Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

miércoles, 29 de enero de 2014

Pepe Pinto cantando unas tarantas


Confieso que entre mis cantaores preferidos (los que escucho cuando estoy solo y no tengo que halagarle el gusto a nadie) está el sevillano José Torres Garzón, Pepe Pinto. Cantaor largo aunque sentía predilección por la soleá, la seguiriya, la malagueña y el fandango. No grabó mucho, por ejemplo, por cantes de minas, pero nos dejó unas preciosas tarantas registradas en plena madurez junto a la guitarra de Melchor de Marchena. Les invito a oírlas:  

martes, 28 de enero de 2014

Manolo de la Ribera: Se está perdiendo el flamenco

Siempre ha habido voces lloronas que anunciaban el fin del flamenco, pero éste siempre ha seguido vivo. Yo sería un niño o tal vez un adolescente en la época en que Antonio Molina estaba en máximos de popularidad. Curiosamente, a la vez que los cuplés del malagueño, en las radios de la época se oía mucho esta joya de cante por milongas que interpretaba el almeriense Manolo de la Ribera acompañado a la guitarra por el veterano Manolo de Badajoz:

domingo, 26 de enero de 2014

Chocolate se acuerda de Tomás (1968)

Quien me firmó ese autógrafo no fue otro que Antonio Núñez Montoya, Chocolate (Jerez de la Frontera, 1930-Sevilla, 2005). Lo hizo en la contracubierta de un vinilo de los de 45 r.p.m. publicado en 1968 En uno de los cuatro registros, acompañado a la guitarra por Manolo Brenes, Chocolate se acuerda un poquito del gran Tomás Pavón.

sábado, 25 de enero de 2014

El Chata de Vicálvaro cantando una jabera


Cuando en este cuaderno de memorias les hablé de la jabera grabada por El Chato de las Ventas en 1930, les decía que había dos grabaciones de este cante anteriores en el tiempo a la del Chato. Una de ellas fue realizada un año antes, en 1929, con la guitarra acompañante de don Ramón Montoya. La voz la ponía Eduardo García-Ruiz Espejo, conocido como El Chata de Vicálvaro. Había nacido en el pueblo de tal nombre, hoy integrado como barriada de Madrid, ciudad en la que murió el 8 de diciembre de 1975. Etiquetado como Jabera del Negro, oigamos su cante:


Posdata:: Por supuesto no soy el primero en traer a las redes esta singular grabación. Que yo sepa, la públicó en su Quejío Flamenco el cacereño Pedro Delgado el día 24 de febrero de 2013. Antes lo había hecho desde Madrid Carlos Martín Ballester, el día  10 de mayo de 2012, en su cuaderno El Arqueólogo Musical.  Mi reconocimiento a estos dos buenos amigos.

jueves, 23 de enero de 2014

Aficionaos, no llorad

Envío a mi pariente el cantaor Bernardo Miranda

Estos últimos días, con lo de "Morente más Morente", ha tenido que ser la muy flamenca ciudad de Madrid la que se adelante en actos de homenaje a Enrique Morente. Sevilla, y hasta su natal Granada, irán detrás, tal como ocurrió en los años en que Enrique se hacía un hueco en el mundo del cante.

Y es la cosa que leyendo crónicas de estos eventos mi amigo el Coplero Anónimo -que es una especie de duendecillo que siempre me persigue y que a la primera de cambio me cuela una de sus coplillas- se me va al Facebook, esa taberna de la esquina donde tanta gente se toma la cervecita, y me suelta esto:

Que Morente no está muerto,
aficionaos no llorad,
que Morente no está muerto.
Que Morente está dormío
soñando por soleá.

Pero, hombre, Coplero, que te he pillao, que tú lo que haces es plagiar. Acuérdate que el día 5 de marzo del año 2011, en este mismo cuaderno, se publicó esta copla:

Que el de Graná no se ha muerto
aficionaos no llorad
que el de Graná no se ha muerto
Que Morente está dormío,
soñando por soleá.

Allí no ponía nada más que un título de "malagueña" sin indicar autor, pero la copia es clara y manifiesta.


Siguiendo con el Facebook dichoso, nuestro cantaor Bernardo Miranda recuerda que algo parecido hizo el propio Morente en su último recital en El Mirabrás:
-Que si cantaba por soleá, que si metió una malagueña...
Efectivamente, sobrino Bernardo, fue la noche del 22 de mayo de 2009, aquella en la cual Enrique recibió el nombramiento de Socio de Honor de la Peña. Creo recordar que su intenso recital lo inició con una tanda de soleares apolás. Que hizo alegrías, malagueñas, serranas (éstas podemos oírlas aquí), tientos y, para acabar, otra tanda de soleares. Con letras, las primeras sobre todo, un poquiito tenebrosas y poco habituales en su repertorio, Enrique llevaba doce minutos cantando por soleá, de pronto nos sorprende con esto



y da por terminada su actuación. Un primer verso que enseguida rectifica, y sigue así:

Los amigos del arte no mueren,
aficionaos no llorad,
los amigos del arte no mueren
porque esto en el corazón
de los aficionaos y artistas del flamenco,
aficionaos no llorad.

Mi amigo Juan Velasco, gran afcionao y experto en temas flamencos, me dice perplejo:
-¿De dónde saca Enrique esto? Parece como una granaína...
Yo sí sabía de dónde venía lo de "aficionaos, no llorad", pero no me dio tiempo a contárselo a Velasco porque enseguida nos vimos inmersos en grupos de gente donde se hablaba de otras cosas. Pero vuelvo al Facebook, donde estaba mi coplero con su bienintencionado auto-plagio, e interviene Rufo el autor del blog Crónicas Flamencas  para indicar que esa letra la cantaba Porrina aplicándosela a La Repompa de Málaga. Claro que sí, Rufo, anunciada como media granadina, con guitarra de Ramón Montoya (no confundid con el que tenía el "don" delante del nombre) ahí va: 


La historia no acaba aquí. Ni el Coplero copió a Porrina ni Morente se acordaba de este cante (cuidado, no digo que lo desconociera). Mi memoria se va bastantes años atrás y se ubica en un "perol" celebrado en el cortijo de "Las Pilillas" allá por los primeros años setenta. Había gramola y había discos. Entre ellos uno de Pepe Pinto con Niño Ricardo. Lo copié como pude en un cassette con pilas pero desgraciadamente perdí la cinta. No la memoria de que el Pinto decía que Chacón estaba vivo, que no había que llorar... Acudo a mi amigo madrileño Carlos Martín Ballester y gracias a él, aquí tenemos al Pinto cantando por malagueñas:


¡Todo claro! Dónde bebió Morente, dónde se basó Porrina para su adaptación, qué había escuchado mi Coplero para ofrecer su personal variante.

martes, 21 de enero de 2014

La guitarra mágica de Melchor de Marchena



Para la historia han quedado las grabaciones de Melchor Jiménez Torres, Melchor de Marchena, acompañando a Pastora Pavón o su hermano Tomás en los años cuarenta del pasado siglo. Para la historia, su participación en las antologías personales tanto de Manolo Caracol como de Antonio Mairena. Su acompañamiento a tantos otros cantaores. Menos eco tuvieron sus grabaciones como solista, pero también las hubo. Sirva como ejemplo este toque por serranas de 1959:


o este otro, donde Melchor, en 1973, hizo una grabación por tarantos.


(La magnífica foto que aparece arriba es de Paco Sánchez, año 1973)

sábado, 18 de enero de 2014

Antonio Ranchal hace cantes levantinos



No sé el año exacto pero el cantaor de Lucena (Córdoba) Antonio Ranchal también pasó por el Festival de La Unión. Con la guitarra de Antonio Piñaña Hijo hizo esta cartagenera seguida de un taranto:

viernes, 17 de enero de 2014

La rondeña de don Ramón Montoya

Decir cante es decir voz, pero todos tenemos claro que en el Flamenco la voz sola se limita a unos cuantos estilos, siendo imprescindible en el resto el acompañamiento de la guitarra, de manera que para nosotros decir cante es decir voz pero también es decir guitarra. Por esa razón, lo mismo que hablamos del cante nuestro de cada día, en alguna ocasión traeremos a colación la guitarra nuestra de cada día.

Para empezar, nos vamos al encuentro de don Ramón Montoya (Ramón Montoya Salazar, Madrid, 1880-1949) figura indiscutible de su época y maestro al que siguieron prácticamente todos los que, tras de él, han llegado a ser algo en el arte de la sonanta. Creador de muchas falsetas para acompañar el cante (labor que hizo con todos los cantaores importantes con los que convivió, empezando por don Antonio Chacón), también fue compositor para la guitarra de concierto. Como solista hizo dos tandas de grabaciones, una en 1923, otra en 1936. Les dejo con una de sus obras maestras: la rondeña.

jueves, 16 de enero de 2014

Cantaores cordobeses: EL SOTA

Antonio Santos Tapia (Belmez, 1895-1979), conocido como El Sota, desarrolló su trabajo de comerciante y tabernero tanto en su pueblo como en Córdoba. Muy unido a los Onofre, hacía sus cantes, especialmente las Alegrías y las Soleares de Córdoba. Las oímos junto a la guitarra de Ramón Montoya:

martes, 14 de enero de 2014

El de los Lobitos canta por Lucena

Además de otras muchas cualidades flamencas, Bernardo el de los Lobitos tenía la de ser un cantaor largo, o sea, completo. Una prueba de ello está en la tanda de fandangos lucentinos que grabó en la vieja fecha de 1957 acompañado por el guitarrista Perico el del Lunar. En ella desarrolla las cuatro modalidades habituales de este cante netamente cordobés. Vamos a oírla:

domingo, 12 de enero de 2014

Joyas de la discografía: soleares de Fernanda de Utrera


Fernanda Jiménez Peña (1923-2006), Fernanda de Utrera, no fue una cantaora pródiga en estilos pero sí muy intensa en aquellos que desarrolló, especialmente en las soleares. Desde que apareció en los escenarios flamencos allá por los años cincuenta hasta su retirada, decir Fernanda y decir Soleares era una misma cosa. Persona sencilla, como su hermanda Bernarda, se granjeó la simpatía y la admiración de todos los sectores de la afición. 


Una de sus primeras grabaciones fue la que se publicó en 1959 dentro del álbum Sevilla, Cuna del Cante. Acompañada por el guitarrista Paco Aguilera, nos dejó esta auténtica joya:

viernes, 10 de enero de 2014

La soleá de El Pele

- Ésta es la soleá de Fulano.
- Pues pá mí que es igualita a la de Mengano.
- Bueno, pero fíjate que el segundo tercio Fulano lo alarga y lo sube mucho más que Mengano.

Y así, en muchos casos, se han ido poniendo etiquetas a los cantes, etiquetas que se han propagado de boca en boca hasta convertirse en doctrina oficial tanto entre los profesionales como entre los aficionados. ¡Habría tanto que revisar a este respecto! Tal vez no merezca la pena si el etiquetaje sólo lo usamos pá entendernos entre nosotros. Otra cosa es cuando algún que otro guardián de la pureza de la cosa lo usa como arma arrojadiza para descalificar a alguien:
- Así no es la soleá de Mengano, La ha rematado de otra forma.
Ahora, para el purero de turno, no se trata de una variante nueva sino de un error inadmisible. En fin, ustedes me entienden y yo no me enrollo más, Vayamos a lo que voy.

¿No han deparado ustedes en la personalísima forma en que Manuel Moreno Maya, El Pele, desarrolla últimamente los estilos más o menos ligados a lo que llamamos soleás apolás? Su memorable intervención el día 3 de septiembre de 2012 en la Bienal de Flamenco de Sevilla que le valió un Giraldillo de Honor. Su inolvidable cante en el Alcázar de Córdoba cuando el día 8 de octubre de 2013 recibió el Compás del Cante. O, más cercano en el tiempo, lo que cantó El Pele en Carmona (Sevilla) el pasado 14 de diciembre. Acompañado a la guitarra por Patrocinio Hijo, vamos a pararnos un momentito para oírlo


¿No es es esto más que suficiente para que empecemos a hablar de la soleá del Pele? Para que así pase a la posteridad. El tiempo tiene la palabra... 

domingo, 5 de enero de 2014

De cuando se recuperó el cante de La Trini (¿?)

Envío para Sergio García

Corría enero de 1972 y en uno de los capítulos de la serie Rito y Geografía del Cante Flamenco, por entonces emitida semanalmente en TVE, esta vez dedicado al cante por malagueñas, oímos al flamencólogo de la capital costasoleña don José Luque Navajas las siguientes palabras:

Gracias a Diego el Perote, nuestro decano cantaor flamenco, hemos conocido y se ha salvado para la posteridad el cante de la Trini. Si no llega a ser por él, se hubiera perdido probablemente. La Trini se está cantando mucho y está encontrando un gran arraigo y un gran cultivo en los buenos nuevos aficionados a la malagueña.

En el mismo programa podía oírse a Diego El Perote en un par de malagueñas, la segunda de las cuales es la que suele adjudicarse a la cantaora La Trini. Sin embargo, el señor Luque Navajas imagino que estaría pensando en esta grabación del año 1964 en la que Diego estaba acompañado por la guitarra de Antonio Vargas:


También se estaría acordando de otra grabación registrada con el mismo guitarrista en 1966:


En efecto, Diego Beigveder Morilla (1886-1980), nacido en el malaguerño pueblo de Álora (y de ahí lo de perote) era un exquisito cantaor que pudo haber aprendido casi de primera mano los cantes de sus paisanos El Canario o Juan Trujillo El Perote, así como aprendió los de Fosforito, Chacón o La Trini. En el caso de la última, dudo mucho que su cante fuera conocido por gente como el señor Luque a través de Diego, pues no tenían más que tirar de sus archivos sonoros y escuchar a Sebastián El Pena, al Pena Hijo o al Cojo de Málaga. Más difícil aún me parece que ese cante anduviese perdido hasta que El Perote lo grabara. ¿Se imaginan ustedes a cantaores como Rafael Romero, Juan Varea,  Pepe el de la Matrona, Bernardo el de los Lobitos, Pepe Marchena, Cobito o Juan Valderrama teniendo que viajar a Málaga para que el bueno de Diego les enseñara a cantar esa malagueña? No, mucho antes de 1964 todos los cantaores nombrados conocían el cante de la Trini y lo tenían en su repertorio..

Seamos benévolos y vamos a dejarlo en que los andaluces solemos ser muy exageraos y en que el señor Luque Navajas no deja de ser un andaluz de pro. Pero, para acabar, volvamos a la malagueña de La Trini, ahora en grabación de 1972, guitarra de Ramón de Algeciras y la voz de otro histórico como fue Manuel Celestino Cobos, Cobitos (1896-1986):  

viernes, 3 de enero de 2014

Fandangos de Antequera

Nunca supe que la bella y monumental ciudad malagueña de Antequera tuviese su propia modalidad de fandangos, pero, sorpresas de la vida, encuentro este rótulo en un vinilo (que poseo desde 1973) del cantaor El Barquero de Fuengirola acompañado a la guitarra por José de la Vega. Hagan ustedes el favor de oírlos y opinen.

jueves, 2 de enero de 2014

La granadina de Marchena y Morente

Envío a Felipe Rull con mi agradecimiento.

¿Me creen ustedes si les cuento que en mi casa el primer televisor que entró fue hacia 1983? Les digo esto para justificar mi desconocimiento de primera mano de las series que TVE emitió sobre el Flamenco en la década de los setenta. Hubo una de gran calidad que respondía al nombre de Rito y Geografía del Cante Flamenco y que en los últimos meses estoy conociendo gracias a que está accesible a través de Internet. Escuchando el capítulo dedicado a Pepe Marchena me encuentro el siguiente registro sonoro:


¿Aires de los campos marcheneros? Yo esperaba que Pepe, junto al guitarrista Benito de Mérida, me saliera con alguno de sus logradísimos fandangos, pero nada de eso. Esto es una inmensa granadina. ¿Y a mí que me suena  que esa misma letra y melodía la usó Enrique Morente? Me pongo a revisar toda la discografía que poseo del granadino y no encuentro nada. Recurro a Facebook en la esperanza de que algún coleccionista me diera pista y el amigo Felipe Rull me remite a un vídeo de Youtube cuyo correspondiente audio reza así:


Grabación de 1990 con el guitarrista Agustín El Bola. Ahí estaba lo que yo buscaba, arrojándome luz para anular la sombra del Arzheimer que me persigue. ¡Osú con el dichoso doctor! Pero, Andrés de mi alma, si tú mismo habías escrito sobre esto hace unos pocos meses. Acuérdate de tu artículo del 21 de julio de 2013:
Claro que te sonaba, lo que pasa es que no estaba en disco sino en una grabación casera hecha en tu propia peña y en tu presencia. En los comentarios a dicho artículo, tú y tus amigos disteis por buena la afirmación de que se trataba de una creación de Morente y ahora va resultar que no, que Marchena se le adelantó. Tampoco es tan grave: nunca desmerece un buen discípulo de un mejor maestro.  Lo cierto es que esta granadina no respondía a ninguno de los esquemas clásicos (Chacón, Cepero, Vallejo) y que Morente supo sacarle mucho partido en años siguientes, aunque ya con otras letras, tanto en su disco sobre Lorca como en su monumental álbum Omega.