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martes, 12 de mayo de 2015

1967: MORENTE, cantaor del futuro



Les hablaba el pasado 11 de abril, de un posible libro que se me quedó en el baúl de los proyectos cuando di por concluida mi etapa como editor. En él se recogían materiales de González Climent escritos entre 1949 y 1951, pero, a modo de apéndice, figuraba una entrevista-conversación entre el autor y el cantaor Enrique Morente realizada en 1967 en la que también intervienen José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz.


La entrevista en sí no la veo especialmente interesante. Encuentro a un Morente algo asustado o timorato, casi avergonzao porque en su niñez escuchaba a Valderrama o desafortunado en su visión (la de entonces, luego cambió) de Marchena. De todas formas, hay respuestas rotundas. Por ejemplo, en un momento dado viene a decirle don Anselmo que, suponiendo que sólo existieran dos líneas de cante (las siguiriyas, y las soleare), ¿en cual de ambos sectores se siente más de verdad? Enrique respondió así:

Bueno,. Hay momentos en que me toma "pa uno" y a veces "pa otro". Ahora le diré: yo creo que en el cante por siguiriyas hay que emplear más el corazón que la cabeza; y en el cante por soleares hay que llevar las dos cosas. Porque en el cante por soleá es muy difícil poner arte y luego la cabeza también, debido a esa actitud que lleva en el ritmo y eso. El cante por siguiriyas es otra cosa.Yo no creo que un estilo  sea más grande que el otro. Los dos son grandes e importantes.

La razón por la que traigo esta conversación a mi blog está en que, en un momento dado, el sagaz de don Anselmo, suelta sobre la mesa este envite

Permíteme jugar con las simplificaciones. Si bien Fosforito te lleva por lo menos diez años, creo que tú y Meneses pertenecen a su generación. Arrojo una fantasía: ¿sois vosotros tres los cantaores de punta en la España actual?

Ríos señala que no hay que olvidar a Terremoto. Climent lo acepta y ya tiene el cuadrilátero. A continuación, se produce este cruce de opiniones que copio para todos ustedes.

González Climent: Fosforito -sospecho y vosotros me lo confirmaréis o no- ya se ha definido. Su arte es inmenso y no cesa. Sin embargo, en él no caben mayores sorpresas en lo que le quede de vida profesional. Todo esto, repito, es muy relativo pero a la vez probable. Podrá profundizar lo suyo, pero poco creíble  que entregue novedades, crecimientos, averiguaciones (con ser uno de los cantaores del siglo que más se ha preocupado de dominar faústicamente todos los vericuetos del cante).

Ríos Ruiz: Entiendo perfectamente. No creo que Fosforito evolucione más en el cante. Y máxime como ahora, que lleva un tiempo afiliado a los cantaores que van en espectáculos más o menos organizados. Y tiene que cantar la mayoría de las veces para el baile de grupo, solistas o compañía. Esto lo va desvirtuando, al menos en la medida de la afición y dedicación que requiere el cante  v para seguir estudiando todas sus formas.

Ríos Ruiz: En el caso de Meneses hay posibilidades. Si Meneses se lo propone cabe la posibilidad de futuro, pero muy a la larga, por la sencilla razón de que hoy día lo hace todo confiado en su gran voz. Vale decir: en sus facultades. Agregado a ello, claro está, el conocimiento que tiene del cante. Por otra parte, Meneses, lo diré claramente -y no me preocupa que se publique- está demasiado autodirigido". Así, entre otras cosas, se le obliga a cantar esas "letras" que, aunque estén muy bien prefabricadas, no dejan de ser prefabricadas. También hay que considerar que Meneses, como el maestro Mairena, es un poco "frío". Necesita tiempo para entrar en asiento.

Ríos Ruiz: Terremoto no tiene futuro. Terremoto es un cantaor "cerrado" desde que empezó. Cerrado, o sea "hecho". Lo que pasa es que posee más duende que ningún otro cantaor. No solamente de ahora sino de hace mucho tiempo. Terremoto tiene en la voz un misterio, un duende tan grande que lo salva de toda imperfección formal, pues hay que reconocer que en algunos momentos no es muy ortodoxo, hace muchas "ligas". Pero repito que ese duende de su voz está por encima de todo esto. Y entonces, en un momento dado, acaba con cualquiera aunque luego a la larga le ganen el tirón. Pero esto del porvenir no le quita nada. Terremoto será cantaor siempre, incluso cuando no tenga voz. Su solo quejido es válido.

González Climent: Sin artimañas de sofista habría que concluir que el futuro pesa a favor de Enrique Morente, al menos en principio. Hablemos de esto con toda confianza aunque él esté aquí.

Ríos Ruiz: Enrique Morente, sí, tiene más perspectivas de futuro que los otros tres. Entre otras cosas porque desde que conocí a Enrique -hace ahora más de dos años- tengo la impresión, y estoy casi seguro, que es más aficionado que los otros. Por otra parte, Enrique es un muchacho que tiene una gran voz, mucho corazón cantando y mucha afición. Su voz se está haciendo e irá a mucho más. Si Dios le otorga tanta vida como a Pepe el de la Matrona, la profecía surge fácil... ahí está.

González Climent: Amigo Blas, súmate a la charla y dinos tu apreciación personal de Morente:

Blas Vega: En esto del flamenco Morente es un caso un poco excepcional porque está fuera de esas cosas con las que suele ir rodeado el ambiente del cante flamenco (crápulas, seudoidólatras, trajín, etc.). Se comenta la buena educación de Morente, su sensatez, su postura y, sobre todo, algo muy importante en los jóvenes cantaores que hoy han perdido el respeto hacia los maestros del cante. Cualquier joven tutea a Mairena, a Pastora, faltándoles simplemente el respeto. Enrique Morente, con más méritos y más valía que esos desenfadados aficionados sabe guardar el sitio frente a los maestros del cante.

Enrique Morente: Me parece que ya se han dicho demasiadas cosas buenas de mí. Es que somos amigos...

Blas Vega: Hay sobre todo un aspecto que yo veo interesante ver en él y en relación con el futuro del cante flamenco: tiene personalidad propia, personalidad creadora. Estábamos momificados, casi encadenados. Morente abre un camino interesantísimo que puede ser esencial para el futuro del cante.

González Climent: Así es. Personalmente cada vez crecen más mis temores respecto a la "momificación" de que hablas. A fuerza de haberse desempolvado estilos y maneras de cantes históricos o arcaicos -en esto me toca algo de responsabilidad-, todo puede terminar en un callejón sin salida. La "cristalización" es nuestro peor enemigo actual. Porque corresponde tener mucho cuidado al precisar hasta qué dosis está bien justificada esa recuperación de cantes. Al cante, en términos muy generales, hay que dejarlo seguir marchando con todos los peligros que ello acarree, porque no es cuestión de quedarnos con las soleares usuales de fulano o con las siguiriyas definitivas de zutano.

Blas Vega:  Además, esta personalidad como es la de Morente está aportada siempre respetando la tradición, que es lo realmente interesante.

¡Qué apreciaciones más justas las que se hacen tanto de Fosforito como de Terremoto! Dos personalidades hechas pero no expandibles. ¿Menese?, preso de sí mismo. Podría evolucionar -se señala- pero a la larga. En mi opinión así ha ocurrido, pero su evolución (insisto en que es mi opinión) ha sido a peor. Y Morente. ¡Qué visión de futuro tuvieron los tres! La historia les ha dado toda la razón.
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Nota final: Los que tengan acceso a los diversos números de la revista Candil, pueden leer en su integridad esta entrevista. Se publicó en el número 60 (Noviembre-Diciembre, 1988, páginas 28 a 33).

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