Visitando mi cuaderno Cantando por Fandangos, ahora convertido en EL MUSEO DEL FANDANGO, podrán elegir entre doscientos cincuenta (250) artistas distintos para escuchar este estilo de cante.

martes, 9 de abril de 2013

¿Bandoqué? y Zángano

En el breve transcurso de la historia del Cante Flamenco, parece que ahora, más que nunca, están de moda las "etiquetas". Asistimos a un recital y el cursi erudito de turno que se ha sentado al lado nuestro nos suelta:
- Ésta es la variante número tal del estilo por lo que sea que creó Perico el de los Palotes.
Un pasito más y los entendíos acabarán poniéndole "código de barras" a cada cante que se escuche. Esta fiebre vino con la época del Neoclasicismo Flamenco de los años sesenta, que tan bien estudiado fue por el maestro Agustín Gómez, y desde luego no se caracterizó por el rigor.

Éste, unido a los métodos analíticos, vino más tarde con el trabajo que en su día publicaron Luis y Ramón Soler sobre las Soleares y las Seguiriyas, así como el más reciente de Rafael Chaves y Norman Kliman sobre los Cantes Mineros. Son obras impagables y clarificadoras aunque no en todo tengamos por qué estar de acuerdo con sus conclusiones.

Pero yo hoy voy a referirme a un "etiquetaje" de los aludidos años sesenta. Voy a la marca "Bandolá" o "Cante Abandolao" que pusieron en circulación los de la Peña Juan Breva de Málaga para aludir a una serie de fandangos incorporados al flamenco que provenían de los verdiales folk-lóricos presentes en Jaén, Almería, Málaga, Granada, Sur de Córdoba y Serranías de Cádiz. No me la recuerden, por favor, porque ya me sé la manida historia de no sé qué instrumento llamado "bandolina" o algo parecido que se usaba en tiempos pretéritos. Tampoco me digan, aunque eso está escrito en la red, que el nombre proviene de que en algunas de sus letras se mientan a los "bandoleros". La cuestión fue que bajo ese nombre metieron muchos cantes del Breva, de Frasquito Yerbabuena, las jaberas y los jabegotes, las rondeñas tanto las asociadas a Jacinto Almadén como a Rafael Romero, los zánganos y todos los cantes de Lucena. Eso no sería grave pero sí lo fue, en mi opinión de aficionao de base, el ponerle a todo la "denominación de origen" malagueña. ¿Ignoraban, por ejemplo, que en pleno siglo XIX muchos de esos fandangos se nombraban como granadinas? ¿Ignoraban también que en el repertorio de Silverio y sus seguidores figuraban los fandangos lucentinos  que se asocian a la memoria de Dolores la de la Huerta?

Vamos a parar un poquito y a vamos a sentir cante:


Ya han oído: Melchor de Marchena acompañando al entrañable Perico Lavado en una verdial lucentina y en un zángano de su Puente Genil natal. ¿Dónde apareció esta grabación? Pues en un vinilo E. P.


cuyo título pueden ver, publicado en 1964. ¿Con qué etiqueta? En la contracubierta del disco se lee literalmente: "Bandolá" y zángano. Ya ven... Y yo digo ¿Bandoqué?

14 comentarios:

  1. Buenas Andrés. Voy a intentar dar mi opinión al respecto. En primer lugar estoy totalmente de acuerdo con que lo de denominar todos esos cantes como malagueños es un gran error, puesto que parece de sobra probado, que si bien la base musical es la misma (y es imposible afirmar que esa base sea autóctona de Málaga), cada una de las regiones que mencionas desarrolló su propio fandango regional, con sus matices musicales diferenciadores entre las distintas zonas geográficas, y por tanto propios de cada una de esas zonas (Córdoba, Granada, Almería, Jaén), y no de Málaga.

    Por otro lado, la denominación de abandolao es algo que llamó mi atención desde que leí el libro de Manuel Ríos Ruíz "Ayer y hoy del cante flamenco" donde hacía una crítica hacia esta denominación basandose en que no existían referencias de este palabro para referir ningun cante a lo largo de la historia. Yo por mi parte me puse a indagar, y sobre todo a preguntar. Después de hacer esta cuestión a los aficionados y cantaores de mayor edad, todos coincidían en sus respuestas. Al parecer, cuando se cantaban los verdiales de una forma brusca o tosca se decía que esa persona había cantao mu abandolao. Es una expresión mas propia de los pueblos. La incorporación de esta palabra al flamenco la desconozco, pero es una forma de englobar un ritmo común en una serie de cantes. Y a uno de esos cantes concretos se le llama bandolá. A mi me gusta la denominación, aunque podríamos llamarlos verdiales, fandangos de la conchinchina o de cualquier otra forma. Lo que debe de quedar claro es que un cante abandolao o una bandolá NO no es un cante autóctono de Málaga, como es el caso del Zángano y muchos otros.

    Un saludo y siento la extensión del comentario.

    Rufo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Manuel Ríos Ruiz llevaba toda la razón del mundo al decir que no había existido en la historia ningún cante denominado bandolá ni ninguno adjetivado como abandolao. Que este adjetivo existiera para referirse a una forma de cantar, no prueba nada. Dices que desconoces "La incorporación de esta palabra al flamenco". Puedes leer en la página 163 del libro "Cantes y Estilos deñ Famenco", de Agustín Gómez, lo siguiente: "Ya hemos dicho incontables veces que la Peña Juan Breva es responsable de que los verdiales flamencos sean llamados hoy cantes abandolaos". Hablas de "un ritmo común en una serie de cantes" y a ese respecto te recomiendo que leas el comentario que hace Faustino Núñez un poquito más abajo que éste. Dices que uno de esos cantes se llama bandolá. ¿Me puedes decir cuál? ¿El que nos hace Lavado en este disco promovido y orquestado por la gente de la Peña Juan Breva, Antonio Mata Gómez entre ellos?

      Eliminar
    2. Claro que llevaba toda la razón. Aunque no del todo, puesto que después han aparecido documentos que hablan de fandanguillos avandolaos, y de los que creo que Guillermo Castro tiene algo escrito. Cuando dices que "no prueba nada" no se a que te refieres, yo sólo aporto un dato de lo que saben los malagueños más mayores acerca de la palabra abandolao (y probablemente el uso que se le ha dado a este término en el ámbito del flamenco venga de ahí, y no de ningún instrumento ni historias de bandoleros) . He leído a Faustino, y totalmente de acuerdo, pero ¿cual es el problema entonces? ¿que al conjunto de cantes con esa rítmica se les llame abandolaos? Es una denominación que ha sido aceptada, y la gente así lo entiende ¿por que darle más vueltas si nos entendemos bien así? El problema real es que la gente asocie un cante abandolao con Málaga, pero no que se llame así a ese conjunto de cantes. Cuando digo que uno de esos cantes se llama bandola, me refiero a que es el singular de abandolaos, para referirse a uno en concreto. El Zángano es una bandolá o un verdial (como a ti te gusta), la malagueña del Breva igual y así sucesivamente. En ningún momento he querido decir que exista un cante con entidad propia que se llame bandolá.

      Eliminar
  2. Interesante entrada Andrés. El llamado ritmo abandolao, en román paladino gorrión-gorrión-panzón, no es otro que el de bolero, de Zamora a Mallorca, de Orellana al Albaicín, el aire de bolero con el que Ravel hizo un tratado de orquestación. Sirve de base a fandangos y seguidillas tanto en Málaga como en Lucena o Algodre. Algunos lo han querido hacer exclusivo de su casta olvidando que es un patrón rítmico pura sangre, ibérico, pata negra. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, amigo Faustino, por tu comentario. Como sabes, carezco de toda formación musical, pero intuir, intuyo. Si ahora hasta dicen que el Flamenco es Patrimonio de la Humanidad, ¿por qué empeñarse en ponerle límites geográficos? Sin duda se han olvidado de aquello tan bonito de "el campito no tiene llave".

      Eliminar
    2. Pues sí, el tema del origen de los términos flamencos siempre será polémico, porque de la forma más tonta pasan a la posteridad sin saber muchas veces el por qué. En 1784 ya tenemos el uso del término "avandolado" para un "fandanguillo" compuesto para 1ª guitarra y bajo, por lo que sería instrumental, sin canto; aunque no hemos localizado aún las partituras. Algo tendría ese fandanguillo de personal para ponerle ese apelativo. Pudiera ser el ritmo, algo con lo que se asocia ahora el término, pero también pudo ser por la vandola, instrumento muy popular antes de convertirse en bandurria, que quizás practicaba algo peculiar en su toque y allí quedó reflejado, pero habrá que esperar a ver si algún día aparecen esas partituras. Como dice Faustino, el patrón rítmico asociado al toque "abandolado" viene de lejos, por lo menos del último cuarto del siglo XVIII, sino antes. Es el aire del bolero, que aparece en partitura más o menos en estas fechas que señalo. Un saludo Andrés

      Eliminar
    3. Gracias, Guillermo, por tu valiosa información. No deja de ser algo puntual, como lo es lo de la "bandolá de Juan Breva" de la que habla Rafael Chaves en otro comentario. Yo me refería al uso cuasi universal que implantaron los de la Juan Breva para denominar a todo lo que en el XIX se fraguó con nombres como rondeña, fandango, malagueña, granadina, jabera, etc. Y sobre todo me refería a la apropiación malagueñista de todos esos cantes. Saludos desde Córdoba

      Eliminar
  3. (...)

    ¡Sabé der Cante, Dios mío!
    Si don Migué de Servante
    con to'r Quijote escribío
    no supo der cante na'.

    ¿Y pretende usté sabé y chanelá
    der Cante?

    Si se lo he dicho a usté ante:
    ¡ni don Migué de Servante!
    ¿Estamos?. Conque...
    Tire usté p'alante:

    ¡¡Pa paladeá er Cante
    hay que sentirlo y...
    cayá!


    Mi paisano Emilio González de Hervás termina con estas palabras su poema "Er Cante" (Definición)

    Ahí lo dejo a modo de reflexión y sin ánimo de polemizar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, amigo Pedro, por recordarnos los versos, tan llenos de razón, de González de Hervás.

      Eliminar
  4. Andrés, tienes toda la razón. Los malagueños como siempre, barriendo para casa. Y muy acertado en cuanto a lo del "codigo de barras". Ya es demasiado estilos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, Pepe, no todos los malagueños pero sí algunos que además han tenido mucho protagonismo en el flamenco de los últimos cuarenta años. En cuanto a lo de "demasiados estilos", prepárate cuando abras el libro de Chaves y Kliman sobre los cantes de minas.

      Eliminar
  5. Hola nuevamente Andrés, soy Rafale Chaves
    Con respecto a este tema de la bandolá he de decirte que en nuestro libro sobre los cantes mineros, eludimos al término (página 32, nota a pie de página n.º 37), y lo admitimos como válido por la alusión que del mismo hizo el guitarrista sevillano Rafael Marín, nacido en 1862 en la página 70 de su “Método de Guitarra (flamenco) por música y cifra” ya en el año 1902. Dice concretamente: “Las Bandolás.- Muy parecido al ‘fandango’”, por lo que es posible que se utilizara con anterioridad. Si bien es cierto que en nuestra opinión del ámbito malagueño sólo debe ser considerada un tipo específico de bandolá, la de Juan Breva que podría establecer un rango mayor a los verdiales propios de Vélez y menor a sus malagueñas del propio Juan Breva (con ritmo ‘abandolao’ aún y no libre), para las que esta bandolá siempre se presenta como remate en las grabaciones del propio cantaor. Véase que esta bandolá de Juan Breva tiene sus tercios libres mientras que sus dos estilos de malagueñas los presentan ligados dos a dos.
    Así pues en nuestra opinión esta bandolá sería de Juan Breva y sólo de él. Admitiendo esto, estoy contigo en que no puede ni debe definirse como cante generador de todos sus similares de provincias andaluzas que contemplan un acompañamiento afín para sus múltiples fandangos comarcales, como los tienen Granada, Córdoba, Jaén, Almería, ya que una cosa es la forma de acompañar y otra bien distinta la música que se canta.
    No obstante esta bandolá de Juan Breva en concreto guarda mucha relación con fandangos granadinos, mucho con el de África La Peceña y más aún con los fandangos albaicineros que cantaba Frasquito Yerbabuena; luego debe ser considerado como un cante fronterizo, una rondeña de arriería o lo que es lo mismo un fandango itinerante por obra y gracia de los arrieros cantaores. (Lo explico en la página 460, nota a pie de página n.º 841, del Anexo 2, precisamente al tratar este cante).
    Saludos Rafael Chaves.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Rafael, por tu presencia y tu aportación. Ya ando liado con vuestro libro que me esclarece muchas cosas. Pero aquí pasa como en la Ciencia: cuando logras avanzar en algo, surgen nuevas dudas. Es bonito saber que por mucho que construyas nunca verás el edificio final. Seguiremos en contacto. Saludos desde Córdoba

      Eliminar
  6. Saludos a todos.

    Acabo de leer el interesante artículo de Andrés y los no menos interesantes comentarios al respecto.No quiero entrar en cuestiones de denominaciones y en por qué se llama así o asao,ya que como bien dice Guillermo,a veces los cantes pasan a llamarse de una manera u otra,sin saberse el motivo.Yo creo que todo tiene un motivo y un por qué,a veces es puramente anecdótica la utilización de un término u otro y la verdadera razón se ha perdido en las simas de la tradición oral,por lo que en numerosas ocasiones especulamos,más que aseguramos,

    Yo quería hablar del Zángano,que es de lo que trata el artículo de Andrés y que como se ha dicho por aquí,musicalmente es una especie de bolero con aires de verdial y que tiene su consiguiente baile también,muy particular,por cierto y que tiene mucho que ver con el nombre.Hay varios zánganos,Puente Genil,de Vélez Málaga.Decir bolero quiere decir música popular,ya que su autor o autores se inspiran(o copian) directamente de unas melodías y ritmos que ya estaban en la calle,muy posiblemente antes de que alguien le llamase a eso bolero e hiciera una partitura con ello.En realidad todo nos hace indicar que los primeros fandangos vienen de la misma zona y que no es otra que la que delimitaba el antiguo reino de Granada.No se olviden que la actual división en provincias es un invento relativamente reciente y que data de 1822,si no recuerdo mal.Anteriormente la provincia de Málaga,Almería,Granada,incluso parte de Córdoba y de Cádiz formaban parte administrativamente incluso parte del reino nazarí,sin autonomía desde 1492,es cierto,pero esa divisón estuvo vigente hasta bien entrado el siglo XIX.En la actual provincia de Granada,concretamente en la zona de Motril,hay dos tipos de zánganos,bastante antiguos,por cierto,aunque no estoy en disposición en estos momentos de precisar su antigüedad.El zángano de Motril,por ejemplo,presenta sorprendentes afinidades con el de Puente Genil,incluso en su versión aflamencada que graba Fosforito.Les voy a poner dos ejemplos,ya que tenemos grabaciones de ambos.

    1-La letra del Zángano de Motril hace alusiones a la zona y a sus habitantes y también está compuesto por coplillas que se interpretaban en los llamados fandangos cortijeros,que como sabrán esta zona es muy rica en fandangos,algunos antiquísimos,como los que se emplean en los trovos alpujarreños.También típicos de esta zona los fandangos robaos de Almuñécar y Otívar y en general,casi toda la provincia de Granada tiene su fandango local.Algunos antiquísimos,repito.Este es el Zángano de Motril:

    http://www.youtube.com/watch?v=B-LWjXDYLuc


    2-El Zángano de Puente Genil,convenientemente aflamencado por Fosforito: La melodía vocal es idéntica al de Motril,aunque en lo instrumental no se acompañe con bandurria ni palillos,lo que nos lleva a pensar que tienen unas raíces comunes:

    http://www.youtube.com/watch?v=pCU04DKp-hk

    ¿Qué zángano es más antiguo,el de Motril,Vélez o Puente Genil? Ahora mismo no podría decirlo,no tengo la suficiente información,pero lo que sí se puede asegurar es que los 4 zánganos citados pertenecen a la misma zona,el reino de Granada,cada uno con sus variaciones comarcales o locales propias,pero la raiz es la misma.

    Un saludo.

    Eduardo Antúnez.

    ResponderEliminar