Se acababa el año 2012. El mismo 31 de diciembre, yo quería comunicar a los posibles seguidores de mi blog Cantando por Fandangos que en ese año había publicado 135 grabaciones de este estilo flamenco, a la vez que quería aprovechar para desearles a todos un buen año 2013. Lo que me salió fue esto.
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Si no fuera porque uno se crió en la oscura y larga noche que vino tras la incivil guerra del 36-39, me atrevería a decir que este 2012 es de los años más negros que, a partir de un par de días, van a quedar en mi memoria. La maldita crisis ha hecho metástasis inundando todas las geografías españolas, todos los sectores de nuestra economía, de nuestros servicios, todas las clases sociales (con excepción de unos pocos cientos de familias que cada día acumulan más riqueza y más poder). La clase política, con honrosas pero insuficientes excepciones, incapaz de crear ilusión en los ciudadanos, vive esclava de sí misma, maniatada por el sistema partitocrático y por la corrupción que florece por doquier. Los Taifados (o Comunidades Autónomas como algunos los llaman) en lugar de arreglar las cosas se han convertido en máquinas que cada problema lo multiplican por diecisiete. La Monarquía, entre yernos insaciables de dinero y extrañas y casi clandestinas cacerías en África por parte del jefe del clan, ha hecho aguas, tantas que hasta los republicanos juancarlistas se replantean el apuntarse a la deseada por algunos Tercera República Española.
Crisis, crisis, crisis...
Y el Flamenco, ¿también está en crisis? En realidad siempre lo ha estado. Todavía, hoy en día, quedan sectores en España e incluso en nuestra Andalucía que lo consideran un arte indeseable, propio de tabernas e insalubles tugurios suburbiales. Pero bueno, con eso ya contábamos sus seguidores. La crisis, en lo que a economía se refiere, le ha afectado y mucho, tanto más porque durante los últimos decenios nuestros artistas se habían habituado a las subvenciones paternalistas por parte de algunas instituciones, las cuales a día de hoy reculan cada vez más. A este respecto uno no puede sino acordarse de personajes como Dolores Jiménez (La Niña de la Puebla), Pepe Marchena, Juanito Valderrama y otros, que en los años de la hambre (1939 a 1955, aproximadamente), sin ayuda de nadie, montaban sus propias compañías y recorrían España entera ofreciendo su arte a cambio de lo que la taquilla recaudase. Mi reconociento a estos artistas, a la vez que mi rechazo a los "sesudos" flamencólogos que tanto los han criticado.
¿Crisis en lo artístico? ¿Crisis de continuidad? En mi opinión aquí no la hay. Tenemos un plantel de doscientos o trescientos nombres de gente nacida de 1970 hacia atrás, que brillan cada vez más en su hacer artístico, si bien cabe señalar que en las facetas del baile y la guitarra avanzan más que en la del cante propiamente dicho.
Prueba de que el Flamenco estuvo y sigue vivo son las ciento treinta y cinco grabaciones por Fandangos que les he ofrecido en este insignificante blog a lo largo del maldito 2012. Aquí seguiremos.
Feliz y flamenco 2013.
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Recibí un par de comentarios, el mismo día 31 de diciembre de 2012, de los que quiero dejar constancia:
Me decía franmmartin:
Tengo la impresión de que ese "avance" tanto de la guitarra como del baile y algo, o bastante, del cante, es en general, más de técnica, de "mañas", que de jondura o búsqueda del verdadero desarrollo de la base. Porque el flamenco es así, aunque pueda pesarle a algunos de sus mas conspícuos cultivadores.
Aunque el asunto da para mucho, aquí lo dejo, que se acercan las campanadas, para desearle un Buen Año Nuevo tanto personal como flamenco.
Por su parte, Manuel Campos escribía:
Querido amigo Andres. Te deseo un -como tu dices- Feliz y flamenco 2013. Te felicito por el artículo que acabas de publicar en tu blog ¿Crisis? F... Estoy totalmente de acuerdo contigo. Salud.