Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

domingo, 19 de febrero de 2017

El Fandango "chacarrá" de Tarifa

Sin duda el fandango chacarrá que se cantaba y que se conserva en el sur de la provincia de Córdoba, allá donde los municipios de Rute y de Iznájar(1), es un cante antiguo. Presumo que cuando menos tan antiguo como lo sean los fandangos almerienses de Cuevas de Almanzora, los jienenses de La Hiruela o de Castillo de Locubín, los granadinos de La Peza y Güejar-Sierra, los gaditanos de la zona de Tarifa, y,  por supuesto, tan antiguo como los que en la provincia de Málaga se nombran como verdiales de los Montes, de Almogía o de Comares.

Todos ellos son derivaciones del primitivo fandango arábigo-andaluz trasmitido por los moriscos que sobrevivieron en las serranías de lo que había sido el Reino de Granada una vez que éste pasó a control cristiano. Quiero decir con esto que nunca he visto claro eso de que surgieron en alguna comarca malagueña y de allí fue exportado a otras provincias (los que así lo afirman ponen hasta el vehículo: los arrieros que repartían por doquier la fruta y otros productos malagueños).

Hemos nombrado al fandango de Tarifa y, añadimos ahora, observamos que se le denomina con el mismo nombre de chacarrá usado en Córdoba. Campesino, festero y bailable como su homónimo cordobés (en realidad como todos los fandangos nombrados más arriba), su hábitat se extendía por los lugares de Guadalmesí, El Lentiscal, Tahivilla, Valdevaqueros, Los Porros, Betis, El Chaparral, Las Caruelas, Facinas y, por descontado, Tarifa pueblo. Llegaba incluso a términos municipales próximos como Vejer de la Frontera o Zahara de los Atunes.

Sin duda, entre Iznájar y Tarifa hay un buen trecho, tanto que se hace extraño que ambos sitios usen el mismo término para su fandango particular, término por otra parte muy poco usual: chacarrá. En las redes hemos encontrado un artículo titulado El "Chacarrá" de Iznájar, firmado por Antonio Quintana Jiménez, vecino ese pueblo cordobés. En dicho artículo se nos dice lo siguiente:

Curiosamente no hace muchas décadas el nombre de nuestro fandango, chacarrá, fue trasplantado al área de Tarifa (Cádiz). Según se cuenta, en los años 40, poco después de terminada la contienda española, unos militares de este terreno que visitaron la zona, que llegaron a casarse con tarifeñas y se afincaron allí, aplicaron el nombre iznajeño de "chacarrá"a los fandangos de la zona.

Es decir, según el señor Quintana el término habría sido acuñado en tierras cordobesas y de ellas exportado en los años cuarenta del siglo XX a las tarifeñas. Aurelio Gurrea Chalet, flamencólogo con residencia en Estepona (Málaga), dedicó hasta tres artículos(2) a la glosa y estudio del fandango tarifeño. En el primero de ellos parece que Gurrea confirma la tesis de Quintana Jiménez en el sentido de que el nombre de chacarrá fuera aplicado al fandango de Tarifa en los citados años cuarenta por parte de unos militares que anduvieron arreglando caminos y pistas para emplazamiento de cañones. Pero Gurrea no dice en ningún momento que esos militares fuesen naturales de Iznájar. Por el contrario, indica que chacarrá surgió como onomatopeya del sonido producido por los instrumentos que acompañaban a su cante (ya se sabe, además de la guitarra, se hacía percusión con las castañueñas, platillos, panderetas, almirez, botellas de aguardiente, cucharas..., los mismos instrumentos y utensilios que en otras comarcas fandangueras, salvo la malagueña donde sus pandas suelen añadir el violín).

De ser cierto lo que nos dice Aurelio Gurrea, ¿qué pasó?, ¿la palabra surgió en Tarifa y la copiaron los iznajeños y los ruteños?  Personalmente carecemos de argumentos y de medios para tomar posición, así que, dejémoslo así: ambos chacarrás, el cordobés y el gaditano, existen y siguen vivos. Eso es lo importante.

Como ilustración de este fandango tarifeño, les invito (y así me despido por hoy) a escuchar un par de grabaciones:

Grupo Almadraba, 1983


Agrupación Nuestra Señora de la Luz, 1994


(1) A ellos ya nos referimos en el artículo del pasado 16 de febrero. Pulsen aquí para consultarlo.

(2) El Chacarrá 1, 2 y 3, publicados en 1992 en los números 4, 5 y 6 de la revista Aljaranda editada por el Ayuntamiento de Tarifa.

sábado, 18 de febrero de 2017

EL PLANETA, EL FILLO, EL NITRI, ¿de verdad que estos personajes existieron?

Va para años dos y medio que en este blog publiqué un artículo, a cuya lectura (o relectura en su caso), incluyendo la sección de comentarios que fue aumentando con el paso de los días, les invito ahora mesmito. Cuando lo hayan hecho., se encontrarán nuevas historietas y consideraciones que a uno se le ocurre... 


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Jueves, 28 de agosto de 2014

Siguen las mentiras sobre Planetas, Fillos y Nitris


Envío a Manolo Bohórquez Casado, Antonio Barberán Reviriego y Luia Vázquez Morilla.

Prezi debe ser un gestor de eso que los internautas llaman "Presentaciones". Encuentro una fechada el día 14 de mayo de 2014 y firmada por un tal Fermín Martos cuyo título es Las etapas en la historia del Flamenco. En realidad se ciñe a La etapa inicial (Desde el último tercio del siglo XVIII hasta comienzos del siglo XIX). Tomo tres citas de tal presentación, referidas a tres de los cantaores más nombrados del siglo XIX, y las comento a continuación.

1) EL PLANETA

Nadie tiene constancia de su nombre; algún autor adelanta el de Antonio Fernandez(?). Se ha dicho que el apodo de "El Planeta" le fue puesto por la alusión a los astros que el cantaor hacia en sus coplas. En cuanto al lugar de su nacimiento, en la relación de Juanelo figuraba como natural de Cádiz, aunque Molina y Mairena se inclinan a creer que nació en Triana (?

¡Por Dios, don Fermín! ¿Usted no sabía que El Planeta se llamaba Antonio Monge Rivero y que había nacido en Cádiz en 1789? ¿Tampoco sabía que era hermano del famoso bolero Luis Alonso y tío del cantaor Lázaro Quintana? Todos estos datos y muchos más fueron investigados por Manuel Bohórquez, con la colaboración de Antonio Barberán. Se publicó en el diario El Correo de Andalucía, Sevilla, 21 de febrero de 2011. El escritor sevillano lo trajo a las redes a través de su blog La Gazapera, siendo una de las entradas más celebradas y comentadas de aquellos días. Seguramente a usted le cogería viajando por la luna de Valencia.

2) EL FILLO

La importancia de El Planeta estriba en que constituye la referencia primera y única de la que se parte para describir las sucesivas figuras y cantes que a partir de él han conformado la historia del flamenco y, sobre todo, porque su nombre va unido siempre al de su discípulo más aventajado, como lo fué Francisco Ortega "El Fillo", que transmitió los cantes de su maestro y los suyos propios.
Con la figura de El Fillo la historia del flamenco nos ofrece la persona que canta, nos muestra por primera vez la humanidad del cantaor conocido en su época y en el entorno en que vivió. Ya no es el personaje descrito en las páginas de un libro, sino que estamos ante alguien de quien se puede apreciar su realidad humana, su familia, sus amores, su "buscarse la vida" a diario y hasta el tono de su voz.
Ante nosotros tenemos el retrato de un hombre, al parecer buena persona, y nos hablan otros de él quienes, a diferencia de su maestro El Planeta, no lo conocieron en una nocha de juerga, sino que lo trataron, lo estimaron y aprendieron de él en el día a día. Silverio Franconetti fue discípulo de El Fillo y amigo de D. Antonio Machado y Álvarez (Demófilo) y de D. Francisco Rodríguez Marín, de ahí que a través de Silverio y los citados escritores, entre otras personas, se conozcan los cantes y buena parte de la vida del personaje que comentamos.
Parece seguro que El Fillo nació en Puerto Real, a principios del siglo XIX, y murió en Sevilla en fecha cuya exactitud se desconoce, pero que puede situarse por los años ochenta del citado siglo, aunque Demófilo, en la obra citada anteriormente, editada en 1881, nos dice: "Este cantaor, considerado como el mejor de todos ellos, ha vivido hasta mediados de este siglo...". Tuvo dos hermanos, Juan Encueros y Curro Pabla, que también cantaban.
(...)
En Triana El Fillo se enamoró de La Andonda, gitana de genio, mucho más joven que él y gran solearera, de la que se dice que fue muy fiel al cantaor. Según Rafael Molina ("Obra Flamenca") El Fillo era muy cariñoso con los niños, y le agradaba verse rodeado de ellos mientras cantaba. Por eso hay una soleá que dice:
La Andonda le dijo al Fillo:
Anda y vete gallo ronco a cantarle a los chiquillos!
Y es que la voz de El Fillo era ronca y grave, y este estilo de voz ha quedado como tipo de voz flamenca, llamándosela voz "afillá".
De El Fillo como cantaor se han dicho todo tipo de elogios. Demófilo decia que se le consideraba como el "rey de todos los cantaores" y lo calificó en su famosa lista como "cantaor generalísimo", es decir que dominaba todos los cantes. Se le ha llegado a llamar "padre del cante" y "Juan Sebastián Bach del flamenco".

¡Qué sagacidad la suya, don Fermín! Cuatro lecturas le han bastado a usted para llegar a apreciar hasta el tono de voz del Fillo. Pues mire por donde, el nombre de nuestro cantaor no es el que usted señala sino que se llamó Antonio Ortega Heredia. No nació en Puerto Real sino en la Isla de San Fernando. Lo hizo el día 21 de abril de 1806, muriendo en Sevilla el día 4 de febrero de 1854, antes de cumplir los 48 años. Se había establecido aún joven en el barrio de Triana donde se casó con Alejandra Vargas Filigrana en el año 1929, procreando a siete hijos y siendo siempre fiel a su esposa. O sea, que de Andonda, nada de nada. Por cierto, el autor que usted nombra, el que escribió el libro "Obra Flamenca" del que yo fui editor en 1977, no se llamaba Rafael sino Ricardo Molina. Sí es cierto que entre sus hermanos hubo dos (Francisco de Paula y Juan) que fueron cantaores y que uno de ellos fue asesinado. Demófilo debió de tener en mucha consideración al Fillo pero se equivocó en su nombre y lugar de nacimiento. ¿Quién era, entonces, Francisco Ortega Vargas? Sencillamente, el mayor de los hijos del Fillo, también cantaor que usó el mismo mote que el padre. Éste sí que anduvo con la solearera La Andonda. Todos estos datos los publicó el moronero Luis Javier Vázquez Morilla el día 18 de enero de 2012 en un blog que tiene dedicado a temas relacionados con Morón de la Frontera. ¡Y usted de nuevo en la luna de Valencia!

3) EL NITRI

Sobre la rareza de el "Nitri", la descripción que de su personalidad ofreció G. Nuñez de Prado, en su conocida obra "Cantaores andaluces", fue calificada por Rafael Molina como arbitraria y en absoluto cierta, ya que lo presente como un caso extremo de timidez erótica, llegando a afirmar Nuñez de Prado que "este hombre estuvo en realidad, y de manera innegable, imposibilitado de sentir como un hombre el amor, a pesar de todas las apariencias jamás quiso a una mujer, constantemente vivió alejado de la bella mitad de la especie humana". Rafael Molina, en cambio, rechaza esta imagen que da Núñez de Prado, afirmando que "todo el mundo sabe (?) que Tomás el "Nitri" se había juntado a la mujer de su tío, la "Andonda". Tampoco se ha probado esta unión, lo que sí es cierto es que era sobrino de Francisco Ortega el "Fillo" y que, según parece, vivió con él desde niño y de su tío aprendió los cantes que luego le hicieron famoso.

Gracias de nuevo a Bohórquez (La Gazapera, 1 de septiembre de 2012), ahora con la colaboración de Vázquez Morilla, hemos sabido que El Nitri, de nombre Tomás Ortega López, nació en El Puerto de Santa María el día 17 de diciembre de 1838, hijo de Andrés Ortega Heredia, uno de los hermanos del Fillo. Murió en Jerez de la Frontera el día 2 de noviembre de 1877, con 38 años de edad. Según nos recuerda Fermín Martos, el montillano Núñez de Prado afirmaba del Nitri que era poco menos que misógino, mientras que el pontanés Ricardo (no Rafael) Molina decía que El Nitri se juntó con La Andonda, la mujer de su tío El Fillo. Pues va a ser que Molina se equivocó, no solamente en que La Andonda fuese la mujer de su tío, siéndolo en realidad de su primo hermano Francisco Ortega Vargas (Fillo Segundo), sino en la posibilidad de que tal cosa ocurriera, toda vez que El Nitri muere en 1877 y Francisco El Fillo lo hace en 1878.

Pero, ¿por qué quitarle o darle la razón a este Fermín Martos? Haciendo la redacción de este artículo he caído en la cuenta y comprobado que todo lo que dice está tomado literalmente (y sin citar procedencia) del sitio web conocido como Horizonte Flamenco en cuyo caso las respectivas redacciones pudieran haber sido hechas antes de que Bohórquez y Vázquez Morilla publicasen los frutos de sus investigaciones. Lo cual no resta demérito a Fermín Martos, porque éste suma, al delito de copiar sin citar, el de no contrastar la veracidad de lo que copia.

Triste es reconocer que actitudes como la de este señor son muy frecuentes en las redes. Ahora, más que nunca, el rigor es necesario si queremos clarificar la Historia de nuestro Arte Flamenco. Tenemos magníficos investigadores que se dejan el pellejo en su labor, pero desgraciadamente también tenemos unas autoridades que miran para otro lado. ¿Será verdad, como alguno sospecha, que hay intereses para que todo siga como antes, mentiras incluidas?


Publicado por Andrés Raya en 0:00

Etiquetas: Antonio Barberán, El Fillo, El Nitri, El Planeta, Fermín Martos, Manuel Bohórquez, Vázquez Morilla.


12 comentarios:

Callejón del Duende - Cádiz Flamenco 28 de agosto de 2014, 1:55
Que fuerte Andrés!.. Lo mismo nos sale ahora diciendo que el mundo es redondo.... Pero tristemente esto ha sido la normalidad en los 'panfletos' flamencos. Es muy difícil poner orden, mientras algunos 'iluminatis' sigan viviendo en el limbo y recopiando lo absurdo del flamenco.

Andrés Raya 29 de agosto de 2014, 1:56
Ya ves, Antonio. Aún dejando de lado a ese impresentable Fermín Martos, queda lo de la web "Horizonte Flamenco" donde hay muchos artículos llenos de inexactitudes y sin firma alguna. Pues, ¿sabes que es uno de los enlaces recomendados por esa leche de "Portal Flamenco" que se ha montao la Consejería de Educación de la Junta? Que tal Consejería aconseje la lectura de sitios donde ni saben el nombre del poeta Ricardo Molina es algo inaudito. Sobre este portal tengo ganas de escribir algo. Un abrazo, amigo.

Anónimo 28 de agosto de 2014, 3:01
Gracias señor raya por sus sabias palabras y defender este arte a cual hay muchos escritores que le hacen mucho daño al flamenco. No tengo más remedio que comentar lo que usted mismo alude en su artículo de que hay muy buenos investigadores que se estan partiendo el pecho para sacar adelante la historia del este arte nuestro. Un saludo de un pequeño aficionado pero un fan de usted y de todos aquellos investigadores que usted nombra. Paco de cai.

Andrés Raya 29 de agosto de 2014, 3:33
Gracias, Paco. No nos conocemos en persona pero te sigo en los muchos comentarios que les mandas a los amigos Bohórquez, Faustino o Barberán.

Guillermo Castro Buendía 28 de agosto de 2014, 6:58
Una pena lo de este señor. Tanto el plagio como el no estar actualizado. Es lo que tiene este mundo donde el "todo vale" y lo cutre campa a sus anchas. Antes, a nadie se le ocurría salir a la palestra sin tener los cabos bien atados. Ahora cualquier impresentable se las da de listo cogiendo de allí y de allá y creándose un bloguillo donde plasmar su "sabiduría", a ver si se le funden los baudios.

Andrés Raya 1 de septiembre de 2014, 4:26
Así es, amigo Guillermo. Lo grave es que la Junta, al lado de trabajos valiosísimos como los tuyos y otros, dé cobijo a personas o sitios web profesionales de la ausencia de rigor.

Anónimo 27 de septiembre de 2014, 3:49
Hola, Andrés. Me he alegrado de encontrarte buscando otra cosa en la red. Soy Josefina, paisana tuya, hermana de tu amigo Juan, y de Emilio, Paco...y compañera de tu hermano Paco en el instituto. Me encantaría hablar contigo. Si tienes el teléfono de Juan, pídele el mío. Me encantará saber de ti y comentar alguna cosa sobre este tema del flamenco.

Andrés Raya 27 de septiembre de 2014, 4:37
Josefina López Delgado. ¡Qué alegría me da el saber algo de ti! Perdimos el contacto hace tantos años... Con José Emilio lo he mantenido, pero sobre todo con Juan. Lo llamaré más adelante.

mari carmen garcia franconetti 3 de agosto de 2015, 8:19
¡Magnifica entrada, Andrés! Gracias por tus aportaciones, mi enhorabuena. Saludos. Mari Carmen.

Andrés Raya 3 de agosto de 2015, 10:46
Las gracias hay que darlas a Bohórquez, Barberán, Vázquez Morilla, etcétera. Hay que negarlas a impostores como este Fermín Martos. Gracias, Antonia, por tu visita.

mari carmen garcia franconetti 20 de octubre de 2015, 11:50
Creo que por ahí hay un lapsus, Andrés, soy Mari Carmen, no Antonia... Aprovecho para expresar lo mucho que aprecio tu blog y también de todos los grandes investigadores afines. Una labor ardua, rigurosa e impagable.¡Gracias! Saludos.

Andrés Raya 20 de octubre de 2015, 13:09
Perdona, hija mía, no sé cómo se coló el error. Saludos y besos para ti, Mari Carmen.

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Pues, les cuento, después de muchos intentos, logré contactar vía correo electrónico con el señor Fermín Martos, quien me dijo que ese material lo usaba en su labor docente (¡encima!) y me confesó que efectivamente la información la había sacado de las redes. Me costó trabajo convencerlo para que retirara su Presentación y me dijo que así lo haría. No he querido volver a su página para comprobarlo, no sea que siga allí y me agüe el día.

Lo que sí acabo de visitar, y sigue igualito que siempre, es el sitio web llamado Horizonte Flamenco en el cual el señor Martos encontró su "inspiración". Como en los mundos cibernéticos los tiempos vuelan en  vez de correr, podríamos decir que esta página es "muy  antigua". Se creó en el año 2000 y desde hace tiempo dejó de actualizarse. 



Y de corregirse, añado yo, porque allí siguen llamando Rafael Molina al poeta de Puente Genil don Ricardo Molina, del que en este año 2017 se cumplirá el centenario de su nacimiento. Figura destacada y decisiva del grupo poético Cántico, flamencólogo colaborador del cantaor Antonio Mairena, imagino que el gobierno andaluz, a través de sus Consejerías de Educación y de Cultura, le rendirá algún tipo de tributo u homenaje en los siguientes meses.

Mientras tanto, aunque sea de forma indirecta, los de la Junta le siguen llamando Rafael. Me explico. Como pueden observar con la imagen de la derecha, existe un llamado Portal Educativo del Flamenco, alojado en las páginas de la Consejería de Educación, el cual se ramifica en secciones como Presentación, El Flamenco, Recursos, Actividades, Agenda, Noticias, Enlaces y Contacto. Dejo para otra ocasión el entrar y observar con detenimiento algunas de ellas, especialmente la de Recursos. 

Mientras tanto, y siguiendo con mi hilo, me voy a la de Enlaces, o sea sitios web aconsejados por la Consejería. A día de hoy, aparecen hasta 31 lugares a los que podemos visitar. entre ellos, los que pongo a mi izquierda. Véanlo como siguen poniendo el reclamo del mentado Horizonte Flamenco (segundo por abajo). Claro que, junto a acreditadas páginas, nuestro Horizonte está arropado por otras de dudosa calidad como El Arte de Vivir el Flamenco o Flamenco Viejo(1). ¿Hasta cuándo la gente de la Junta, los que presumen de haber conseguido que el Flamenco haya sido reconocido como Patrimonio noséqué noséqué de la nosécuanto(2), van a esperar para tomarse estas cosas con el rigor pertinente?  Sé que tal vez esté clamando en el desierto, que en la Junta o no saben o no quieren saber de ná. Porque, hablando de enlaces, ¿cómo es posible que el dichoso Portal Educativo del Flamenco se olvide de blogs tan importantes como los de Manuel Bohórquez, Ángeles Cruzado, Alberto Rodríguez Peñafuerte, Antonio Barberán, Javier Osuna o Luis Vázquez? En ellos se han publicado noticias inéditas y trabajos de auténtica investigación. ¿Eso no interesa? Parece que para estos educadores (¿?) no es importante que por fin se pueda hablar con datos contrastados de personajes tan importantes como
EL PLANETA, EL FILLO, EL NITRI,
o, ¿será tal vez que estos cantaores ni siquiera existieron y yo los he soñao?  

Bueno, pues iba a cerrar este artículo cuando deparo en que dentro de la lista de enlaces recomendados figura tanto mi cuaderno Cantando por Fandangos como este Flamenco en mi memoria. ¡Claro es que a mí no me habían puesto "dibujito ni colorines" y también es cierto que cada día veo menos! Para que no se me olviden les he puesto, ahora sobre la marcha, una orlilla manque sea mu simple... ¿Dios mío!, ¿qué hace una persona como yo en un sitio como éste? Seguro que habrá sido un despiste de alguno de sus responsables, porque, si de verdad han leído algo de mis "memorias", habrán detectado que desde el primer momento me posicioné como enemigo frontal de todo "oficialismo"; y, si me conocen, sabrán de mi postura (mantenida públicamente desde los años ochenta) opositora a la oficialización de la enseñanza del Flamenco en los centros educativos andaluces.

¡Cucha!, ahora, al poner la última imagen, caigo en que estos señores tampoco recomiendan el importante blog del musicólogo Faustino Núñez, aunque sí lo hacen con su página web llamada Flamencópolis. Como este gallego-gaditano ha investigado en su blog tantas cosas del siglo XIX, me da la curiosidad de mirar qué pone su "Flamencópolis" de la terna Planeta-Fillo-Nitri y, ¡vaya!, sólo logro extractar estas líneas.
Pero, hombre. Faustino, ¡que tú  si sabes la verdad! Hay que actualizar las páginas, que la gente te lee y no podemos irle con datos ya refutados y más que corregidos. Ea, ahora de verdad que sí acabo, que para hoy ya está bueno está con lo bueno...


Addendum (02 de marzo de 2917): No sé si el señor Núñez Núñez ha leído este artículo o simplemente que alguien le haya hecho saber que yo lo citaba al final del mismo. El hecho es que he entrado en su "Flamencópolis" y veo que las líneas que yo extracté han desaparecido, así como que en otros sitios en los que nombra al Planeta, al Fillo o al Nitri, los datos son los que en su día nos dieron a conocer entre Bohórquez, Barberán y Vázquez.   


(1) De la página "Flamenco Viejo" hablamos en otra ocasión. Pulsen aquí para verlo.

(2) Eso del "Patrimonio..." nunca me lo tomé en serio. Por favor, lean esto.

jueves, 16 de febrero de 2017

Los fandangos chacarrá, una reliquia cordobesa del folclore de Andalucía

Aunque este blog se planteara como retazos de mis memorias flamencas, lo preflamenco también tiene hueco en él y por eso aparece de vez en cuando.

Desde la primera vez que escuché el llamado Fandango de Facinas a nuestro decano cantaor Flores El Gaditano, tuve curiosidad por el origen de este cante situado en el borde que separa lo folk-lórico de lo flamenco. ¿Habría sido llevado hasta la gaditana zona de Tarifa por los verdialeros malagueños? No, no fue así y el propio Flores nos contó su historia, que dejamos para otro día, diciendo que era una adaptación personal del chacarrá, una suerte de fandango que se cantaba por los pueblos de su comarca. Señalemos solamente que el nombre, no la melodía, de esa pieza folk-lórica de la zona del Campo de Gibraltar parece que fue importado desde la provincia de Córdoba en los años cuarenta del siglo pasado. Por tal razón, vamos a dejar de momento a Cádiz y nos vamos para mi tierra cordobesa.  


Los fandangos chacarrá son una modalidad más de los fandangos verdiales existentes por todo el antiguo Reino de Granada, bastante más extenso que la actual provincia de Málaga de la cual, según afirman (interesadamente, claro) algunos, proceden todos estos géneros de fandangos. Estos viejos estilos, nombrados como chacarrá, se cantaban y bailaban en pueblos, aldeas y cortijadas de una zona que podría tener su centro en el lugar conocido como Fuente del Conde y que incluiría parte de las tres provincias de Córdoba, Málaga y Granada. Se hacía como celebración de fiestas señaladas, siendo la Navidad una de ellas. En tales fechas el chacarrá se mezclaba con otros cantos llamados de aguilando (precioso arcaísmo del término castellano aguinaldo). Sus letras solían ser tradicionales aunque muchas veces se improvisaran en forma dialogada entre dos o más poetas, que es el término con que se denominan en esta zona a los troveros.

Quizás donde más se oían y mejor se hayan conservado los fandangos chacarrá sea en dos términos municipales cordobeses:

1) Rute, pueblo famoso por sus anises y dulces navideños, incluye aldeas como Llanos de Don Juan, Palomares, La Hoz, Zambra (donde suele celebrarse un importante festival flamenco cada verano), Nacimiento de Zambra y Las Piedras. En esta última se sigue bailando el chacarrá, como vemos en la foto adjunta. El grupo Coros y Danzas San Rafael dejó grabados en 1981 estos fandangos nombrados como chacarrá de Rute:



2) Iznájar, donde el río Genil remansa sus aguas en un bellísimo pantano, cuenta entre otras con las aldeas de Lorite, Los Pechos, Adelantado, Los Juncares, Ventorros de Balerma, Cruz de Algaidas o, la ya citada más arriba, Fuente del Conde. En todas ellas se cantaba y bailaba cada vez que llegaba, como ya hemos indicado, una fiesta señalada, además de en bodas, bautizos y otras reuniones familiares. Ha sido un hijo de Iznájar, llamado Virgilio Molina López, quien se ha preocupado de mantener vivos los chacarrá locales. En 1996, y en un programa de Canal Sur, el grupo promovido por Virgilio, nos dejó esta muestra:

lunes, 13 de febrero de 2017

1998: Los Juanes, VALDERRAMA y HABICHUELA, de ruta por los pueblos de Almería

Con mi agradecimiento a Pedro Segura López.

Entre lo comprado por mí y lo que me mandan generosamente los amigos, la verdad es que de San Andrés para acá he acumulado mucho material sobre flamenco: libros y discos, fundamentalmente. Por ejemplo, el buen amigo Pedro Segura López nos ha hecho llegar desde Almería un buen número de discos compactos con recitales y conciertos en directo realizados en fechas diversas y por cantaores variados en su provincia y también en la de Granada. Ando haciéndole hueco a todos ellos en la fonoteca del hard disk de mi viejo ordenador personal.

Enfrascado en esa tarea, he podido reconstruir una gira de tres días del cantaor Juan Valderrama, acompañado por el guitarrista Juan Habichuela. Rememorando, quizás, la época en que, el entonces Juanito Valderrama, se recorría la península entera cantando de pueblo en pueblo, este maestro del cante llevó su arte, en los días 15, 16 y 17 de mayo de 1998, a las localidades de Carboneras, Tabernas y Dalías. Pueblos los tres con buenos núcleos de afición aglutinada, al menos a día de hoy, en sus respectivas peñas flamencas: la Salvador "El Pascua" en Carboneras, la José Sorroche en Tabernas y La Victoria en Dalías. No obstante, la organización de estos recitales no corrió a su cargo sino que lo hizo a través de cada uno de los Ayuntamientos.

Por qué fue Habichuela el guitarrista acompañante es algo que desconocemos. De hecho, según comentaba el propio Valderrama en una de las noches, hacía más de 30 años que no actuaban juntos. De eso sí tengo yo memoria ya que asistí en mi pueblo, a mitad de los años sesenta, a un espectáculo donde cantaban Juan Valderrama, Pepe Pinto y Fosforito, siendo acompañados por Juan Habichuela y me parece que también por Manolo Carmona. Pero, ¿qué son treinta años para dos artistas de su categoría? Juntos de nuevo y con la misma ilusión que dos mozalbetes principiantes, ambos juanes se conjuntaron perfectamente y se entregaron de lleno a la afición almeriense.

Carboneras, situado en la costa este de la provincia almeriense, fue como ya se ha señalado el primer destino. Allí el viejo maestro (le faltaban sólo unos días para cumplir los 82 años) cantó malagueñas (de la Peñaranda y del Personita), tarantas y cartagenera (todo un recital de cante minero con siete letras de tarantas rematadas con la cartagenera de Chacón), dos de sus creaciones más populares (Cuatro puntales y El Emigrante), seguirillas (Vete pá la puerta, Dale la limosna al pobre, Ya no te hablo) y fandangos (recordando y homenajeando al Pinto, a Caracol, al Peluso, a Vallejo, a Rosa Fina de Casares, para rematar con un estilo de su creación). ¡No está mal la cosa!

Al día siguiente se marchan al interior, a Tabernas, al llamado desierto de Almería. El recital fue similar, si bien en las malagueñas hizo los estilos de Baldomero Pacheco y del Maestro Ojana; por seguirillas cantó las letras Reniego yo y Calabocito oscuro, rematadas como en Carboneras con la copla Ya no te hablo correspondiente al cante de Manuel Molina;  por fandangos, esa noche se olvidó de Rosa Fina pero se acordó de Macandé.

Finalmente se fueron a Dalías, el pueblo de los parrales. Supo don Juan que entre el públicó había un cubano y tuvo la deferencia de dedicarle un cante por guajiras. Volvió a impartir una magistral lección de cantes mineros. Sabiendo que el público se lo pediría, cantó sus Cuatro puntales y su canción-insignia El Emigrante. Una vez más hizo seguirillas y homenajeó a sus viejos compañeros por fandangos.

Varias veces he escuchado enteros los registros de estos tres recitales, he disfrutado oyendo los comentarios del Juan cantaor y alguno suelto del Juan tocaor. Una vez más, Valderrama demostró ser el más largo conocedor y el más fiel transmisor de los cantes mineros. Y, pese a lo que tanto despotricaron de él sus detractores, cumplió perfectamente las tres noches con el cante que él mismo definió como el más importante del flamenco: la seguirilla.

Se me hace difícil seleccionar algunas cosas para que ustedes puedan escucharlas. Pero bueno, ahí llevan tres muestras:

1) Tarantas y cartagenera (Carboneras)

2) Seguirillas (Tabernas)

3) Guajiras (Dalías)


Addedum: Después de publicado el artículo, el amigo almeriense Alejandro Reyes, me dice que estuvo en dos de esos recitales y me manda un par de fotos de aquellos días. En una vemos a Alejandro en medio de Habichuela y de Valderrama en la puerta del hotel donde se alojaron los artistas. En la otra, Alejandro está entre el maestro y su hijo Juan Antonio Valderrama, quien acompañó al padre en toda la gira.



sábado, 11 de febrero de 2017

CARACOL canta a JOAQUÍN EL DE LA PAULA y a otros soleareros

Recuerden ustedes (y el que no, que pulse aquí) mi artículo del pasado 17 de enero en el que les hablaba de una entrevista realizada por Paco Almazán al cantaor Manolo Caracol, en la cual se despachaba a gusto como respuesta a unas declaraciones hechas unos meses antes, ante el mismo periodista, por el también cantaor Antonio Mairena (consúltenla en este enlace). Se ve que estos dos gigantes del cante siguen interesando y mucho al aficionado común. Puedo asegurarles que desde el 17 de enero hasta hoy ha habido más de 3800 visitas a este artículo, cifra desproporcionada en un blog tan humilde como el mío. También me consta que hubo mucho debate en diversos muros, grupos y páginas del chismódromo mundial en que, entre todos, hemos convertido a Facebook. En particular llamó la atención de muchos el tono despectivo con que Caracol habla de los Cantes de Alcalá cuando era sabido por ellos que el propio cantaor los había grabado en años anteriores.

Así fue. En el álbum de título Una historia del Cante Flamenco (Hispavox, 1959), que grabara Caracol junto a Melchor de Marchena,  de los 24 cantes que lo componen hay tres estilos de soleá que corresponderían a las localidades de Alcalá de Guadaira, de Jerez y de Cádiz, si bien en los rótulos no aparecen los nombres de las poblaciones sino los de cantaores relevantes en las mismas. Pensando más en las nuevas generaciones de aficionados, me permito traer hasta aquí esos tres registros que hoy son historia:


1) Soleares de Joaquín el de la Paula (Si yo pudiera ir tirando)


2) Soleares de Frijones (Al Señor del Baratillo)


3) Soleares de Enrique El Mellizo (Tiro piedras por las calles)

miércoles, 8 de febrero de 2017

A mí que me registren, señor maestro, que yo no he sío.


Con frecuencia suelo traer a mi cuadernillo de memorias citas (disparatadas unas y erróneas otras, cuando no ambas cosas a la vez) provenientes de los flamencólogos de los años sesenta. Sus herederos en el nombre, es decir los flamencólogos del siglo XXI, han mejorado mucho, hoy se va conociendo mejor la historia del cante y no hay tantas banderías entre los que teclean (ya saben que la pluma pasó a la historia). Aún así, en algunos autores actuales se siguen leyendo banalidades cuando no verdaderos esperpentos.

La cita que voy a poner a continuación no es tan grave, ocurre sencillamente que incluye una frase totalmente falsa. Se debe a un cierto autor, profesor y conferenciante, con presencia en  la "flamencoblogía" (disparatado neologismo cuya autoría no sé si es del amigo Javier Osuna o de un más que disparatado aspirante a flamencólico, de cuyo nombre no quiero ni acordarme) y mantenedor de algunas páginas web. En una de ellas habla del cante de las rondeñas y en medio de su disertación aparece esto:


En el audio que enlaza el autor, Valderrama hace la famosa letra de Como la sal al guisao y, así puestas las cosas, es evidente que el personal que lo lea pensará que Andrés Raya ha dicho que tal cante es una versión malagueña de un fandango de Lucena. A lo cual yo tengo que decirle:

-MENTIRA, señor escribidor. Esta vez, usted, no ha afinado la noticia.

Trataremos de aclarar las cosas. En este blog yo llegué a publicar hasta cuatro artículos tratando de dar mi versión de lo que es el cante por rondeñas. Por favor, lean el tercero de estos artículos:
Comprobarán que en ningún momento digo ni insinúo que Como la sal al guisao tenga nada que ver con los cantes de Lucena. Sí señalo al final que, en otra ocasión, yo había hablado de un cante de Lucena que Valderrama transformó en malagueña, aunque lo rotuló como Rondeña de Lucena. Vamos a recordarlo:
El cante de Lucena de letra Mis ojitos lloraban canales era al que yo me refería y ahora todo debe quedar aclarado salvo que a alguien se le ocurra echarle tanta sal al guisao que haga que hasta los ojos lloren canales...

En conclusión: si se ha de citar a alguien, más vale no leerlo a prisa, no vaya a ocurrir lo que le pasó al escritor Manuel Barrios cuando puso en mi boca, hablando de Macandé que era
emeritense de nacimiento, madrileño de crianza y gaditano de afición,
cosa que yo había dicho pero aludiendo a Eugenio Cobo, el biógrafo de Macandé(*).


Addedum (01 de marzo de 2017): Hemos accedido a la página web arriba aludida y hemos comprobado con satisfacción que su autor ha borrado la improcedente alusión que hacía a mi persona.


(*) Para más detalles vayan ustedes al artículo ¿Qué Macandé nació en Mérida y se crió en Madrid?

lunes, 6 de febrero de 2017

Año 1925 en Córdoba: El cantaor PÉREZ DE GUZMÁN subarrienda la Plaza de Toros para las Ferias y programa un Concurso de Cante para Mayo.

Envío a  Francisco Zambrano Vázquez, biógrafo de Pérez de Guzmán.

Seguimos con nuestra historia, titulada
 y lo hacemos retrocediendo unos meses. Con fecha de 21 de marzo de 1925, La Voz nos informa de que la Comisión Permanente del Ayuntamiento cordobés, entre dos solicitudes, opta por subarrendar la Plaza de Toros para las ferias de Mayo y Septiembre al vecino de Huelva don José Pérez de Guzmán y Orzáiz, antiguo aficionado a las cosas de los toros y muy amigo de Antonio Cañero y Sánchez Mejías. El acuerdo fue por unanimidad y en la solicitud de Pérez de Guzmán ya se consignaban los posibles festejos con nombres de toreros, rejoneadores y novilleros, así como las ganaderías con las que había establecido  contacto para su eventual contratación. En las semanas siguientes la prensa seguía hablando del tema y se especulaba con nombres de artistas y de ganaderos.

Un mes y pico después, encontramos en La Voz (28 de abril de 1925) un artículo firmado por Julifer, experto conocedor de las cosas jondas, con el título
¿Se sabe ya algo?
y con una coplilla de cabecera:
Viva el fandango de Huelva,
viva Pérez de Guzmán
y la Feria tan flamenca
que nos tienen "prepará".
A continuación, dialogando con sus lectores, se dicen cosas como éstas:
-Hombre, ustés que lo saben : ¿Qué hay de eso der concurso der cante?
-¿Es verdad que le han dado el encargo al señor Pérez de Guzmán de organizar el concurso de cante jondo?
El propio Julifer confirma que, junto a los festejos taurinos, habrá ese concurso de cante y que el empresario va de Huelva a Sevilla. y de Sevilla a Madrid y de Madrid a Huelva ultimando lo fundamental y atrayente de nuestra feria. Sigue más adelante: Suponemos que la fiesta andaluza, de la que hace mucho tiempo augurábamos que podría ser un número atrayente de nuestra feria, se organizará en forma que no constituya un fracaso; porque haciendo estas cosas mal, no solamente se pierde el tiempo, el dinero y los entusiasmos, sino que se destroza para siempre la iniciativa. El concurso de cante jondo puede constituir un número fundamental y de nombradía en las ferias sucesivas. Es preciso darle el ambiente adecuado al marco cordobés. Las soleares y las serranas, que son lo nuestro, no deben postergarse, ni tampoco los artistas de la tierra.  Sería un gran éxito para el onubense señor Pérez de Guzmán, conseguir todo esto que en Sevilla ha costado muchos trabajos y desvelos a un entidad tan bien documentada y con tantos elementos a su favor como la del Fomento del Arte Popular Andaluz. Continua el señor Fernández Costa comentado cosas de los festejos taurinos, pero retoma el tema del cante: De lo del cante jondo, pronto se sabrá algo. Nos habla de una posible fiesta particular de cante y baile en un aristocrático palacio con los ases de lo flamenco que se encontrarán en Córdoba, por Feria, con motivo del concurso de cante jondo. (...) La sola enunciación del proyecto del Ayuntamiento de organizar como festejo de feria un concurso de cante fundamental y baile flamenco, ha despertado extraordinaria expectación. Para el buen éxito, es preciso no dejarla enfriar y sobre todo que el señor Pérez de Guzmán, que chanela de estas cosas, vaya a salirse a última hora por peteneras; que el público cordobés hila tan delgado en cuestiones de cante como en cuestiones de toros. 

¡En fin!, sabiendo como sabemos cual fue el desenlace final de este tan anhelado como frustrado concurso, cabe imaginar el disgustazo que se llevaría el buen aficionado que era don Julio. En las siguientes semanas la prensa seguía dando notas sueltas sobre los preparativos de la feria, noticias que no merece la pena reseñar. Nosotros acabamos colocando juntas las dos coplillas: la del artículo hoy presentado de Julifer y la que, un mes después, a modo de respuesta, escribió su colega, según recogimos en la primera parte de este trabajo, testimonio, una y otra de lo que pudo haber sido y no fue.


domingo, 5 de febrero de 2017

Año 1925 en Córdoba: A don ANTONIO CHACÓN y a PÉREZ DE GUZMÁN se les "aguó" un Concurso de Cante Jondo

Envío a Alberto Rodríguez Peñafuerte.

Hace años que dormía en mi archivo esta nota de prensa aparecida el día 15 de mayo de 1925 en Córdoba Gráfica. Se anunciaban los festejos a celebrar en  la ya cercana Feria de Nuestra Señora de la Salud (la feria de Córdoba de toda vida, vamos). Véase que terminaba así:
Concurso de cante "jondo" y otros festejos.
No le presté más atención pensando que sería un evento más a añadir a los muchísimos concursos que desde 1922, cuando el de Granada dio el pistoletazo de salida, se venían celebrando en todas las verbenas de las barriadas cordobesas, así como en los pueblos de la provincia.

Pero no, este concurso, como descubrí más adelante, fue especial: primero porque no llegó a celebrarse y segundo por las personalidades ligadas a él incluyendo al mismísimo Papa del Cante y a un rico empresario que también hacía sus cantes. Vean ustedes lo que se decía en el periódico La Voz el 27 de aquel mayo. Empieza con un
Se aguó el cante "jondo"(1)
para informarnos de que su organización se había encargado al señor Pérez de Guzmán, al señor de los fandanguillos de Huelva y flamante empresario taurino y extrañarse de que dos días de empezar la feria (o sea el 23 de mayo) no se conocieran los detalles del concurso y que, sin embargo, en el primer de la misma se insistía en que habría concurso, que se celebraría en la plaza de toros después del correspondiente festejo taurino. Se hablaba de que ya andaban por Córdoba, entre otros, Fernando el Herrero y El Niño de Cabra. Sólo faltaba Chacón, pero era seguro que llegaba. La cuestión es que volvió a aparecer un nuevo anuncio para afirmar el concurso de cante "jondo" no se celebraba porque Chacón está afónico. Termina el autor del artículo que comentamos diciendo que el número de cante "jondo" se ha quedado en la mente del empresario taurino y, a continuación, peque o no pegue, como él mismo apostilla, inserta esta coplilla:

Viva el fandango de Huelva,
 viva Pérez de Guzmán; 
y aquí no hay cante "jondo"
 porque es cosa ya "anticuá".

¡Vaya fiasco! ¿Qué Pérez de Guzmán fue empresario de la plaza de toros cordobesa en 1925? ¿Que Chacón iba a participar en un concurso? ¿Qué a la postre el concurso no se celebró? Sobre lo primero, le pregunté al biógrafo del famoso cantaor José Pérez de Guzmán (natural de Jerez de los Caballeros, Badajoz), el conocido flamencólogo Francisco Zambrano Vázquez, quien me manifestó no saber nada al respecto. En cuanto al anuncio de que Chacón estaría en Córdoba, sí que se hizo el día anterior según pudimos comprobar tanto en La Voz como en el Diario de Córdoba, nota que es la que hemos insertado más arriba. ¡Vaya cartelazo el que estaba previsto!

Lo que pasó con la afonía de don Antonio Chacón, lo localicé de inmediato en esta nota publicada también el día 27 y el periódico La Voz. En ella se comunica de un telegrama del Papa diciendo que me he quedado ronco con estos fríos. Hecho ante el cual, al no contar con Chacón ni para concursar con sus compañeros profesionales ni para presidir el posterior concurso de aficionados, la comisión decide la suspensión del festival. Ignoro si esta nota de prensa ha sido recogida en alguna de las biografías (incluso hagiografías) dedicadas al grandísimo cantaor jerezano. Para mí ha sido un curioso dato para añadir a las mismas y no ha dejado de llamarme atención lo de estos fríos en plena segunda quincena de mayo. No he podido sino acordarme de aquel medieval Romance del prisionero, tan precioso y que principiaba así:
Que por mayo era por mayo,
cuando face la calor...

Dejamos para una segunda entrega los prolegómenos a esta historia, donde aclararemos efectivamente el papel que jugó Pérez de Guzmán en la primavera cordobesa del 1925, así como también comprenderemos el por qué al reportero se le ocurrió rematar con la coplilla que lo hizo y por qué aludió a su compañero de profesión que firmaba como Julifer(2).





Mientras tanto, que nadie piense que los cordobeses estuvieron ayunos de flamenco en su feria mayor. Ni mucho menos. Previamene a su celebración, La Voz nos daba esta nota. Estaría La Niña de los Peines en el Teatro Circo. En el Salón Ramírez, local habitual en el género, habría un cuadro flamenco. En una caseta montada frente a la Puerta de Gallegos actuarían el Niño de Marchena y Manuel Vallejo, junto al cordobés Féliz Gallardo y guitarrista Alfonso Alfaro, también nombrado como Alfonsillo el Cordobés y como El Rosca. Finalmente se alude al que finalmente quedó frustrado festival en la Plaza de Toros.

Lo de Niña de los Peines, no falló porque durante una semana la prensa estuvo publicando un anuncio como éste que tenemos a nuestra izquierda.








También, cantaron Marchena y Vallejo acompañados por Alfaro, aunque no nos confirman la presencia de Féliz Gallardo(3).  Lo que sí parece es que Chacón no exageraba con su afonía en pleno mayo: afónico salíó Marchena y acatarrado lo hizo Vallejo.





(1) El onubense Diego Carrasco, investigador de temas flamencos, me dice que este recorte de prensa ya había aparecido en su muro de Facebook. A día de hoy, no estaba allí. No obstante, al no desear conflicto alguno de prioridades, consigno el dato para general conocimiento. 

(2) Sobre Julifer, puede consultarse en este enlace lo que escribió Alberto Rodríguez Peñafuerte en su blog.

(3) Félix Gallardo, de nombre artístico Niño de la Rosa, fue un cantaor montillano del que tuvimos noticia cuando en 1922 ganó un concurso en la agosteña verbena del Barrio de San Basilio, montado por Miguel Milena (Niño de Graná) como réplica al celebrado dos meses antes en Granada. De él hablamos en nuestro blog en un artículo de fecha 24 de junio de 2012. Volvimos a encontrar su nombre en el artículo La taberna "El Calañés" publicado el 20 de octubre de 2012. Mucho después, en los años cincuenta, el esritor Ricardo Molina lo nombraba como un importante solearero cordobés en uno de sus artículos en el diario Córdoba.     

viernes, 3 de febrero de 2017

VICENTE EL GRANAÍNO se fue a los Cielos

Nacido en Granada en el año 1927, Vicente Fernández Maldonado, Vicente El Granaíno para la afición flamenca, se nos marchó a los Cielos el pasado 22 de enero. Lo supimos a través de la noticia que nos daba en Facebook la joven cantaora granadina Ana Mochón. No queríamos creerlo y así seguimos...

Durante los últimos días la prensa escrita y la radiofónica han dedicado espacios a este entrañable tocaor y nosotros no vamos a insistir en lo dicho acerca de su biografía y de su carrera artística. Nos vamos a limitar a escucharlo.

Grabó con muchos cantaores pero, como soy yo el que invita a la audición, me van a permitir ustedes que lo recordemos acompañando a tres personajes hacia los que tengo verdadera adicción.

1) El Gordito de Triana canta Fandangos:
2) Antonio Ranchal por Rondeñas:
3) Cobitos hace unas Soleares:

Músico nato, Vicente también compuso temas para guitarra. De un disco grabado en 1958 hemos seleccionado dos registros.

4) Serenata a Torremolinos (Malagueña):

5) Añoranza a mi Granada (Media Granadina):






Que grandes tocaores conocieran muy bien los cantes ha sido un hecho frecuente (piénsese, por ejemplo, en Perico el del Lunar o en Manolo de Huelva). Lo que no lo ha sido tanto es que esos tocaores dejaran grabada su voz. El Granaíno lo hizo y, de un disco de 1961 que obra en mi poder,  les invito a que escuchen


6) La canción Grítenme piedras del campo del mexicano Cuco Sánchez puesta en compás de bulerías:

7) La malagueña Del convento las campanas, del repertorio de Chacón, rematada por un fandango verdial tan granadino como el de la Plaza de los Herraores:

miércoles, 1 de febrero de 2017

Fernando QUIÑONES visita las obras de EL MIRABRÁS


Corría diciembre de 1979 o quizás enero de 1980. Era viernes y en la Librería Luque de la cordobesa calle de Cruz Conde se presentaba el libro Las mil noches de Hortensia Romero del poeta y novelista Fernando Quiñones, viejo conocido de mi etapa madrileña. Naturalmente que acudí y el bueno de Fernando puso dedicatoria en el ejemplar que adquirí y leí de corrida en los días siguientes. Pero dejemos de lado su libro y vayamos a otra historia. Me dice Fernando que al día siguiente tenía prevista una conferencia en Cabra, que iba a ir acompañado por Antonio Povedano, el pintor, y que aún no habían preparado el cómo hacer el viaje.


-Nada, Fernando, yo os llevo en mi coche pero hay que salir tempranito.

Como saben los aficionados de mi pueblo y alrededores (entre los cuales incluyo a Córdoba capital), en 1978 en una asamblea de socios de la Peña El Mirabrás se decidió la compra de un solar, a la salida casi del pueblo, con intención de edificar en él un buen local para sede de la sociedad. También es sabido que las obras duraron dos años aproxidamente y que fueron íntegramente realizadas por los propios peñistas en turnos obligatorios de sábados y domingos. ¿Por qué les dije yo a Quiñones y a Povedano que había que salir con tiempo? Sencillamente porque quería hacer una parada en Fernán Núñez para que conocieran en directo la marcha de nuestras obras ya bastante avanzadas por aquellas fechas.

Así fue y a la puerta del patio al salón hice yo mismo un par de fotos de grupo, de las que sólo conservo una. No tiene mucha calidad, pero es suficiente para dejarla como testimonio. De pie y en el centro aparecen los dos visitantes; por la izquierda veo a Antonio Cantarito y a  Gaspar Mendoza; a la derecha tenemos a Manolo del Rosal y a Pepe el Málaga;  agachados reconozco a Salvador Miranda, Juan Velasco y Manolo Polonio.