Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

martes, 25 de agosto de 2015

¿FLAMENCOLOGÍA?

Los que me conocen, los que me han oído en alguna de mis intervenciones ante el público, los que han leído mis artículos en este cuadernillo/blog, todos saben que no me gusta ni poco ni mucho sino nada de nada la palabra
FLAMENCOLOGÍA
¿Tratado o estudio del Flamenco por aquello del logos griego? Mira por dónde fue algo que me chocó: las "logías" se formaban por conjunción de dos términos griegos
Bio (Vida) + Logos (Tratado) = Biología (Tratado de la vida)
Geo (Tierra) + Logos (Tratado) = Geología (Tratado de la tierra)
y así un montón más de términos introducidos por la gente "de Ciencias" que en esto, como en todo, ponen el necesario contrapunto a las mentes desbordadas de poetas y sus adláteres que se dicen "de Letras". Sí, una palabra castellana, como "Flamenco", no me pegaba, no me pega que la junten al "Logos" griego. Pero bueno, alguien (ya sabemos que el insigne don Anselmo González Climent) la patentó y, además, como título de su libro más celebrado. Eso fue en 1955 y, según Ángel Álvarez Caballero, el término quedó acuñado a partir de entonces para definir la ciencia de los estudios en torno al arte flamenco. Curiosamente la Flamencología nace un año después de que en París apareciera la Anthologie du Cante Flamenco y un año antes de que en Córdoba se celebrara su Concurso Nacional de Cante Jondo (un trienio, ese de 1954-1955-1956, que según muchos supuso un cambio radical en la Historia de lo Flamenco).

Me pregunto si el bueno de don Anselmo era consciente de cuanto iba a dar de sí el neologismo que se sacó de la manga. El 24 de septiembre de 1958 se crea la Cátedra de Flamencología de Jerez cuyos miembros numerarios son estudiosos, investigadores, críticos, músicos, artistas profesionales y aficionados solventes, dispersos por otros lugares del país y del extranjero, según uno de sus fundadores, nuestro respetado y querido amigo Manuel Ríos Ruiz. Gente solvente, en suma, que empiezan a ser llamados flamencólogos. Pasan los años, pasan las décadas, y surgen flamencólogos por doquier y de todo tipo. Las Universidades, como la muy querida para mí de Córdoba, crean otras Cátedras de Flamencología, en los Conservatorios, y de nuevo Córdoba es pionera en ello, se crean Titulaciones de Flamencología. Como me dijo un día un buen amigo:
- Andrés, el término Flamencología y sus derivados, nos gusten o no, están ahí y no va a haber manera de erradicarlos.

Repetimos la definición de Álvarez Caballero:
ciencia de los estudios en torno al arte flamenco.
Y nos hacemos una pregunta: ¿existe tal ciencia, existe la metología propia de las ciencias en el libro de González Climent? Dejemos que Pierre Lefranc, racionalista como buen francés, la responda:

Sospecho en Anselmo González Climent una ligera dimensión de broma cuando puso en circulación la palabra flamencología. Hablar de la "logía" de una cosa ayuda poderosamente a hacerla existir y, en aquel entonces, hasta la supervivencia de dicha cosa era incierta. Por otra parte, en el libro así titulado, la segunda parte es la que se llama "Flamencología", y se abre con siete páginas de notas sueltas de puro impresionismo, sin nada de lógico o metódico en ellas; y lo que sigue tampoco se acerca a un discurso científico, 
(Revista Candil, número 147, Marzo y Abril de 2004).

Poco que añadir por mi parte sino indicar que ¡vaya nacimiento que tuvo la criatura!

jueves, 20 de agosto de 2015

Triana, buscando a Rosalía y La Perla


Ingenuo que es uno, creyóse que en las Redes estaba todo. Un buen día me interesé por datos de la cantaora Rosalía de Triana y me topé con una página web en la que hablaban de ella y en la que, a modo de glosa, le dedicaban estas líneas

Su arte queda en la historia,
como una gran cantaora,
para orgullo del flamenco,
es una verdadera emperaora,
demostrando al mundo entero,
que lo lleva dentro del corazón,
su cante puramente gitano
como asi se lo ha entregao
el señor que esta en los cielos,
para todos los buenos aficionaos
que nunca la olvidaremos.

El aspecto es de "poema", si bien la rima se pierde sin saber cómo. Además, algunos octosílabos se han alargao más de la cuenta. ¡En fin, su autor sabrá! Parece que es su costumbre glosar de esta guisa a los artistas de los que nos ofrece datos biográficos.

Pasaron unos días y volví a dicha página, esta vez buscando datos de La Perla de Triana, y me da por observar la glosa que le dedicaba el autor de la página. ¿Saben lo que me encontré? Exactamente el mismo texto dedicado a Rosalía. Pues claro, ¡qué mal da si trianera es una y trianera es la otra!

viernes, 14 de agosto de 2015

Noche del 14 de agosto de hace 45 años en Puente Genil

Ustedes me hacen el favor de recordar o releer dos artículos de este blog: el pasado día 7 de junio yo les indicaba que, en contra de la creencia de algunos de que Antonio Mairena y Paco de Lucía compartieron escenario por primera vez en La Unión, año 1974, los dos artistas habían actuado juntos en Montilla, año 1971; a raíz de su publicación se me recuerda y así pudimos confirmarlo, según mi artículo del día 27 de junio, que ya habían coincidido un año antes, en concreto el 14 de agosto de 1970, es decir, hace hoy exactamente cuarenta años.

En el segundo de los artículos inserté las inigualables seguiriyas que hizo aquella noche el maestro Mairena junto a la guitarra de Paco, grabación conseguida gracias a la generosidad de un amigo. Y como amigos generosos no me faltan, a través de Facebook, otro nos brinda los tres registros que voy a poner a continuación: soleares de nuevo con Lucía y dos tandas de tonás de Mairena, unas en su propia actuación y otras en el fin de fiesta. Disfrútenlas como yo lo hice en la noche del 14 de agosto de hace 45 años.





sábado, 8 de agosto de 2015

¿Quién sabe de un cantaor llamado EL COJO LUQUE?

Cuando hace años compré un disco compacto, de aquellos baratos pero carentes de todo rigor en sus rotulaciones, me encontré que, bajo el nombre genérico de "Cantaores Cordobeses", aparecía un registro titulado tal que así:

EL COJO LUQUE, Fandangos, POPULAR, Guitarra: Ramón Montoya

Antes de seguir, vamos a oírlo:



Me gustó y me interesé por este cantaor. Resulta que era un gitano sevillano, o sea, no cordobés como daban a entender en el Cedé antes citado (bueno, en el mismo disco había otro error: tampoco el Niño de San Lorenzo era de Córdoba sino que, como el Cojo, tenía naturaleza sevillana). Que nació al principio del siglo XX (unos dicen que en 1902, otros que en 1906) y que su nombre completo pudiera ser el de Juan García Luque. En el libro de Chaves y Kliman encuentro la foto que pongo a la izquierda y una grabación de 1929 en la que, acompañado por Ramón Montoya, hace la taranta adjudicada a Los Genaros:









En pizarra debió dejar más grabaciones. También grabó en vinilo según nos confirma esta cubierta de disco. Por nuestra parte, además de las dos ya mostradas, hemos encontrado otras tres:




Con Luis Maravilla, 1967, Media Granadina (Agua fina por salobre)



Con Ramón Montoya, Fandangos (Cuatro campanas de plata)



Con Niño Ricardo, 1930, Taranta (Tengo una novia en El Hacha)



Una vez más tenemos que levantar muy alta la voz para dirigirnos a las autoridades políticas en materia de Flamenco (que se autoproclamaron dueños de la cosa sin que nadie se lo hubiera solicitado) y pedirles que hagan algo por rescatar del olvido a artistas que en su momento fueron alguien en el Flamenco como pudiera ser el caso de El Cojo Luque. ¿Para cuando señora directora del CAF un censo flamenco?

Nunca creí en ellos (los político-flamencólicos) y sigo sin hacerlo. Queda el recurso al aficionado de a pie, capaz de investigar por su cuenta datos, fotos, discos de nuestra gente, sin ayuda ni recompensa alguna. Entre todos, ¿lograremos conocer mejor a ese sevillano llamado El Cojo Luque?

Addedum: Por indicación del amigo Antonio Conde, corregimos el nombre del guitarrista que acompaña a Luque en la Media Granadina. No era Alfonso Labrador, como habíamos puesto, sino Luis Maravilla. La confusión nos vino porque ese mismo cante con esa misma letra también la había registrado con Labrador.

domingo, 2 de agosto de 2015

1958: Año en que se publicó la "Antología del Cante Flamenco"

Envío a Ramona de Castellón y a Porverita de Teruel que me animaron desde que inicié este blog/cuadernillo. 

Contábamos el otro día cómo se fraguó la idea de grabar la Antología que con el pasó de los años se acabó llamando Antología de Hispavox. Iniciativa de Roger Wild, suizo-francés de madre española, trabajador de la multinacional canadiense The Thomson Corporation, destinado en su sección de librería (Éditions du Tambourinaire) y de discografía (Ducretet-Thomson). Contactó con el guitarrista Perico el del Lunar, quien sería director de la Antología, y con el Catedrático de Conservatorio don Tomás Andrade de Silva. También con el empresario Ezequiel Selgas, propietario de una discográfica llamada Hispavox. En los estudios de ésta se realizaron las grabaciones a finales de 1953 y la antología se publicó en París, con sello Ducretet-Thomson en el año 1954. A la vez, y como complementos a la obra sonora, Éditions du Tambourinaire publica dos libros: Initiation Flamenca, de Georde Hilaire, y Anthologie du Cante Flamenco, de Andrade de Silva. Este segundo, con igual título que la obra discográfica, era en realidad una guía de la misma. Llevaba prólogo y dibujos de Roger Wild, se acabó de imprimir el 27 de abril de 1954 y tuvo una tirada de 1000 ejemplares. Discos y libros tuvieron muy buena acogida tanto en emisoras de radio como en periódicos. Como ya dijimos los discos recibieron un premio de la Academia Francesa del Disco.

Todo eso ocurría en Francia. Al parecer, la cesión de los estudios de Hispavox se hizo a cambio de que esta discográfica, entonces en ciernes, fuese la encargada de la comercialización en España la cual tardó, por razones que desconocemos, algunos años en hacerlo. Exportadas directamente de París sí llegaron copias a nuestro país, algunas adquiridas por bares que ofrecían la audición a su clientela. No logro recomponer la cita exacta, pero no hace mucho leí que un bar, junto a la Mezquita de Córdoba, la tenía y que allí se pasó muchas horas nuestro admirado Antonio Fosforito oyendo esos cantes añejos algunos de los cuales los usó en su preparación para el Concurso Nacional de 1956, donde fue ganador absoluto.


Por fin, en 1958, cuatro años después que en París, Hispavox pone al público la ya famosa antología. Lo hizo de dos formas: en varios vinilos pequeños, de 45 r.p.m. (uno de ellos, por cierto, el que contenía el cante de El Mirabrás, fue adquirido por un grupo de aficionados de mi pueblo y tuvo mucho que ver con la fundación y el nombre de la Peña Flamenca El Mirabrás).

La otra forma fue la de un álbum que contenía tres vinilos de 33 r.p.m. y un libreto-guía firmado por Andrade de Silva. El libro era el mismo publicado en 1954 por Éditions du Tambourinaire, pero curiosamente (¿¿??) sin el prólogo de Roger Wild y sin sus dibujos.  El prólogo se cambió por otro que firma HISPAVOX, S.A. y que, en contra de cuanto venimos contando siguiendo el guión de Pierre Lefranc, viene a decir que fue una idea española aunque tuvieron que acudir a técnicos e ingenieros de sonido franceses de la firma Ducretet-Thomson. Insisto en que a Wild ni se le nombra, como tampoco se habla de la tirada francesa, aunque eso sí se cita el premio de la Academia Francesa del Disco. Con tales huecos, digo yo, no deja de sorprender que en 1954 se premiara en París una obra aparecida en Madrid en 1958. Absurdos que, sumados a otros muchos, han contribuido a que los amantes del flamenco hayamos navegado durante décadas y décadas sobre historias mal contadas, cuando no directamente falsas.

Mal contadas, sí. ¿Se acuerdan de las cuentas que hacíamos el otro día acerca de la edad de los cantaores en el momento en que se grabó la Antología? Ahora ya sabemos que el texto se redactó en 1953, luego siguiendo la igualdad
Año de nacimiento + Edad según libreto = Año de escritura del libreto,
tomando el primer dato del DEIF y el segundo de Andrade de Silva de los ocho resultados
Pepe el de la Matrona: 1887 + 76 = 1963
Bernardo el de los Lobitos: 1887 + 65 = 1952
Jacinto Almadén: 1899 + 53 = 1952
Pericón de Cádiz: 1901 + 50 = 1951
El Niño de Málaga: 1907 + 48 = 1955
Rafael Romero: 1910 + 42 = 1952
El Chaqueta: 1918 + 33 = 1951
Jarrito: 1925 + 27 = 1952
no salió ni uno certero. Como curiosidad, rehagamos las cuentas, dando por fijo que el libro se escribió en 1953 y dándole credibilidad a los datos del DEIF, para obtener la edad con la que cada cantaor grabó. La fórmula sería
1953 - Año de nacimiento = Edad con que grabó
y los números cantan así:
Pepe el de la Matrona: 1953 - 1887 = 66
Bernardo el de los Lobitos: 1953 - 1887 = 66
Jacinto Almadén: 1953 - 1899 = 54
Pericón de Cádiz: 1953 - 1901 = 52
El Niño de Málaga: 1953 - 1907 = 46
Rafael Romero: 1953 - 1910 = 43
El Chaqueta: 1953 - 1918 = 35
Jarrito: 1953 - 1925 = 28
Habida cuenta de que, al no tener los datos de los meses, el resultado podría cambiar en una unidad, Andrade podría haber acertado alguna de las edades. En fin, ¡menos da una piedra! Pero, bueno, estos errores carecen de gravedad si los comparamos con el hecho de que en el álbum de Hispavox no se nombre a Roger Wild, padre en definitiva de la criatura, ni se aluda a la previa publicación en París. ¿Qué pudo pasar?,  ¿qué se ganaba con la ocultación de esos datos? No lo sabemos ni creemos que vayamos saberlo alguna vez...

Nos consolamos con lo positivo, que fue alguna que otra joya que nos trajo esta recopilación flamenco-discográfica. Por ejemplo, el cante por Romeras que grabó Antonio El Chaqueta. Dejo que lo presente, con sus propias palabras, el escritor Pierre Lefranc:
Basándose en un cante al parecer nacido en Sanlúcar de Barrameda, El Chaqueta hace aquí, con el sostén endiablado de la guitarra de Perico tocada a contratiempo, una recreación o creación que sienta escuela. Por "negra" y dura que sea la voz del cantaor, su modo inflexible de reimpulsar el cante ligando los tercios, y sin jamás perder su mando sobre él, deja estupefacto en cada escucha: esas romeras son probablemente insuperables. 
Para darle la razón, basta escuchar: