho menos grabadas. Aunque el origen verdadero del repertorio gitano es desconocido, se sabe que nació en rincones remotos de España y partes de Europa. Naturalmente. al través de los años, el gitano errante ha agregado creaciones inspiradas por acontecimientos y emociones. La herencia y la creación forman el patrón, pero la interpretación es espontánea y el éxito depende de la interpretación individual.
Hay una breve descripción de los estilos flamencos registrados y así, hablando de las alegrías, podemos leer:
Música y canto de un género suave y gentil. Casi siempre interpretado por los jóvenes. Los cantos amparan la belleza, lo noble y como es natural, la "novia".
Las sevillanas se presentan así:
Un baile alegre y vivo, representativo del folclórico y muy favorito entre los gitanos.
Vamos que a este hombre había que nombrarlo flamencólico y cum laude, hecho lo cual, cabe destacar la categoría flamenca de las gentes que intervienen en el disco. Nos despedimos invitando a que ustedes escuchen estas magistrales seguirillas para baile en la voz de nuestro amigo El Culata: